*Este es uno de los capítulos de la Segunda Guerra Mundial 1939-1945 que los vencedores de la misma han ignorado sistemáticamente, sobre todo por hallarse implicados ambos bandos aliados en la responsabilidad de los acontecimientos.*
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
*LA VICTORIA de TITO sobre MIHAILOVICH fue un triunfo de la brujería moderna conocida como dialéctica marxista. Tesis: TITO y el pueblo eran uno. Antítesis: MIHAILOVICH estaba en guerra con TITO. Síntesis: MIHAILOVICH era un Enemigo del Pueblo. Un falso silogismo conduce a otro. Los comunistas eran “demócratas”. Los chetniks eran anticomunistas. En consecuencia, los chetniks eran fascistas. Mediante la misma táctica de “ciencia histórica” se indujo a los Aliados Occidentales a creer que RUSIA era una democracia. HITLER estaba en guerra con STALIN. HITLER era un fascista. En consecuencia, STALIN era un demócrata.*
*LEIGH WHITE Balkan Caesar. Titus versus Stalin. Charles Scribner`s Sons. Nueva York, 1951, p. 45. *
“Asombra que, en Occidente, donde es imposible ocultar por mucho tiempo un SECRETO POLÍTICO, ya que inevitablemente trasciende a la Prensa y se divulga, haya sido celosamente guardado por los Gobiernos británico y norteamericano el SECRETO de esta traición, probablemente el ÚLTIMO SECRETO de la Segunda Guerra Mundial, o uno de los últimos. Encontré a muchos de ellos en las cárceles y campos, y durante un cuarto de siglo me resistí a creer que la opinión pública de Occidente no supiera nada de esta gigantesca – por su envergadura – extradición, por medio de la cual los Gobiernos occidentales entregaban gentes sencillas de RUSIA al ensañamiento y a la muerte.*
*ALEXANDER SOLZHENNITSYN, Archipiélago Gulag, 1918-1956 literaria, Plaza & Janés, Barcelona, 1974, p. 79.*
“El 20 de febrero, el PAPA PÍO XII hizo pública una declaración protestando contra “la repatriación de hombres contra su voluntad y la negativa a concederles el derecho de asilo”. Unos representantes del Vaticano declararon a unos periodistas norteamericanos que la política de YALTA era “una traición a los principios morales y a los ideales por los cuales habían luchado los Aliados”, y que violaba toda idea “de humanidad y de justicia”. El Vaticano tenía conocimiento, por una fuente digna de todo crédito, de que cuando los rusos llegaban a su patria “era con demasiada frecuencia para terminar en SIBERIA”.*
*NICHOLAS BETHEL, The last Secret, Forcible Report 1944-1947, Andres Deutsch, Londres, 1974, p. 38-39.*
LO MÁS HORRIBLE, EN LA TRAGEDIA de BLEIBURG, fueron las marchas de la muerte organizadas por la Séptima Brigada de la 17ª División de Asalto partisana (guerrilleros), a través de los pueblos y aldeas de ESLOVANIA, CROACIA y SERVIA. Decenas de millares de croatas eran agrupados en columnas, con las manos atadas a la espalda con alambre a la manera rusa. Hambrientos, sedientos, demacrados, desfigurados, sufriendo y agonizando, eran obligados a recorrer largas distancias junto con sus “liberados”, montados en caballos o en carretas. Los que no podían soportar aquella “MARCHA” eran apuñalados, apaleados brutalmente hasta que perdían la vida o fusilados, y sus cadáveres eran dejados al borde de la carretera o arrojados a una zanja. Así, fueron muy pocos los croatas que alcanzaron el punto de destino final de su “marcha”.
*JOSEPH HECOMOVIC, Tito´s Death Marches and Extermination Camps. Carlton Press, New York, 1962, p. 23*.
