“La caravane passe, les chiens aboient”- (Dicho popular francés) (La caravana pasa, los perros ladran)
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
(Ediciones ACERVO. Apartado 5319. Barcelona, p. 385. versión española de M. C. título original: LEBE GEFÄHRKICH. Ring Verlag, Helmut Cramer-Siegburg, Primera edición: marzo de 1965. Presentación: P. HAUSSER, Generaloberst der Waffen-SS a. D.)
“La caravane passe, les chiens aboient”- (Dicho popular francés) (La caravana pasa, los perros ladran).
*A TODOS LOS CAMARADAS CAÍDOS EN LA GUERRA 1939-1945*
*OTTO SKORZENY ESCRIBIÓ:
10 DE SEPTIEMBRE DE 1943. Pasamos dos días y dos noches sin disfrutar ni un solo momento de reposo; no dispusimos de tiempo ni para despojarnos del uniforme. A NUESTRO GENERAL le sucedió algo similar. En estas condiciones, sostuve con él una entrevista decisiva.
Antes de entrevistarme con mi superior quise cambiar impresiones con mi ayudante. Discutimos las posibilidades de un asalto. Sabíamos que no nos quedaba más remedio que poner en práctica, cuanto antes, nuestro plan. Cada día, incluso cada hora puesto de acuerdo para debilitar las fuerzas militares alemanas destinadas en ITALIA. Pero… ¡no lo consiguieron! Continuábamos comunicándonos con todas nuestras unidades que, como es de suponer, estaban en estado de alarma. La noche transcurrió relativamente tranquila, a excepción de ciertas escaramuzas entre tropas alemanas e italianas sostenidas en el sur de Roma.
A primerísimas horas de la mañana del 9 de septiembre de 1943 se entablaron los primeros combates serios en las cercanías de FRASCATTI. No obstante, conseguimos, en el transcurso del día, que toda la cordillera de SABINA quedase en nuestras manos. Las tropas alemanas lograron abrirse paso hasta ROMA, que estaba ocupada por gran número de soldados italianos; incluso ellos mismos la cercaban.
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*LA LIBERACIÓN DE MUSSOLINI*
Después de los acontecimientos de julio de 1943, MUSSOLINI se ha convertido en un importante peón en el juego que desarrollan respectivamente italianos y alemanes. Para el rey VICTOR MANUEL y la facción badogliana, conservar al ex DUCE en sus manos representa una baza para convencer a los Aliados de su sincera voluntad de poner fin a la guerra. Por su parte, HITLER no puede permitir que Alemania se vea amenazada gravemente en otro de sus flancos como consecuencia de la defección de uno de sus aliados. Persuadido de que MUSSOLINI todavía significa algo para el pueblo italiano y de que podrá volver a reunir en torno suyo a las fuerzas que le fueron leales para continuar la lucha, decide liberarlo. La audaz operación, confiada al capitán de las SS OTTO SKORZENY y llevada a feliz término el 12 de septiembre de 1943, devuelve a MUSSOLINI a la escena política. Pero, durante los cincuenta días de cautiverio del DUCE han cambiado muchas cosas en ITALIA. La unidad nacional que el fascismo había creado ha dejado de existir, y las tropas Aliadas han puesto pie en la península, desembarcando en SALERMO. La República de SALÓ, nacida bajo la protección de las fuerzas armadas del Tercer Reich, activará la GUERRA CIVIL incubada en el período del Mariscal PIETRO BADOGLIO.
*OTTO SKONZENY ESCRIBIÓ*:
Mi pequeño servicio de información secreta nos aseguró, al cabo de unos días, que BENITO MUSSOLINI se encontraba en un hotel de montaña situado al pie de la cumbre del Gran Sasso.
A partir de aquel momento trabajamos para recoger todos datos y mapas que pudieran orientarnos sobre la topografía del terreno de aquella zona. Con gran consternación nos enteramos de que el hotel en cuestión fue terminado cuando estalló la guerra, por lo que no figuraba en ninguna clase de mapas. La única que pudimos obtener al respecto fueron las descripciones de un alemán que vivía en ITALIA y que, el año 1938, había pasado sus vacaciones de invierno en el, entonces, recién inaugurado hotel. También pudimos hacernos con otras informaciones por medio de un folleto publicado por una agencia de viajes, que describía con lujo de detalles, las delicias de aquel paraíso para esquiadores.
No obstante, tuvimos que reconocer que los datos obtenidos eran insuficientes para orientarnos y llevar a cabo una operación militar tan arriesgada y de tanta importancia.
Decidimos, por ello, inspeccionar la topografía de los Abruzzos desde 5.000 metros de altura. Hasta llegamos al extremo de no informar al piloto de la misión que estábamos cumpliendo. Le hicimos creer que teníamos la intención de tomar unas cuantas fotografías de varios puertos del Adriático.
