martes, marzo 02, 2010

*DESDE LA CONQUISTA DEL DESIERTO A LA USURPACIÓN DE LAS MALVINAS* (Con anexo documental)

“JUAN MANUEL ES MI AMIGO. YO Y TODOS MIS INDIOS MORIREMOS POR ÉL. MIENTRAS VIVA JUAN MANUEL TODOS SEREMOS FELICES. LAS PALABRAS DE JUAN MANUEL SON COMO LAS PALABRAS DE DIOS”. Y concluye: “TODOS LOS QUE ESTÁN AQUÍ PUEDEN ATESTIGUAR QUE LO QUE JUAN MANUEL NOS HA DICHO Y ACONSEJADO LA SALIDO EXACTO. LOS DEMAS CACIQUES SE MANIFIESTAN EN SENTIDO ANÁLOGO, Y CATRIEL CONCLUYE SU ARENGA JURANDO Y HACIENDO JURAR A LOS SUYOS POR SUS HIJOS Y ESPOSAS, QUE SIEMPRE SERÁN AMIGOS DE LOS CRISTIANOS Y QUE MORIRÁN ANTES DE SER INFIELES A SU PADRE ROSAS”.
CACIQUE CACHUL

(Saldías, Adolfo, “Historia de la Confederación Argentina” t. II, cap. XXVI, pág. 18, PADRE DEL REVISIONISMO ARGENTINO).

Ante la renuncia de ROSAS para el cargo de gobernador, la Cámara eligió al general JUAN RAMÓN BALCARCE (12 de diciembre de 1832), quien también renunció; pero por la insistencia de la Corporación, aceptó, asumiendo el día 17. Nombró ministros al general ENRIQUE MARTÍNEZ a Don VICTORIO GARCÍA ZUÑIGA y al doctor MANUEL MAZA.

BALCARCE comunicó su ascensión al mando a las provincias, asegurándoles:

“Los principios consignados por su ilustre antecesor, el brigadier general don JUAN MANUEL DE ROSAS, formarán inalterable la política del gobierno”.

Por desgracia, como había ocurrido en 1821 con el general MARTIN RODRIGUEZ, el gobernador fue influenciado por su ministro MARTÍNEZ quien ocultamente servía a los unitarios. Pronto las provincias y el pueblo hicieron percibir su descontento.

Lo más grave de la actuación del ministro de guerra –MARTÍNEZ– fue que al iniciarse la Campaña al Desierto no envió los abastecimientos necesarios para las tropas.

Por otra parte, muchos unitarios eran nombrados por el gobierno para cargos públicos y comenzaron una campaña de difamación por medio de periódicos.

En octubre de 1833, el general AGUSTÍN PINEDO encabezó un movimiento pidiendo que el gobierno rectificase su política. La Cámara declaró cesante al gobernador y nombró en su reemplazo al general VIAMONTE.

*LA CAMPAÑA DEL DESIERTO de 1833*

El indio, cuyo dominio llegaba hasta el río Salado, era un constante peligro y las expediciones anteriores no daban resultados positivos, pues al poco tiempo el salvaje volvía al avance sobre las fronteras, castigando a las poblaciones con el malón…

ROSAS había estudiado a fondo el problema que deseaba resolver desde hacía años. Había planeado la campaña hasta los mínimos detalles, y durante su gobierno preparó acuerdos con Chile, ALDAO de Mendoza, QUIROGA y LÓPEZ, para realizar una acción conjunta. Entendía no bastaba hacer retroceder al salvaje, pues éste se corría hasta Chile, y cuando lo batían en el país hermano, repasaba la Cordillera y se extendía por las pampas hasta Río Cuarto.

ROSAS estimaba que era necesario derrotarlo en absoluto y establecer una línea sobre el Río Colorado, y si es posible fuese, sobre el Río Negro. Sabía ROSAS, por las enseñanzas de su padre y su misma experiencia, que muchos de los pueblos indios podían ser sujetados y civilizados si se los trataba con habilidad.

Por estas causas logró alianzas con numerosas tribus, reduciendo así el número de enemigos, y dispuso que los expedicionarios o conquistadores del desierto marcharían de Norte a Sur, simultáneamente en cinco columnas, que luego se transformarían en tres divisiones.

