martes, septiembre 21, 2010

*¡VIVA PERÓN! ¡ABAJO BRADEN!*


“PARA EVITAR QUE LAS MASAS QUE HAN RECIBIDO LA JUSTICIA SOCIAL NECESARIA Y LÓGICA NO VAYAN EN SUS PRETENCIONES MÁS ALLA, EL PRIMER REMEDIO ES LA ORGANIZACIÓN DE ESAS MASAS, PARA QUE, FORMANDO ORGANISMOS RESPONSABLES, ORGANISMOS LÓGICOS Y RACIONALES, BIEN DIRIGIDOS, NO VAYAN TRAS LA INJUSTICIA”. (PERÓN, Doctrina Peronista, p. 251)

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

Era evidente que el país necesitaba – y ansiaba – una revolución fundamental, en los aspectos, político y económico, y en el sentido en que la había insinuado YRIGOYEN. La revolución de septiembre había establecido un régimen que, en substancia, no era otra cosa la restauración por la fuerza de lo que la ciudadanía había repudiado: un salto hacia atrás. Había establecido una oligarquía política que se sostenía por el rigor policial y el fraude electoral. Este régimen no había podido renovarse internamente, y en las postrimerías de la presidencia del Doctor CASTILLO preparaba una nueva candidatura impopular de un magnate azucarado, que iba imponerse por un nuevo fraude.  
Los problemas nacionales, en lugar de resolverse, se habían agravado, principalmente el que planteaba la ingerencia política de los consorcios internacionales que dominaban los servicios públicos. Cada vez más, el país se convertía en una colonia del extranjero. Todas tentativas de recuperación nacional por medio de la industria eran combatidas: parecíamos condenados a vegetar perpetuamente. Se perseguía, bajo acusación de comunistas, a los sindicatos obreros que reclamaban salarios más justos. Y todo ello ocurría en momentos internacionales difíciles, cuando la segunda guerra europea suscitaba problemas que era necesario resolver y anunciaba un porvenir obscuro que era indispensable prever.
Como los partidos políticos de la oposición, anarquizados, parecían incapaces de hacer frente a la situación, un importante sector del ejército asumió la responsabilidad del cambio. El 4 de junio de 1943 las tropas de Campo de Mayo se movilizaron sobre Buenos Aires al mando del General ARTURO RAWSON y provocaron la caída del gobierno. Se estableció una junta militar bajo la presidencia de dicho general, quien renunció al día siguiente, siendo reemplazado por el General PEDRO P. RAMÍREZ. Inmediatamente se intervinieron las catorces provincias y se disolvió el Congreso. Sobrevino un período agitado, a lo que era no era ajena la repercusión de los acontecimientos internacionales, ya que estaba ocurriendo la liquidación de la guerra europea.
En el seno del gobierno actuaban diversas tendencias que pugnaban por prevalecer. El 25 de enero de 1944 se rompieron las relaciones con Alemania y el JAPÓN. En febrero, un movimiento interno provocó la renuncia del General RAMIREZ, quien fue reemplazado por el ministro de la Guerra, General EDELMIRO J. FARRELL.
Desde los primeros momentos se sintió en la acción del gobierno revolucionario la influencia personalidad: la del coronel JUAN D. PERÓN, que inició sus actividades administrativas como subsecretario del Ministerio de Guerra ya a quien se le atribuía la paternidad de la proclama del 4 de junio. En noviembre de 1943 se lo designo titular de la Secretaria de Trabajo y Previsión, creada por su iniciativa, y en marzo del año siguiente,  cuando FARRELL fue elevado a la primera magistratura, eligió vicepresidente de la República para el caso de acefalía, en cuyo carácter reemplazó a FARRELL durante la visita oficial que éste realizó al Paraguay, en agosto de 1945. En su triple actividad de vicepresidente de la Nación, ministro de guerra y secretario de Trabajo y Previsión, el coronel PERÓN logro imprimir al gobierno revolucionario la orientación que creía adecuada para el logro de sus objetivos, que consistía en trascender el plano meramente político y encarar resueltamente los problemas sociales, candentes y perpetuamente postergados  o ignorados.  
Su acción en este terreno, la calurosa exposición de sus ideas en discursos y conferencias, al par que su contacto directo  con los dirigentes políticos y sindicales, que hallaban puerta abierta en su despacho, le dieron una rápida e inesperada popularidad, convirtiéndolo en el hombre representativo del movimiento y en el candidato indicado para encabezar el futuro gobierno legal. A LA ADHESIÓN de nuestros gremios obreros, había logrado sumar la de un sector importante del radicalismo tradicional, del nacionalismo y de opinión independiente. Ello no podía dejar de alarmar a los intereses amenazados que se coaligaron para la defensa.
En los primeros días de octubre de 1945 un motín militar urdido por una minoría de jefes de Campo de Mayo impuso su alejamiento de sus funciones de gobierno y su arresto en la isla de Martín García. 