*SCOTT cuenta hoy que la semana que siguió a la capitulación alemana fue para él la más agotadora de toda la guerra. “El meollo de la cuestión estaba en que nadie tenía la menor idea de lo que iba a ocurrir a continuación, ni de dónde iba a llegar. El despiste era total”. Pero sus problemas no terminaron aquella semana: el 14 de mayo, se enteró de que dos grupos de ejército croata, con un total de 200.000 hombres, estaban avanzando hacia la línea inglesa en BLEIBURG, en la frontera austro-yugoeslava. Al parecer, los croatas habían luchado en el bando de los malos”, observó SCOTT. Escoltaban a una muchedumbre calculada en unas 500.000 personas, en su inmensa mayoría ancianos, mujeres y niños, y deseaban entrar en la zona británica para rendirse y colocarse bajo la protección de INGLATERRA.
SCOTT cuenta:
“Entonces les comuniqué concisamente las tres alternativas que tenían y les concedí cinco minutos para que eligieran.
Las alternativas eran estas:
1) rendirse a los yugoslavos, en cuyo caso utilizaría mi influencia – aunque no de un modo oficial – para procurar que les trataran correctamente; 2) quedarse donde estaban y ser atacados por los yugoeslavos; 3) tratar de penetrar en las líneas británicas”.
Desde luego, SCOTT quería evitar a toda costa esta última eventualidad, ya que les plantearía engorrosos problemas, políticos y administrativos, a sus hombres y a él. En consecuencia, advirtió a los croatas que si avanzaban hacia sus líneas “serían atacados no sólo por los yugoeslavos sino también por todo el peso de las fuerzas aéreas inglesas y norteamericanas, las tropas de desembarco y todas las que estuvieran a mi disposición”. En tales condiciones, no cabe duda de que serían aniquilados. *
*NICHOLAS BETHELL, ob. cit. p. 84 y 86. SCOTT era entonces general de brigada y estaba al mando de la 38ª Brigada irlandesa.*
*BLEIBURG es una pequeña ciudad austríaca casi en el límite con ESLOVENIA donde el grueso del ejército CROATA fue a rendirse ante los británicos, junto con una gran cantidad de civiles que escapaban del horror de las hordas comunistas.
Este masacre denominada también como el superkatyn croata, debe esta denominación al carácter político de las MATANZAS perpetradas por los comunistas contra sus adversarios ideológicos, y porque eliminaron 20 veces más croatas que polacos en KATYN y otros lugares en 1940.
Las matanzas en cuestión no fueron perpetradas contra los adversarios comunistas en la lucha, mientras los combatían con armas, sino sobre soldados desarmados y la población civil sin distinción de sexo o edad. Solamente entre los croatas las víctimas las víctimas ascienden a 300.000 y entre los eslovenos a 12.000. Las masacres fueron perpetradas también entre otros pueblos y minorías nacionales de YUGOESLAVIA, especialmente sobre la minoría étnica alemana. Dentro del plan soviético de provocar una enemistad perdurable entre los pueblos eslavos y sus vecinos occidentales, en Yugoeslavia fue expulsada y exterminada casi en su totalidad la numerosa minoría alemana, que antes de la guerra contaba con 500.000 miembros.
Con las matanzas sistemáticas se empezó ya en 1944, tras la instalación del gobierno de BELGRADO por el ejército rojo y bajo control comunista. Los comunistas, ya asistidos por aliados occidentales, estaban en condiciones de tomar todo el poder. El pueblo, en comicios libres, debería decidir sobre el futuro régimen y gobierno. Así fue convenido también en la Conferencia interaliada de YALTA (URSS). STALIN convino con CHURCHILL que la esfera de intereses en Yugoeslavia sería repartida por mitades. Este interés de los Aliados (URSS, EE.UU., Gran Bretaña) se debe a la posición estratégica del MAR ADRIÁTICO, dominado a la sazón por la flota y la aviación angloamericanas con bases en ITALIA, de donde apoyaban las operaciones del ejército ruso comunista yugoeslavo a la conquista de Croacia. En momentos en que la escuadra británica liquidaba a cañonazos a la guerrilla griega, prevalecía la opinión de que los Aliados occidentales no dejarían de exigir elecciones libres en Yugoeslavia. Por otra parte, los comunistas conocían bien la capacidad de los croatas de oponerse a los abusos electorales, por ejemplo bajo los gobiernos dictatoriales de la YUGOESLAVIA monárquica de absoluto predominio SERVIO.
En las elecciones de 1935 y 1938, celebradas bajo fuerte presión, sin libertad de prensa, propaganda y reunión, con voto público, los croatas votaron unánimemente contra los candidatos de la dictadura.