Una columna (y división) de Chile, al mando del general BULNES; la segunda partiría desde Mendoza, bajo la dirección del general ALDAO; la tercera, desde La Rioja y Córdoba, mandada por el general QUIROGA; la cuarta mandada por E. LÓPEZ, desde Santa Fe, y la quinta, desde Buenos Aires con el propio ROSAS.

Luego, las de Cuyo y Córdoba se unirían formando la división del Centro, y las de Santa Fe y Buenos Aires harían igual cosa, integrando la división de la izquierda.

ROSAS designó general en jefe de la expedición al general QUIROGA, y la acción comenzó a principios de 1833, de acuerdo con el plan trazado.

Las fuerzas chilenas tuvieron que suspender la marcha, por razones de política interna; no obstante ello, los preparativos sirvieron al plan general, pues los indígenas se replegaron.

La división de la derecha (ALDAO) llegó hasta los confines de Mendoza con el de Neuquén, librando combates y obligando a replegarse a los indios salvajes: la del centro, cuyo mando había dado QUIROGA a RUIZ HIUDROBO, batió al indio en el sur de Córdoba y llegó hasta el Salado; la de la izquierda, ROSAS, avanzó sobre las rastrilladas, embolsando a los bárbaros desde el norte y la costa.

A mediados de 1833, se produjo, en plena campaña, una situación que pudo provocar un desastre. QUIROGA, que percibía maniobras unitarias mientras los jefes federales se hallaban en el desierto creyó convenientes dejar el mando general a ROSAS y atender las cuestiones políticas en La Rioja; por igual motivo tuvo que volver a Mendoza con sus fuerzas el general ALDAO, y poco después hacía lo mismo RUIZ HUIDROBO.

Desde ese momento todo el peso de la campaña o expedición al desierto recayó sobre la división de ROSAS, en instancias en el ministro de la Guerra –el unitario MARTÍNEZ– había escrito a muchos jefes y oficiales que provocasen una sublevación y marcharan a la capital abandonando a ROSAS.

El instante era crítico, pues toda la indiada embolsaba al sur del Salado (ver mapa) podía envolver ahora al único ejército en campaña, y éste se encontraba con que el gobierno le había cortado los suministros (o la logística: Como dicen ahora) y una sublevación amenazaba destruirlo. Volver significaría el fracaso después de años de preparativos y de haber realizado el principal esfuerzo. Paralizarse era exponerse al desastre en pleno desierto. Avanzar parecía un imposible. Rosas no desmayó, y reuniendo a los jefes y oficiales, les manifestó que estaba dispuesto a proseguir la lucha hasta batir al salvaje indígena; pero como entendía que había descontentos, los autorizaba a retirarse. Al día siguiente, doce jefes partieron para la Capital. En seguida, visto que el gobierno abandonaba al ejército, envió mensajeros a sus amigos, solicitándoles caballadas, víveres, vestuarios, etc.

Gran cantidad de estancieros reunieron estos elementos y los mandaron. El complot unitario había fracasado.

Prosiguió la campaña, en medio de combates, penurias y sacrificios; pero en indio fue aniquilado. Primero se llegó al río Colorado, luego al río Negro y en seguida se conquistó la isla Choele-Choel. Se había ganado para cristiandad un territorio virgen de 200 por 180 leguas (5 Km por cada legua), es decir, desde el Océano Atlántico a la Cordillera de los Andes (la que llamaban “Cordillera Nevada”) y hasta el Río Negro.

Grandes cantidades de tierra virgen e repartieron entre jefes, oficiales, soldados e indios aleados y convertidos, al mejor estilo de las colonias romanas e hispanas, fundándose así estancias y pueblos, agrandando la Patria Argentina.

Rosas CONQUISTÓ EL TÍTULO DE “HÉROE DEL DESIERTO” con que se le designaba hasta comenzó a llamársele EL RESTAURADOR.

Después de Caseros (3.2.1852), LOS INDIOS VOLVIERON A REPASAR EL RÍO NEGRO y el COLORADO, portal de la Patagonia oriental, destruyendo pueblos y asolaron la campaña.

