jueves, julio 29, 2010

SAN BERNARDO DE CLARAVAL: SCHOLA IUDENCATIS


*“CUANDO LOS HOMBRES PIERDEN SU SENTIDO DE LOS PADRONES ESTABLECIDOS, INEVITABLEMENTE CAEN VÍCTIMAS DEL ANSIA DE PLACER o DE PODER”.
JACOBO BURCKHARDT*

Editó: Lic. Gabriel Pautasso

                     
*LA INTELIGENCIA ES SIEMPRE LA RISA: SABER REÍRSE CON TODO LO QUE TIENE GRACIA Y SABER REÍRSE DE TODO LO QUE NO TIENE GRACIA. Enrique Jardiel Poncela*.

*LA “SCHOLA IUCUNDITATIS” de BERNARDO de CLARAVAL.*

*Pedro Edmundo Gómez OSB, monje del Monasterio Benedictino de Nuestra Señora de la Paz, San Agustín, Córdoba. 

A TIRESIAS, CRESO y sus secuaces. (Personajes mitológicos que LEOPOLDO MARECHAL retoma en “La autopsia de Creso”.

“¡Con que atención asistirán los monjes a todo este diálogo ficticio!
¡QUÉ ARTE TENÍA SAN BERNARDO DE SER GRACIOSO!
Jean Leclercq, OSB, Espiritualidad occidental. Testigos, Sígueme, Salamanca, 1967, p. 305. 

Clase magistral (Iª Parte)
Tema: DE OCTO BEATITUDINES Cf. San Bernardo de Claraval, Tercera serie de sentencias 2. 3. / Metodología: Parábola.
Docente: BERNARDO DE CLARAVAL / Lugar: Sala Capitular.
Estimado lector: te propongo un test, el “ADÁNTEST”. Como al leer este texto no te reirás a carcajadas, porque no eres un necio, sino que sonrieras sabiamente, te propongo que marques en el margen cada vez que sonrías. Si al finalizar no hecho marcas, o estas son pocas, te informo que estas preñado de vos mismo.

LA PARÁBOLA

Introducción: Divino Comercio (Ojo no digo “comercio divino”. Se nos hace notar más de una vez, cosa curiosa, o estás son pocas, que el lenguaje económico es de origen teológico. 

“El reino de los cielos se parece, expresión típica del lenguaje parabólico evangélico, a un monje comerciante (Mercator o mercader) que, al anunciarle la apertura de un mercado (feria), preparó su mercancía (bultos) para exponerla en la plaza. La cargó sobre el asno del sur (burros del Negueb) (Cf. Is, 30,6) en ocho fardos.
Y cuando iba de camino, le sorprendió el Señor Jesucristo, que observaba su diligencia y habilidad, y le preguntó: “¿De dónde vienes y adónde vas?”. En la Edad Media las nociones de exitus  y reditus, origen y destino, eran fundamentales. Si no se de dónde vengo, ¿cómo sabré a donde ir?, y sin la respuesta a ambas no puedo reconocer el camino, es decir, estoy re-perdido.
El monje: “Vengo del monasterio y voy al mercado a vender estas mercancías (artesanías) que ves, si es que encuentro un comprador. El monasterio, además, de escuela y milicia, refugio y hospital, es un taller (RB IV, 78) En lugar de almanaques de pneumáticas, hay íconos pneumáticos, en vez de grasa, gracia, en vez de llave cruz, la cruz es llave, por eso no hay problemas de bajar a la fosa. En él hay un tablero con setenta y cuatro herramientas bien ordenadas, siempre a mano, algo gastadas por los siglos, pero de excelente precisión. Aquí los monjes recordarían espontáneamente lo que dice la REGLA: “Si hay que vender alguna labor de los artesanos, los encargados de hacerlo no se atrevan a cometer fraude alguno con los bienes del monasterio” (RB LVII, 4-6); y “Considere todos los utensilios y bienes del monasterio” (RB XXXI, 10). Cuidado con la simonía. Lo que recuerda que aún hoy se sigue vendiendo la progenitura por un plato de lentejuelas.
EL Señor: “Si hay un vendedor, ya tienes un comprador. A VER EL PRIMER FARDO!