PERO los sectores populares, que veían en el coronel PERÓN al abanderado de sus aspiraciones, no habrían de permitir el fácil triunfo de sus aspiraciones, no habrían de permitir el fácil triunfo de esa intentona, que no se disimuló, por lo demás, dado el origen y tendencias de quines la encabezaban, su cariz reaccionario. Inmediatamente se movilizaron los sindicatos obreros, los grupos políticos afines y la oficialidad del ejército animada de espíritu renovador.

EL 17 DE OCTUBRE, DESDE LAS PRIMERAS HORAS DE LA TARDE, EMPEZARON A AFLUIR A LA PLAZA DE MAYO, DE TODOS LOS PUNTOS DE LA CIUDAD, GRUPOS NUMEROSOS DE OBREROS Y CIUDADANOS DE DIVERSA PROCEDENCIA, QUE AL MEDIAR LA TARDE SE HABIA CONVERTIDO EN UNA MULTUTUD CLAMOROSA QUE EXIGÍA LA LIBERACIÓN Y LA PRESENCIA DEL LÍDER. 


LAS ÓRDENES IMPARTIDAS A LA POLICÍA DE DISOLVER POR LA FUERZA LOS GRUPOS E IMPEDIR TODA MANIFESTACIÓN NO HABÍAN SIDO OBEDECIDAS POR UNA TROPA GANADA A LA CAUSA POPULAR. EL GRUPO REACCIONARIO TUVO QUE DIMITIR. EL CORONEL PERÓN DEBIÓ SER LLAMADO PARA DIRIGIR LA PALABRA AL PUEBLO. ESE ACTO CONSAGRÓ POPULARMENTE SU CANDIDATURA. 

17 DE OCTUBRE  
EL 17, extraños grupos para muchos, empiezan a cruzar las esquinas porteñas rumbo a la plaza de Mayo. Morochos del gran Buenos Aires, muchachas humildes con chicos en brazos, hombres de alpargata.
Traen banderas argentinas. Un firme y restringido ¡PE-RÓN! ¡PE-RÓN! Se va haciendo coro en marea hacía el mediodía, donde los comercios principian a bajar sus metálicas. Es el insólito espectáculo de una multitud llegando lentamente desde las orillas o los barrios, integrada por gente de trabajo, tanto tiempo ignorada y ausente en las decisiones políticas de la República.
Una empecinada marcha que viene del silencio, el desamor o la injusticia.
Los puentes levantados del Riachuelo no han parado a nadie. Cruzan el agua a nado, en botes que abundará la solidaridad, en los armatostes de hierro bajados finalmente.
Al caer la tarde han cubierto plaza de Mayo, las diagonales, la avenida, las calles laterales. Y desde atrás otras siguen llegando con su mismo grito.  
El ex secretario de Trabajo y Previsión fue traído desde su confinamiento en Martín García hasta el Hospital Militar Central, aquejado de pleuresía. También allí se vuelcan oleadas de manifestaciones voceando su nombre.  
Sir  DAVID KELLY, embajador inglés en Buenos Aires, se dirige a la Casa de Gobierno para solicitar protección sobre los ferrocarriles. “Debo confesar asimismo – cuenta – que me impulsaba una enorme curiosidad por saber qué estaba pasando. La plaza de Mayo estaba llena de DESCAMISADOS. El chofer quiso retroceder y tuve que insistir para que continuara lentamente… Tal como lo había pensado, la multitud nos dio paso, gritando en forma amistosa ¡VIVA PERÓN! ¡ABAJO BRADEN!  (1945 – 17 de octubre – 2009 – Ciudad de Buenos Aires)

El ejército, que bajo presión de titulares, “fuerzas vivas”, políticos, doctores y una crepuscular oligarquía llena de soberbia, se sublevará 8 días antes contra los más auténticos de su propia revolución, asume ahora el apotegma sanmartiniano: “LAS TROPAS NO ESTÁN, COMO SUELE PENSARSE, PARA APUNTALAR TIRANÍAS, SINO PARA HACER RESPETAR LA VOLUNTAD DE LOS PUEBLOS. Y con aquella extraña virtud que pocos en verdad procuran – dijera GRACÍAN – respetan condición y derecho.
Cerca de medianoche PERÓN aparece en uno de los balcones de la Casa Rosada. Una ovación fragorosa saluda su presencia largamente. Miles de diarios retorcidos como antorchas son estrellas movedizas entibiando la pueblada. El nombre, repetido hasta el hartazgo, cede al fin ante la voz enronquecida del caudillo: “ES ESTA UNA VERDADERA FIESTA DE LA DEMOCRACIA, REPRESENTADA POR UN PUEBLO QUE MARCHA A PIE PARA SE CUMPLAN…COMO HERMANO MAYOR, LES PIDO QUE RETORNEN TRANQUILOS A SU TRABAJO, QUE REGRESEN A SUS CASAS”. La multitud pregunta dónde estuvo. “ESO YA PASÓ. AHORA DEBEMOS MIRAR PARA ADELANTE”, responderá, antes de una exhortación final: “SÓLO LES PIDO QUE SE QUEDEN UNOS MINUTOS MÁS EN ESTA PLAZA, PARA GRABAR EN MIS OJOS Y EN MI CORAZÓN ESTE ESPECTÁCULO INOLVIDABLE PARA QUE ME SIRVA DE APOYO EN LOS DÍAS QUE VENDRÁN”.
La jornada siguiente – 18 – es de paro total en adhesión al hombre: SAN PERÓN.  