Cuarenta años más tarde, el general ROCA, “EL ZORRO” inició otra campaña del desierto siguiendo los planes de ROSAS, diciendo: “El mejor sistema de concluir con los indios, ya sea extinguiéndolos o arrojándolos del otro lado del RÍO NEGRO, es la GUERRA OFENSIVA, que es el mismo seguido por ROSAS, quien casi concluyó con ellos”. Es decir, de 1833 al 1879, de la primera campaña a la segunda campaña del desierto hasta el Cabo de HORNOS.

*(Véase, JOSE MARÍA ROSAS, “Historia Argentina” IV, Editorial Oriente, pág. 179 y 182; “Cursillo de Historia Argentina” de EDGARD PIEROTTI, de Buenos Aires, 1ª edición, 1943; segunda, 1951, compañero de lucha revisionista en “Crisol” de ENRIQUE P. OSÉS, padre del Diario Pampero; los dos murieron en, 1955. En cuanto a las imagines: una: es un mapa de todo el desierto; y otro, un retrato sin autor de JUAN FACUNDO QUIROGA, que era comandante en jefe de la expedición).*

*USURPACIÓN DE LAS MALVINAS*

ESTEBAN GÓMEZ, piloto de la nave San Antonio, que había desertado de la Expedición de Magallanes regresando a España después de haber pasado el Estrecho, descubrió unas islas (LAS MALVINAS), a las dio el nombre de SANSÓN, las cuales fueron asentadas en los mapas, como lo prueba el de DIEGO RIVERO (1529). Descubiertas por los españoles y asentadas en las cartas como dominio español, las MALVINAS pertenecían de derecho a España.

En 1764, el francés BOUGAINVILLE fundó en la gran isla Oriental una colonia llamada San Luis. Como los colonos eran oriundos de Saint-Maló, se les llamó maluinos, y de allí el nuevo nombre de maluinos, y de allí el nuevo nombre de MALVINAS que se dio al archipiélago.

Reclamó la España haciendo valer sus justos títulos, por lo cual la colonia fue evacuada, resarciendo la península los gastos efectuados por los colonos. De inmediato los españoles fundaron el puerto SOLEDAD.

En 1766, una expedición inglesa estableció el puerto Egmont, conocido lo cual en BUENOS AIRES, determinó al gobernador BUCARELLI a enviar una fuerza armada que desalojó al invasor usurpador. Estos hechos estuvieron a punto de provocar una guerra entre España e Inglaterra, hasta que, luego de varias tramitaciones, los ingleses reconocieron la soberanía española y evacuaron el punto invadido (1774).

Posteriormente, los gobernadores de las Malvinas eran designados por Buenos Aires, hasta que en 1829 volvió a suscitarse un grave incidente provocado por Estados Unidos de Norte América.

El gobernador apresó a barcos de matricula norteamericana que, violando las aguas jurisdiccionales, se dedicaban a la caza de ballenas sin pagar los derechos respectivos.

El gobierno norteamericano envió por esta causa una nave de guerra, que bombardeó, destrozándolo, el puerto Soledad, y acto seguido desembarcaron tropas que ejercieron actos de piratería, convirtiendo a la floreciente población en restos humeantes.

Enterado el gobierno argentino, reclamó en forma enérgica, y como el norteamericano no contestase en debida forma, las relaciones quedaron cortadas al retirarse el cónsul norteamericano de Buenas Aires.

Cuando el gobierno argentino recuperó las Malvinas, el gobierno inglés reclamó, aduciendo que pertenecían a la Corona de Gran Bretaña, y simultáneamente envió una expedición que durante la gobernación del general D. JUAN RAMÓN BALCARCE (2 de enero de 1832) atacó a la guarnición argentina en el puerto Soledad, posesionándose violentamente de la Isla.

Reclamó la Argentina, lo cual ha repetido periódicamente, sin que jamás Inglaterra contestara en debida forma, pues de continuo aduce que posee derechos por la ocupación realizada en 1766. Como hemos visto, Inglaterra tuvo que de reconocer los derechos de España y desalojar en 1774, ejerciendo desde esa fecha hasta 1832 la soberanía de hecho y de derecho, primero España y luego la Argentina.