Por esas razones, los comunistas yugoeslavos, a medida que invadían las regiones croatas a fines de 1944 y a principios de 1945, liquidaban, sistemáticamente a los destacados dirigentes políticos nacionales, en todos los niveles sociales. Muchos se salvaron replegándose en ZAGREB, capital de Croacia, bajo el amparo del ejército croata, que luchaba denodadamente contra la invasión comunista respaldada por un lado por el ejército rojo y, por el otro por la aviación y armada angloamericana desde la vecina Italia.
A principios de mayo de 1945, el ejército croata evacuó ZAGREB y se retiró a través de ESLOVENIA hacia la frontera con AUSTRIA, para rendirse a las tropas angloamericanas. Al mismo tiempo se produjo un éxodo en masa de la población civil en busca del asilo político en la zona ocupada por las potencias occidentales.
Las autoridades militares británicas obligaron a los croatas a deponer las armas y los tomaron prisioneros con el engaño de que iban a ser enviados a un campo de refugiados inglés, mientras que ocultamente eran dirigidos hacia la frontera eslovena para ser entregados sorpresivamente a los comunistas servio-yugoeslavos.
Una prueba de la bajeza, perfidia y pérdida de los valores morales de aquellos que declaraban haber logrado la victoria para el “mundo libre”.
El 15 de mayo de 1945 se efectuó la entrega de grueso del ejército croata desarmado, a los comunistas cerca de la ciudad austríacas de BLEIBURG, contabilizando cerca de 200.000 soldados y oficiales de todos los grados y unos 100.000 civiles, entre hombres y mujeres, ancianos y niños.
Idéntica suerte corrieron los exiliados eslovenos y grupos menores de montenegrinos. Los comunistas SERBIOS se apoderaron, de ese modo, de varios centeneros de miles de sus adversarios, perpetrando después una matanza sistemática sobre los oficiales, suboficiales, soldados, dirigentes políticos, fugitivos, intelectuales, campesinos, obreros, etc. Los que no fueron asesinados, pasaron de su amarga vía crucis en las “marchas de la muerte”, en los campos de concentración y las cárceles.
Son muchos los testimonios de los sobrevivientes a esta masacre a pesar de la difícil tarea de recoger las narraciones de los testigos presenciales. Los exiliados croatas y los testigos oculares de esos crímenes vivían en condiciones hartos difíciles, expuestos en los primeros años al peligro de ser repatriados. Los inmigrantes croatas, hasta tanto no obtenían la carta de ciudadanía del país donde estaban radicados, no gozaban de protección diplomática alguna. Más bien, las representaciones diplomáticas yugoeslavas organizaban contra ellos campañas difamatorias, raptos y atentados. A raíz de uno de ellos, cometido contra el HOGAR CROATA de Buenos Aires, en 1960, murió una niña de tres años y resultaron heridos varios menores, algunos de gravedad), amén de presiones y extorsiones contra quienes osaban señalar sus atropellos y crímenes, amenazándoles con represalias contra sus familiares en la CROACIA CAUTIVA. Huelga entonces destacar el valor de quienes permitieron en todos esos años que sus testimonios se publicaran con su nombre y apellido.
Para la lectura completa de estos testimonios nos remitimos a la obra “LA TRAGEDIA DE BLEIBURG”, Studia Croatica, ed. esp. Buenos Aires, 1963.
A continuación, por varias razones de espacio, transcribimos solamente algunos testimonios, que sabrán ilustrar la dimensión del horror sufrido por el pueblo croata al finalizar de la Segunda Guerra Mundial 1939-1945.
La entrega se efectuó la tarde del 15 de mayo de 1945 cuando el general SCOTT le dijo al enviado – comisario político – de origen serbio: “Mis tanques están a su disposición”. Desde ese momento la masa que esperaba con mucha fe y esperanza la contestación del jefe británico, tuvo que “deponer las armas y diversos oficiales y soldados se suicidan, muchos otros se escapan a los bosques vecinos…”.
Al alejarse las primeras filas de los prisioneros apenas unos dos o tres kilómetros del campo de BLEIBURG y a la vista de los británicos, empezó la matanza en masa de soldados y civiles croatas.