Primer fardo x Primera bienaventuranza

El monje: “Tú sabiduría aprecia el valor de esa mercancía; y comprendo que dispones de todos los recursos para comprarla. Mira el género de este primer fardo. Tú has dicho: Dichosos los pobres de espíritu (Cf. Mt. 5, 3). Aquí sólo hay carencias, miserias y los sufrimientos que éstos llevan”. El cuarto y sexto escalón de la HUMILDAD (RB VII, 35-43. 49-50).
El Señor: “¡Pero bueno! Eso, ¿para qué sirve?”
El monje: “Una espuerta (canasta) de estiércol es óptima para la raíz del árbol”.
El Señor: “Hablas bien. ¿Y cuánto este primer género?”.
El monje: “El reino de los cielos”.
Señor: “¡Muy caro! “En los mismos precios no se insinúe el mal de la apariencia. Véndase  más bien, siempre algo más barato de lo que pueden hacerlo los seglares para que en todo sea Dios glorificado” RB  LVII, 7-9). Como se darán cuenta las congregaciones e institutos que venden artículos y libros no siguen esta santa Regla, sino la de SAN DIMAS, el buen libro. Aunque no debemos valorar las cosas en sí mismas, sino en sus efectos. Un buen principio de discernimiento, un árbol se conoce por sus frutos. Transgénicos y transgéneros abstenerse. Veamos el  contenido del segundo fardo.

Segundo fardo x Segunda Bienaventuranza

El monje: “Mira, mansedumbre: Dichosos los mansos (Cf. Mt. 5, 4)”.
El Señor: “La mansedumbre es excelente y muy propia de Dios. ¿Qué precio tiene?”.
El monje: “No se da a cambio de oro ni se le pesa la plata como precio (Cf. Jb 28, 15). Pero yo pido la tierra; sólo quiero recibir la tierra a cambios”. El precio es idéntico al anterior, pero con valor agregado de la connotación bíblica de la promesa: la posesión de la tierra. Es interesante el juego tierra-cielo, y no me refiero precisamente a la rayuela, perdón J. CORTAZAR. La tierra que se promete es el cielo, perdón. M. WEBER, porque la descendencia es la de Cristo, perdón D. BROWN.
El Señor: “La tierra es una amplísima región desde la India hasta Bretaña y necesita de colonos (quien la cultive). Toma lo que ((cuanto) quieras y el lugar que (donde) te parezca”.
El monje: “Nada de eso. Esta es la tierra de muertos que devora sus habitantes (Cf. Num. 13, 33): DE AHÍ MUEREN LOS HOMBRES. Lo que yo quiero es la tierra de los vivos, porque espero gozar de la dicha del Señor en la tierra de los vivos (Cf. Sal. 26, 13)”. 
El Señor: “A pesar de todo morirás sin remedio. ¿Cómo quieres vivir siempre? De acuerdo: Dichosos los mansos, porque ellos heredarán la tierra (Cf. Mt. 5, 4). ¿Qué hay en el tercer fardo?”.

Tercer fardo x Tercera bienaventuranza

El monje: “Necesidad (ganas de comer), hambre, sed y penuria de todos.
El Señor: “¿Y qué precio tiene? 
El monje: “La justicia: pues dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados (Cf. Mt  5, 6)”.
El Señor: “Quedarás saciado y la justicia saldrá a tu encuentro si no te descuidas. ¿Qué contiene el cuarto fardo?”. (Vida ascética, mortificación. Sugiero ver diccionarios de espiritualidad, tal vez no tan nuevos para saber a qué se refiere (Cf. RB IV, 11-13, 35-37, 59) o preguntarle a un fraile que peine canas en la cabeza o en la barba. Buena enseñanza para las teólogas que hacen su teología desde los contextos latinoamericanos. 