Finalmente, quizá por la presión terrible que debía soportar el gobierno o por otras cusas que la historia futura develará, el General FARRELL se vio obligado a decretar el estado de guerra con Alemania y Japón (Italia ya había sido vencida), cuando ya era evidente el triunfo de Estados Unidos y Rusia.
Esta medida hizo que el  Nacionalismo, que sostenía al gobierno, se apartarse, renunciado el Interventor Almirante SCASSO; el de Corrientes, doctor URIBURU, y gran cantidad de funcionarios.
Queda el gobierno huérfano de apoyo, lo cual fue aprovechado por la unión liberal-capitalista (la conjunción de RADICALES, CONSERVADORES, COMUNISTAS y SOCIALISTAS tomó el nombre de UNIÓN DEMOCRÁTICA) para dar un golpe de estado en octubre de 1945, exigiendo la renuncia del vicepresidente y ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión, Coronel PERÓN, quien fue llevado preso a la isla de Martín García.  
Enterado el pueblo de este golpe de estado, se paralizaron todas las actividades y el 16 de octubre a la noche grandes masas humanas se pusieron en movimiento, invadiendo la capital el día 17. La policía no podía ni quería contenerlas, y columnas impresionantes, cada vez más compactas, avanzaban por las calles de la Capital hacia la casa de gobierno.
Era un espectáculo jamás visto en el país. Hombres y mujeres, serenos, revelaban que pese a su tranquilidad estaban dispuestos a obtener, de una u otra manera, la libertad del Coronel PERÓN.
El mismo 17 de octubre el gobierno hizo liberar a PERÓN, quien hubo de salir a los balcones de la casa de gobierno, para tranquilizar al pueblo. Agradeció y pidió que se retirasen en orden, lo cual fue cumplido.
El gobierno convocó a elecciones para el 24 de febrero de 1946, las cuales fueron garantizadas por el ejército y en las que el Coronel PERÓN fue consagrado presidente, siendo derrotado el candidato de la UNIÓN DEMOCRÁTICA (RADICALES, CONSERVADORES, SOCIALISTAS Y COMUNISTAS), que era abierta y visiblemente sostenido por el embajador de Estados Unidos de Norte América, MR. SPRUILLE BRADEN, lo cual sirvió para que la mayoría votase por el CORONEL PERÓN. 

PERÓN ESTA TAN IDENTIFICADO CON LA PATRIA QUE YO VEO EN ÉL A LA PATRIA MISMA…PERÓN ES EL IDEAL ARGENTINO HECHO FIGURA DE HOMBRE. ES EL VIEJO IDEAL DE TODAS LAS ESPERANZAS ARGENTINAS HECHO CARNE”. Presidencia de la Nación, EVA PERÓN habla a los trabajadores del país, Buenos Aires, 1951. 

¡VIVA PERÓN! ¡ABAJO BRADEN!  (Gritos del pueblo del 17 en Plaza de Mayo).

*Algunos libros:*

ERNESTO PALACIO, HISTORIA DE LA ARGENTINA, 1835-1943, tomo II, A. Peña Lillo, ed. Buenos Aires, 1965, p. 396.402.
JORGE PERRONE, HISTORIA DE LA ARGENTINA, 1901-1981, tomo III, Buenos Aires, Editores Unidos, p. 567-569.
EDGARD PIEROTTI, CURSILLO DE HISTORIA ARGENTINA, tomo II, p.132-134. Buenos Aires,  Gráfica Pío IX, 1951.
VICENTE D. SIERRA, HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS EN ARGENTINA, Ediciones Nuestra Causa. Buenos Aires, 1950.  
CARLOS IBARGUREN, LA HISTORIA QUE HE VIVIDO, Eudeba, Buenos Aires, 1969, 483 pp. Aquí termina La historia que he vivido. El relato y la apreciación definitiva acerca de los sucesos que se han desarrollado posteriormente, con todas sus vicisitudes, corresponden a los investigadores futuros, cuando la perspectiva permita juzgarlos como lo recomendaba TÁCITO: - SINE IRA ET STUDIO – “sin encono ni benevolencia”.

GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!   

*DIARIO PAMPERO Cordubensis e INSTITUTO EMERITA URBANUS,
¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA!*
21 de septiembre 1945 – 2010.



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