“Mi columna fue puesta en fila, debiendo retornar, según se dijo, al lugar de donde habíamos partido. Pero apenas alejados unos kilómetros de las tropas británicas, comenzaron a golpearnos con las culatas de los fusiles en la cabeza y en el cuerpo, rompiéndonos dientes y costillas. Quien salió un poco de la fila fue golpeado con el fusil y apuñalado…Yo tenía entonces 16 años, pero puedo recordar lo que he visto con mis propios ojos. De NARIBOR a ZIDAI MOST, donde llegamos el día 14 de mayo, vimos crímenes increíbles: cuerpos deformados y amputados de una mera inverosímil. De los árboles colgaban cuerpos desnudos o golpeados por todas partes. Personas con ojos, corazón, lengua, genitales o uñas arrancadas…”. En un memento, este joven soldado que dio su juramento y en presencia de testigos, cuenta lo ocurrido cuando se topó con una unidad búlgara, que estuvo allí presente bajo de comando superior del ejército ruso. Cuenta que al ver los oficiales búlgaros cómo un partisano SERBIO maltrata y luego asesinada a los soldados croatas desarmados, lo detuvieron diciéndole: “Bestia humana, no los matas porque son “ustachis”, sino porque son croatas”. “Allí veo tres cuerpos que tú mataste que cayeron por sus derechos y por su patria”. El nombre del testigo es JOSÉ JELENIC, acta realizada en MÜNICH, Alemania, el 4 de septiembre de 1960.
Todos los caminos que iban desde la frontera austríaca hacia KOCEVJE, CELIE, MARIBOR, LJUBLJANA otros lugares se llenaron de cadáveres de los que repudiaban el poder de los allegados a MOSCÚ, defendiendo su libertad y la de su patria. “Saqueados de sus bienes personales, muchas veces atados con alambre en grupos, los que no fueron asesinados en el camino, fueron fusilados sobre los bordes de los precipicios y barrancos más profundos. Otros terminaron en fosas comunes, excavadas por los mismos prisioneros (los alemanes corrieron la misma suerte), cuando no fueron “ajusticiados” con bombas de mano en las minas abandonadas o tirados al abismo de las grutas, cuyas entradas luego fueron cerradas con explosivos…”
LAS “MARCHAS DE LA MUERTE”, como llamaban el pueblo a esas caminatas forzosas hasta caerse muertos, servían para difundir el pánico entre la mayoría de los ciudadanos a lo largo de todo el territorio de la segunda YUGOESLAVIA. LA “LIBERACIÓN”, como los partisanos llamaron la sangrienta invasión de las aldeas desarmadas de CROCIA y ESLOVENIA. En dichas marchas murieron del cansancio, de los golpes recibidos o de los tiros en la nuca miles de inocentes. Un ciudadano montenegrino, que pertenecía a los nacionalistas porque se oponía a ser considerado serbio – como los forzaban a decir los CHETNICKS serbios -, cuenta lo ocurrido en su experiencia personal: “Nosotros los montenegrinos depusimos las armas igual que los croatas en la frontera. Llegamos a DRAVOGRAD antes de la noche… A la mañana siguiente nos dirigimos en fila hacia MARIBOR. A los bordes del camino vimos muchos cadáveres de los croatas. Los reconocí por sus uniformes…He visto los BUNKERNS, construidos por loa alemanes, llenos de cuerpos humanos. He visto muchos, pero no puedo saber exactamente cuántos porque los partisanos nos obligaban a correr sin parar…” Este es un extracto del acta levantaba el 20/6/45 en el campamento “PICCOLO”, en VILLACH, Austria, con DIMITRIE PETROVIC, de Sokolski Orasi, distrito Cetinje (MONTENEGRO), testigo ocular de los sucesos acaecidos del 12 al 20 de mayo de 1945.