Cuarto fardo x Cuarta bienaventuranza

El monje: “Lágrimas, gemidos y llanto; aguas (riego) por encima y por debajo” (Alusión al don de lágrimas y a la compunción (compuctio cordis). (Cf. Jc 1, 15).
El Señor: “Nadie suele comprar llantos y gemidos (Jr 31, 15); hay que superarlos. (Sentido cristiano de la tristeza y del dolor). Pero todo esto tiene su precio: Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados (Cf Mt 5, 5). (El precio lo pone el Señor y el comprador siempre tienen la razón). ¿Y que contiene el quinto?”.

Quinto fardo x Quinta Bienaventuranza

El monje: “Algo muy valioso, la misericordia. Sé que te gusta. No regateo: te cambio una misericordia por otra; la temporal por la eterna. “No desesperar nunca de la misericordia del Dios” (RB IV, 74).
El Señor: “No eres un justo apreciador de las cosas. Nunca vas a recibir lo eterno por lo temporal, a menos que se ponga de su parte la misma misericordia. Sin embargo, que te suceda conforme a tu fe, y, Dichoso los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Cf. Mt 5, 7). Pero ya las pobrezas, llantos y calamidades nos ofrecen abundantes formas de compasión y de misericordia. Enlaza bellamente con la bienaventuranza anterior. Trae el sexto fardo, a ver si contiene algo mejor”.

Sexto fardo y Sexto bienaventuranza

El monje: “Mejor, sí; pero no le gusta la exhibición (ostentación); no se deja ver en público, sino en lo escondido, en lo interior, en la alcoba. Ahí se fija el precio”.
(Notemos de paso agustiniano de lo exterior a lo interior. A LOS MONJES MEDIEVALES les encantaba leer el Cantar de los cantares buscando el sentido espiritual de la bodega, la alcoba y el lecho, no les habían dicho los exegetas, que eran sólo un poema erótico, casi porno, para motivar la reproducción biológica…¡qué tontos!, no saben lo que se pierden. Sin mística verdadera no se satisface el deseo, ni del célibe, ni del casado, perdón S. FREUD, porque como decía SANTO TOMÁS DE AQUINO: “SÓLO DIOS SACIA”. Lo que me recuerda un pasaje de BRUCE MARSHALL: “– Todo eso que acaba usted de decir no hace más que probar lo que siempre he sostenido: que la religión es un sustitutivo de la sexualidad – dijo miss AGDALA. – Por mi parte – contestó el PADRE SMITH – prefiero seguir creyendo que la sexualidad es un sustitutivo de la religión y que el hombre que llama a la puerta de un burdel está buscando, inconscientemente, a Dios” (El mundo, la carne y el Padre SMITH, Biblioteca Universal Caralt, Barcelona, 1975, p. 115). Cf. E. KOMAR “Inmanencia y afectividad” en Curso de Metafísica 1972-1973, Ediciones Sabiduría Cristiana, 2008, pp. 39-59. 
El Señor: “Bueno, ya que estamos dentro, ¿qué es eso?
El monje: “La pureza de corazón”. (El objetivo de la vida monástica). Aquí disponemos de primorosa valija en oro y plata: la piedad, la caridad, el gozo en el Espíritu Santo. (Fin de la vida monástica). Aquí desenrollamos ante tus ojos telas preciosas: lecturas, meditaciones, oraciones, contemplaciones. (Medios de la vida monástica. Los pasos de la lectio divina según GUIGO II, el cartujo en la Scala Claustralium o Scala Paradisi). Los juicios del Señor son verdaderos y enteramente justos, más deseables que el oro, más que la perla, más dulce que la miel de un panal que destila. Y tu siervo los cumple (Cf. Vulgata, Sal. 18, 12).
Vamos, pide lo que quieras”.
El monje: “La visión de Dios (ver a Dios)”.
El Señor: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios (Cf. Mt. 5, 8). (Vincula aquí magistralmente lectio divina, puritas cordis y visio. Lo mismo que hace GUIGO.) Suelta el séptimo fardo”. 