Posteriormente, el jefe la Confederación Argentina, general ROSAS, ante la posición británica de no reconocer los derechos argentinos, con peculiar habilidad política INTENTÓ UNAS NEGOCIACIONES DOCUMENTALMENTE que hicieron público que Londres reconocía el derecho argentino. En efecto, ROSAS suspendió el pago a Inglaterra de las cuotas del empréstito que había contratado RIVADAVIA. Al reclamar Gran Bretaña, hizo que el ministro de la Confederación en Londres propusiese un pacto por el cual la Argentina VENDERÍA a Inglaterra las Malvinas por el precio del empréstito.

La maniobra era habilísima, puesto que si se iniciaban negociaciones en tal sentido, quedaba sentado que Inglaterra reconocía los derechos argentinos, pues cuando se acepta comprar algo a otro, se admite que le pertenece. Pero la diplomacia británica, habilísima también, comprendió lo que se buscaba y no quiso entrar en tratos.

No obstante este acto de posesión ilegal con el cual Inglaterra RETIENE un territorio argentino, las Malvinas han de ser recuperadas.

INTENTO DE RECONQUISTA. FALLIDO TRASPASO

Los miembros del gobierno y guarnición del puerto Soledad fueron masacrados unos y aprisionados otros. Los pobladores de las Malvinas se retiraron al interior, esperando que desde Buenos Aires se enviase una expedición reconquistadora.

Muchos esperaron inútilmente, pues el gobierno de BALCARCE estaba absorbido en otras cosas, y cuando comprendieron que no llegaría ayuda alguna, antes que permanecer bajo dominio inglés hicieron lo que les correspondía: intentar la reconquista y morir en la demanda si no triunfaban.

Armadas con lanzas los criollos malvineros al frente el gaucho ANTONIO RIVERO, natural de la provincia de Entre Ríos, atacaron a los invasores, pero sucumbieron.

Los pocos que, mal heridos, no perecieron, fueron llevados a Londres y algunos ahorcados.

Entre 1939-1940, a consecuencia de la segunda guerra mundial, la situación de Inglaterra se tornó tan crítica, que tuvo que traspasar varias de sus colonias de ultramar a Estados Unidos de Norte América, a cambio de ayuda económica y militar.

En determinado momento se iba a efectuar el traspaso de las Malvinas, enterado de lo cual el entonces ministro de Marina, almirante LEÓN SCASSO, hizo aprestar nuestra flota de guerra, que zarpó hacia el sud.

En seguida dio las órdenes para que en caso de arribar una flotilla norteamericana a las Malvinas, con la misión de recibir las islas, nuestra Armada actuase.

Advertidos los ingleses y norteamericanos, no concretaron el traspaso. De haberse cumplido éste, la recuperación de nuestras Islas Malvinas SERÍA MÁS DIFÍCIL, PUES EL LITIGIO SE HUBIESE AMPLIADO A OTRA POTENCIA, más poderosa que Inglaterra.

*CONCLUSIÓN DE LA POLÍTICA COLONIAL INGLESA EN AMÉRICA EN EL SIGLO XIX y XX*

Es un siglo en que se combinan con regularidad la AGRESIÓN MILITAR DIRECTA (el “viejo estilo” colonial) y la penetración económica (vía indirecta de colonización de un país, el “nuevo estilo” inglés que utilizará plenamente en el siglo siguiente).

Desde el punto de vista de la agresión militar, tenemos:

a) dos ataques militares a Buenos Aires (1806 y 1807). Ambos rechazados.

b) Un ataque militar a Malvinas (1833) Concretado como OCUPACIÓN o USURPACIÓN.

c) Un bloque naval al Río de la Plata (1845). Concretado como ocupación. Fracaso militar y diplomático.

d) Una amenaza de intervención armada en 1891 (con posterior insistencia en 1893). No concretada.

Es decir que, en el siglo XIX al igual que en s. XVIII y a pesar de sus múltiples intentos, GRAN BRETAÑA nunca pudo triunfar militarmente en El Plata Y SU HINTERLAND.