“…En JESENICE (ESLOVENIA) los prisioneros fueron tirados fuera del tren en condiciones lastimosas y caminaron hasta un campo situado a tres kilómetros de distancia. Cerca de un diez por ciento de los prisioneros fue separado en un grupo y el resto en otro. Al preguntar yo a los guardias el motivo de la separación, me contestaron que el grupo más numeroso sería liquidado antes. Cuando me aleje del campo estaba oscuro. Sentí disparos de las ametralladoras y el guardia me dijo: “EH, LOS ESTÁN MATANDO. LÁSTIMA QUE TENGO QUE ESTAR AQUÍ, YA QUE HUBIERA PODIDO PARTICIPAR ALLÍ DEL BOTÍN…”.
Esto es testimonio de BRASNISLA TODOROVIC, ex teniente del “ejército de liberación yugoeslavo”, quien se escapó ya en junio de 1945 y una vez en ITALIA contó ante dos testigos (uno de los cuales es MILIVOJ RATKOVIC, que vive en la Argentina y fue diputado nacional por el Partido Justicialista (TUCUMÁN), y ante el Departamento de Investigaciones del Ministerio del Exterior británico destacado en ITALIA, registrado con fecha de 11 de agosto de 1945.
La masacre de Bleiburg es un acontecimiento que nos permite ir visualizando las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial desde un ángulo distinto al conocido oficialmente. Este hecho ha sido silenciado por ambos bandos vencedores y no sólo satisfechos con esto crearon mentiras acusando a los croatas de matanzas en masa, pasando éstos de víctimas a victimarios.
En “El País” del 21 de febrero de 1981, encontramos una interesante noticia, remitida por JUAN ELORRIAGA, corresponsal del diario en la capital de la antigua Yugoeslavia:
“El croata FRANJO TUDJMAN, de 59 años de edad, ex General e historiador yugoeslavo, fue condenado ayer el ZAGREB por un Tribunal de la República Federal Yugoeslava de CROACIA, a tres años de cárcel y a uno de privación de palabra pública (libertad de expresión). El Tribunal le juzgó por delito de presentación falaz y malintencionada de la realidad yugoeslava en cuatro entrevistas a la prensa, la radio y la TV extranjeras.
“Uno de los cargos principales había sido el de apología del terrorismo por su participación como entrevistado, en el programa de la TV sueca “LOS CROATAS: ¿TERRORISTAS o COMBATIENTES DE LA LIBERTAD?”.
“FRANJO TUDJMAN, durante cuatro días que duró la visita mantuvo todas sus declaraciones efectuadas, tildadas por un fiscal por un fiscal de separatistas y de alentar contra la “fraternidad y la unidad” de las seis repúblicas yugoeslavas.
“El excombatiente partisano TUDJMAN se defendió de las acusaciones ayudado por sus abogados, aduciendo que se había limitado a informar a la prensa extranjera del resultado de sus investigaciones científicas como historiador sin intención falaz o malintencionada.
“Una de las afirmaciones de TUDJMAN que más fuertemente retumbaron en la sala del Tribunal antes unas cuarenta personas, con periodistas extranjeros y un representante de AMNISTÍA INTERNACIONAL, fue que en JASENOVOC, el campo “USTACHI” de la muerte, no murieron entre 1941 Y 1945 más que 59.653 servios, judíos y gitanos, cifra espantosa, pero inferior a la oficial. Los cronistas del holocausto servio y antifascista a manos del Estado croata de ANTE PAVELIC dan, en cambio, cifras de 600.000 víctimas.
“Los abogados de TUDJMAN declararon en ZAGREB que su cliente es “marxista de los diecisiete años y que siempre fue socialista”. El Tribunal ha tenido en cuenta atenuantes como el de que el procesado participara en la resistencia antifascista a las órdenes de otro croata, TITO, desde los primeros días de la INSURRECCIÓN del Ejército Popular yugoeslavo, habiendo accedido al rango de general del mismo”.
Esta vieja noticia tiene gran importancia en dos aspectos. Uno es que TUDJMAN tira por tierra la propaganda aliada creada para desacreditar el más fiel del III REICH y que ha querido hacer cargar con un sentimiento con un sentimiento de culpa a los CROATAS y a la vez crear un mayor resentimiento de los SERVIOS para con éstos.
En el segundo aspecto vemos la importancia del revisionismo mundial en esta época, ya que un historiador revisionista que se encontraba en prisión, pasó a ser el Presidente de CROACIA en las elecciones realmente libres que fueron convocadas en el contexto de la CAÍDA DEL MARXISMO en EUROPA ORIENTAL.
