viernes, diciembre 19, 2008

La “caída” de Madoff o el fraude al desnudo


Por John Paterson del NSK News

Bernard Madoff ya esta en su casa. Solamente habría robado 50.000 millones de dólares. Pero ha cumplido con lo que el estrictísimo sistema judicial yanqui le impuso: una fianza de 10 millones y una pulsera electrónica. No está mal, tres días detenido y depositar 1 dólar por cada 5.000 que robó, es un buen arreglo.

Madoff, después de todo, no es cualquiera. Ha sido el gurú estrella de Wall Strett, presidente del NASDAQ, el mercado de las firmas tecnológicas, mecenas de entidades judías, amigo de Israel, director de la Universidad hebrea Yeshiva, presidente de la SY SYM o Escuela de Negocios de la Yeshiva y tesorero de la Junta de Síndicos. Sionista militante, es uno de los más destacados líderes del AIPAC (América´s Pro-Israel Lobyy).
Obviamente es tan burdo lo que sucede que la verdad salta a la vista. Madoff es la cara visible y consensuada de otra cosa. ¿Acaso alguien puede creer seriamente que alguien que venía estafando desde hace décadas a través de Bernard L. Madoff Investment Securities nunca fue detectado por la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) o por FINRA (Autoridad Reguladora de la Industria Financiera) o el mismísmo FBI?

¿Pueden durante años obtenerse rendimientos astronómicos en sus fondos sin que nunca explique o los auditores de sus inversores, como el caso de la firma Price Waterhouse Coopers, logren desentrañar que tipo de inversiones realizaba para ganar cuando muchos perdían?
Obviamente hay una inmensa red de complicidad que permitió que esto suceda, dado que, como muchos ya suponen, estamos ante una “explosión controlada” de la burbuja financiera.
Es decir, se va desarmando el monstruo -como en la obras de demolición mediante cargas explosivas- mientras se traspasa el dinero de los incautos a pocas manos.
Después de la quiebra de la banca sionista de inversión Lehmann Brothers y del silencio del jefe del lobyy financiero sionista Robert Rubin pocas deudas quedan.
El dinero no se evapora, lo que muchos pierden pocos lo ganan y han decidido concentrar todo en sus manos sin tener que rendir cuentas.
Para eso los contribuyentes americanos, hayan votado a Obama o McCain, deberán aportar para los 700.000 mil millones de dólares comprometidos para el “rescate” del mundo financiero de Wall Strett, quizás sea más difícil lograr los 14.000 para salvar a las automotrices (Ford, GM, y Chrysler) y los puestos de trabajo de miles de operarios y técnicos americanos.

El dinero robado por Bernard Madoff quizás ya está a buen resguardo en Israel, mientras tanto, se seguirá disimulando este fraude colosal con la cantinela de los “inversores judíos estafados” como Steven Spielberg, la Chais Family Foundation o la Elie Wiesel Foundation, las cuales guardan, posiblemente a pedido, un sugestivo silencio.

Envío del Dr. Roberto Castellano - Pro-Vida
Diario Pampero Cordubensis

Editó Gabriel Pautasso


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