En plano de la agresión económica, aquí los tantos se inclinan a su favor:

a) endeudó financieramente – con hipoteca sobre sus tierras, rentas, etc., a casi todos los países hispanoamericanos (puede decirse sin pecar de exagerados que, a partir de 1830, económicamente eran todos colonias inglesas en mayor o menor grado). Esto – y el poder naval inglés – explica el por qué de la influencia política británica en América.

b) Destruyó las nacientes industrias nacionales (y el viejo artesanado español), mediante el contrabando portugués e inglés y el catecismo laico del “libre comercio” después. Lord CHATTAM llegó a decir: “Cuando América fabrique un solo clavo morirá Inglaterra”.

c) Manejó el sistema bancario y de intermediación económica internacional.

d) A partir de todo lo anterior redujo nuestro margen de soberanía política y territorial (usurpación por 1833-2010 de Malvinas.

Todo esto – válido en general para Hispanoamérica que, a pesar de todo y casi por milagro, siguió “hablando el castellano y rezando a JESUCRISTO” – es patético en el caso argentino:

- a fines del siglo XIX, habíamos triplicado la deuda externa con INGLATERRA.

- Como garantía de ella (desde el gobierno de BERNARDINO GONZÁLEZ RIVADAVIA, el sapo del diluvio, ERA SU GESTOR) tenía hipotecado nuestro territorio a favor de la banca inglesa como garantía de las deudas.

4.045 km de vías férreas que habían sido construidas por el gobierno nacional o las provincias habían pasado a manos de ingleses. El gobierno argentino sólo quedó con los ramales que atravesaban eriales.

- todas las cédulas hipotecarias a oro estaban en manos ingleses.

- grandes extensiones de tierras habían seguido el mismo camino – por deudas – a razón de 20 centavos promedio la hectárea.

En los ferrocarriles solamente el capital inglés ferroviario pasó de los 93 millones oro en 1884 a 473 millones en 1883 (¡!).

Con esto y con las Malvinas ocupadas iniciamos los argentinos el Siglo XX.

SIGLO XX

Corresponde que iniciemos este tramo final de la historia argentina, SEÑALANDO SOMERAMENTE CUÁL ERA EL ESTADO DEL IMPERIO BRITÁNICO al iniciarse el siglo.



Por cierto todavía era floreciente.
 
1) Era la primera en cuanto a superficie de territorios coloniales, dominios distribuidos en casi toda la superficie del planeta y eligiendo los puntos clave útiles para su destino talasocrático o imperio mundial.

2) Su flota de guerra reinaba en todos los mares.

3) Por su pujanza comercial y financiera era acreedora de casi todos los países.

4) Su moneda – la libra esterlina - era medio de pago universalmente aceptado.

5) En su conjunto el IMPERIO cubría la cuarta parte de la superficie terrestre e incluía aproximadamente, otro tanto de la producción mundial-

6) Su flota mercante representaba la mitad del tonelaje mundial de los navíos comerciales (de allí que era la reina de los fletes y de los seguros marítimos, un negocio redondo).

7) Era pionera y todavía vanguardia de la revolución industrial.

A partir de esta sobresaliente posición, corresponde que anotemos ahora cuáles eran los grandes objetivos geopolíticos del Imperio Británico.

Fundamentalmente tres:

1) mantener la vida política de ese Imperio (de estructuras complejas y con niveles institucionales diferenciados.

2) mantener abierta las rutas marítimas que posibilitaban el desarrollo del comercio internacional.

3) mantener un equilibrio entre el resto de las potencias del continente europeo, tratando de que ninguna de ellas sea lo suficiente fuerte como para atacarla o competir.

Y estas tres cosas INGLATERRA las tenía muy en claro: si las acciones de cualquier otro país amenazaba esos FINES PERMANENTES de su política exterior, eso suscitaba de inmediato su respuesta (económica, diplomática, militar, si esto último también hiciese falta).

Reseña de Revista Militar, nº 708, abril-julio 1982, número especial dedicado a la Recuperación de las Malvinas, Buenos Aires, Argentina. Director: Cnl (R) LUIS ALBERTO LEONI HOUSSAY, p. 44, 45.
DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS
Córdoba de la Nueva Andalucía
1º de marzo del Año del Señor de 2010. Cuaresma. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO! gspp.*

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