Hechos como los de BLEIBERG, DRESDEN, HAMBURGO, KATYN y muchos otros, nos llevan a otra y, quizás, una de las más importantes causas de la macabra y morbosa invención del “holocausto” judío. No sólo la extorsión económica por medio de las indemnizaciones y lo relacionado a la cuestión histórico-política (condena moral a los derrotados y la prohibición de toda ideológica política similar), sino al hecho de querer ocultar el gran Holocausto que se le ha hecho al pueblo europeo.
Esto se puede observar hoy día de la década del “90” en la criminal guerra que soportan los croatas, hablándose en la prensa misma sobre ejecuciones en masa y trato inhumanos en los campos de concentración servios. En la misma no se condena a los asesinos, los hechos son mostrados como acontecimientos aislados, sin ninguna relación víctimas-agresores y con títulos como “campos de concentración nazis”, como en el ghetto de VARSOVIA. ¡Otra vez los judíos son las víctimas!
Esto nos permite ver con claridad que el manejo de la información es la clave. Esta es una poderosa forma de dominio por medio del engaño y el Revisionismo está aquí para liberarnos de ello. (REVISTA REVISIÓN, nº 1, vol. 30.10.1992, Buenos Aires, por el Centro de Estudios PAUL RASSINIER, p. 35-41, Director ANDRÉS SELJAN).
“NEGAR EL HOLOCAUSTO PUEDE SR MONUMENTALMENTE INJUSTO. SIN EMBARGO, EL PEDIR QUE ESO SEA TRATADO SOLAMENTE DENTRO DE LOS LÍMITES APROBADOS PUEDE SER A LA VEZ UNA MAYOR INJUSTICIA”
(EDITORIAL del NEW YORK TIMES, 15 DE ENERO DE 1992)
“LA IDEA DE QUE LA MANERA DE COMBATIR ESTOS ANUNCIOS (REVISIONISTAS) ES SUPRIMIÉNDOLOS ES UNA MALA ESTRATEGIA… LOS ESTUDIANTES DEBERÍAN SER ALENTADOS PARA INVESTIGAR CUALQUIER HECHO HISTÓRICO”
(EDITORIAL DEL “WASHINGTON POST”, 21 DE DICIEMBRE DE 1991)
*El REVISIONISMO NO ES PARA NOSOTROS NI UNA “MODA” NI UNA “REIVINDICACIÓN” DE UN PASADO MUERTO Y BIEN MUERTO. QUIENES SE ACERCAN A LA HISTORIA CON ÁNIMOS REVANCHISTAS, QUIENES ELUDEN LA VERDAD COMO CONSECUENCIA DE INCURABLES “TICS” IDEOLÓGICOS, QUIENES HACEN DE UN EPISODIO UNA IDÍLICA ARCADIA COMETEN UN CRIMEN INTELECTUAL DE PRIMERA MAGNITUD. HOY, EN 1991-2011, LA VISTA ATRÁS HA DE SER UN ACTO DE LIBERTAD QUE DEBE COMPORTAR UN RESUELTO TALANTE DE CAPACIDAD DE ANÁLISIS, COMPRENSIÓN Y EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS HISTÓRICOS SIN ANTEOJERAS DE NINGÚN TIPO. ¿QUIÉN TIENE MIEDO A LA HISTORIA? ¿A QUIÉN LE REPUGNA LA VERDAD? PRECISAMENTE A AQUELLOS QUE TIENEN MUCHO OCULTAR, LOS MANIPULADORES DE CEREBROS O AQUELLOS OTROS QUE, IMPREGNADOS DE UN SECTARISMO RIDÍCULO Y A TODAS LUCES IMPRESENTABLE, SE REGODEAN EN SU PROPIA IGNORACIA.*
(Revista Revisión España).
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar Diario Pampero Cordubensis nº 58 de Córdoba de la Nueva Andalucía AL 25 de ENERO del Año del Señor de 2011, Memoria del RP D. ANDRÉS OSTRIC, ¡NACIONALISTA y VALOR POR CROACIA! Sopla el Pampero, ¡VIVA LA PATRIA. ¡Oh juremos con gloria morir!*
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