Séptimo fardo x Séptima bienaventuranza

El monje: “Ya está, mira; la paz”.
El Señor: “Y tú me vas a vender a mí tu paz?” (Vende al Señor, lo que Él le ha dado, negocio redondo. Este negocio no es otra cosa que la virtud de la religión).
El monje: “Ni conviene a mi pobreza ni incumbe a tu justicia; además desentona con tus riquezas que recibas de mí algo gratis. (Ejemplo del arte del regateo, tan del Oriente Próximo y de las calles Corrientes e Ituzaingó del centro de Córdoba de la Nueva Andalucía). 
Pero, ya que por tu generosidad  tengo de todo y me sobra, sólo pido que me atiendas en lo único que me falta; soy un pobre campesino y de baja condición, hecho de barro, modelado de arcilla (Cf. Gn 2, 7). Me disgusta mi baja condición. No quiero que me denigren más diciéndome: Eres polvo (tierra), y al polvo volverás (Cf. Gn 3, 19). Lo que quiero es oír: eres cielo y al cielo irás. Deseo el destino de los hijos de Dios. Suspiro por ser hijo de Dios. (El deseo del cielo y la condición filial son las claves de la vida cristiana en general y de la monástica en particular).
El Señor: “Confieso que lo he dicho y no lo niego: Dichosos los pacíficos, porque ellos se llamarán los hijos de Dios (Cf. Mt. 5, 9. Si mantienes la caridad de los hijos, conseguirás (alcanzarás) la herencia (Cf. Ef 5, 5). Ya sólo te queda un fardo; ábrelo”. 

Octavo fardo x Octava bienaventuranza

El monje: “Sólo contiene persecuciones y quebrantos (tribulaciones) por causa de la justicia”.
El Señor: “¿Qué reclamas (exiges) por ellos?”.
El monje: “El reino de los cielos”.
El Señor: “Ya te lo he dado como precio y como premio de tu pobreza”. (Sirve de inclusión textual).
El monje: “Es cierto, pero de mes a mes y de un sábado tras otro (Cf. Is 66, 23). Quiero garantías. (Finalidad de toda transacción comercial). Reclamo en este sábado o mes la mitad de lo que me deben, y el resto lo espero para el próximo sábado o mes. (Distinción entre precio, garantía, anticipo, parte de pago, interés. Debe haber ido a una escuela comercial). 

Primera conclusión:

El Señor: “Admiro tu habilidad (prudencia) para los negocios. Y ahora, ¡muy bien, empleado bueno y fiel! Como has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de lo mucho; pasa a la fiesta de tu Señor (Cf. Sal 127, 2). Todo el mundo está harto (lleno) de hombres que se aprovechan de su habilidad (arte) negociadora. (Y eso que todavía no se habían inventado ni el liberalismo, ni el capitalismo, con sus alianzas e hijos llamados “neos”, y no había mercados comunes, ni globalización, perdón FMI).  Pero son muy pocos los que tienen su sagacidad (diligencia). Por eso quisiera que expusieras y explicaras tu planteamiento (modo) y método (tenor) para negociar, porque quizá provocarías (a ver si mueves) (Cf. Sal 77, 58) a alguien de tu condición (carne) a seguir tu ejemplo (a que te imiten). (Sugiero hasta que aparezca el próximo de EUTRAPELIA hacer Lectio divina con el Evangelio de Lucas en el c. 12, 13-14, DISCURSO CONTRA LA CODICIA, seguir en el c. 16, las parábolas del administrador y del rico y LÁZARO, y concluir en el c. 18, el relato del hombre rico).
*CARTA DEL MÁS ALLÁ*

*Nos ha llegado por e-mail un correo de nuestro admirado FRANCISCO DE QUEVEDO, quien, no queriendo quedarse afuera de la EUTRAPELIA, y habiendo sido él mismo preclaro exponente de la eutrapelia y la sátira, nos quiere compartir esta joya de una de sus obras. Que lo disfrutes, amigo lector. Son unas palabritas de un avariento queriendo entrar al cielo*.