Cuando estuvimos a treinta kilómetros de nuestro punto de destino decidimos tomar las primeras fotografías con la cámara que llevábamos a bordo. Cuando quisimos hacerlo nos dimos cuenta de que las instalaciones fotográficas del aparato se habían helado como consecuencias del frío reinante en aquellas alturas, por lo que tuvimos que renunciar a nuestra gran cámara tomavistas. Afortunadamente disponíamos de un aparato fotográfico de mano y lo utilizamos.
Como llevábamos los uniformes del Afrikacorps, padecimos mucho a causa del frío. No podíamos permitirnos el lujo de abrir el abombado techo de cristal del aparato, durante el vuelo; por ello, tuvimos que romper un gran segmento de cristal inastillable, con objeto de poder disponer de un hueco por el que sacar nuestra cámara. Nuestro improvisado observatorio obligaba al fotógrafo a tener la cabeza, los hombros y los brazos fuera de la carlinga del aparato.
¡NUNCA HABRÍA IMAGINADO QUE EL AIRE FUERA TAN FRÍO Y EL VIENTO TAN FUERTE
Dije a mi ayudante que me agarrase fuertemente por las piernas y, seguidamente, mi torso, ligeramente cubierto por el uniforme de verano. Vi que estábamos volando sobre nuestro objetivo, el hotel de montaña; a nuestros pies, el CAMPO IMPERATORE, un gran edificio construido en plena montaña, rodeado por las empinadas cumbres del Gran Sasso.
Justamente detrás del hotel había una parcela de terreno llano, cubierto de hierba, que tenía la forma de un triángulo. Para mis adentros, decidí:
- Ya he encontrado nuestro campo de aterrizaje.
- ¿RESISTIRA EL PLANEADOR LA FUERTE PRESIÓN DEL AIRE? ¿Podrá mantener el equilibrio a pesar de su gran velocidad de vuelo?
- ¡Ya no disponía de tiempo para hacer marcha atrás? El bramido del aire se intensificó a medida que nos acercábamos al objetivo. Vi como el teniente MEIER ABRÍA EL PARACAÍDAS QUE DEBÍA FRENAR EL ATERRIZAJE. Y, de pronto topamos brutalmente con la tierra en medio de un ruido ensordecedor.
- Cerré los ojos durante el espacio de un segundo; no estaba en condiciones de pensar. Una última sacudida me hizo comprender que habíamos aterrizaje. Corrí hacia el hotel y me alegré de haber ordenado que se me reservara el derecho de hacer el primer disparo, sucediera lo que sucediere. El ataque por sorpresa debía tener éxito. Detrás de mí oía la respiración acelerada de mis ocho hombres de las SS. Tenía la certeza de haber escogido los mejores de ellos, y estaban dispuestos a secundarme en mi acción, que comprenderían el más leve gesto que les hiciera. Pero…debía tener en cuenta que estábamos completamente solos; que sólo disponía de aquellos ocho hombres mandados por el teniente MAIER.
- Limitándonos a ordenar MANI IN ALTO! EL DESCONCERTADO CENTINELA DEL PRIMER PUESTO DE GUARDIA, llegamos al hotel y, de pronto, nos encontramos ante una puerta abierta. Al cruzarla vi ante mí un aparato radiofónico y a un operador italiano enfrascado en su tarea. Un fuerte puntapié tiró al suelo la silla en la que tenía asentadas sus posaderas, y un coletazo de uno de nuestros fusiles en las instalaciones hizo guardar silencio a la radio. No disponíamos de mucho tiempo. Debíamos continuar adelante a marchas forzadas. Los siguientes nos llevaron al otro lado de la habitación, comprobando que no había en ella ninguna puerta que comunicara con el interior del hotel. No nos quedaba más remedio que volver a salir al exterior.
- Recorrimos la fachada y doblamos por una de sus esquinas. Comprobamos, seguidamente, que se levantaba y extendida ante nosotros una terraza de dos y medio o tres metros de altura. El suboficial HIMMEL me sirvió de “soporte”, y trepé por su espalda; los demás siguieron mi ejemplo.
- Mi vista se posó sobre la fachada principal del hotel y la recorrió detenidamente. Vi una cabeza que se asomaba a una ventana. Reconocí al DUCE. ¡Podía sentirme seguro! ¡En aquellos momentos supe que no habían sido vanos nuestros esfuerzos!
- Le grite:
- ¡Apártese de la ventana!
*OTTO SKORNEZI, Vive peligrosamente, p. 312, 315; p. 336-338.
- Los hombres de SKORNEZI, después de haberse apoderado de las ametralladoras que estaban colocadas de la puerta principal del refugio, subieron en grupo a la habitación de MUSSOLINI, SKORZENY, sudoroso y conmovido, se puso firme, y dijo: EL FUHRER, DESDE QUE FUISTEIS CAPTURADO HA PENSADO NOCHES Y NOCHES EN LA FORMA DE LIBERTAROS. ME ENCARGÓ ESTA MISIÓN.
*BENITO MUSSOLINI, Historia de un año, p. 148, 149.
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS.
Córdoba de la Nueva Andalucía, a 31 de enero del Año del Señor de 2011. Fiesta de SAN JUAN BOSCO.
Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA!
Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp.*
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