“Llegó tras ellos un avariento a la puerta y fue preguntad qué quería, diciéndole que los diez mandamientos guardaban aquella puerta de quien no los había guardado; y él dijo que en cosas de guardar era imposible que hubiese pecado. Leyó el primero: “Amar a Dios sobre todas las cosas”, y que él sólo aguardaba a tenerlas todas para amar a Dios sobre ellas: “No jurar su nombre en vano”; dijo que aún jurándole falsamente, siempre había sido por muy grande interés, y que así no había sido en vano. “Guardar las fiestas”; éstas y aún los días de trabajo guardaba  y escondía. “Honrar padre y madre”: Siempre le quité el sombrero.
“No matar”: - Por guardar esto no comía, por ser matar el hombre comer.
“No fornicarás”: - En cosas que cuestan dinero, ya está dicho. “No levantar falso testimonio”.
-         Aquí – dijo el diablo – es el negocio, avariento; que si confiesas haberle levantado, te condenas, y si no, delante del juez te le levantarás a ti mismo.
-         Enfadose el avariento y dijo:
-         Si no he de entrar, no gastemos tiempo. – Que hasta aquello rehusó de gastar.
Convenciose con su vida y fue llevado a donde merecía”.

*FRANCISCO DE QUEVEDO y VILLEGAS*
 


(Sueños y discursos. Francisco de Quevedo y Villegas, Clásicos  Castalua, Argentina, 1986, pág. 81). 

*CONTRA LOS SAHIHONDOS DE ESTE MUNDO*.

*RICARDO LEÓN (Novelista y poeta, 1877-1943)* 

Vengo de mis soledades
Para sacudir la pereza
Con el trajín y viveza 
De las alegres ciudades.
¡Oh, feria de vanidades!
¡Oh, bazares de mujeres!
¡Ingeniosos artificios,
Antesala de los vicios
Y lonja de los placeres!

¡Qué de pedantes hinchados,
Qué de altivos mandarines
Y ociosos parlanchines
Con ínfulas de letrados!
¡Qué de tontos disfrazados
De sapiencia y arrogancia!
¡Qué generosa abundancia
De petulancia y licencia!
¡Cómo progresa la ciencia…
De la atrevida ignorancia!

Las lecciones de la Historia
Lecciones son de humildad,
Los hombres de esta edad
Tienen flaca la memoria.
Juzgan que sube su gloria
Porque vuelan en aeroplano;
Presume el orgullo humano,
Con aires de fanfarrón,
Que por la nueva invención
Ya tiene el cielo en la mano. 

Que hoy el afán nos consume
De preñar la calavera;
Ya no hay cerrada mollera
Que de ciencia no rezume.
Ya todo el mundo presume
De sutil sabiduría;
La noble filosofía
Vive en la plaza y en cueros;
Hogaño, hasta los barberos
Estudian Sociología…

¿Oh ferias de vanidades!
¡Oh, bazar de felonías,
Mercado de lencerías
Y almacén de liviandades!
Me vuelo a mis soledades,
Que en mi apacible jardín,
Fuera del loco trajín
De esta caterva de abantos,
¡Me río de los encantos
Del trapacero Merlín!

A mis soledades voy
Aburrido de esta farsa,
De la estúpida comparsa
De los bachilleres de hoy.
Voyme, pues tan harto estoy
De histriones y de facetas,
Parlanchines e indiscretos
Con ínfulas de letrados…
¡Que me vuelvo a mis cercados
En busca de analfabetos! 


*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EMERITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía, 26 de julio del Año de 2010. Fiesta de SAN PANTALEÓN, Mártir. Se conmemora a la Señora MARÍA EVA DUARTE DE PERÓN, “EVITA” – 1919. 7 de mayo – 27 de julio. 1952 - jefa espiritual de la Nación y Abanderada de los Humildes. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gratias agamus Domino Deo nostro! gspp. *

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