II) LA CONQUISTA DE LA CHINA por MAO TSE – TUNG (1945-1949) por el General L.M.CHASSIN. Buenos Aires, 1962.
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
*Capital: PEKÍN (BEIJIN). Superficie: 9.596.961 km2. Moneda: YUAN (renmibi)- Idiomas: mandarín de Pekín (putonghua, lengua común oficial); ocho dialécticos con numerosas variantes; 55 minorías nacionales tienen su propia lengua). Forma de Estado: república socialista unitaria y multinacional (22 provincias, 5 regiones autónomas y 3 grandes ayuntamientos: PEKÍN, SHANGHAI, y TIANJÍB. Sistema de gobierno: demócrata popular basado en el régimen de partido único y una ideología de Estado: el “marxismo-leninismo”. Partido único: Partido Comunista (secretario general; JIANG ZEMÍN, desde el 24.6.89). DENG KIAPING se mantiene como árbitro del régimen. Problemas de soberanía territorial: TAIWAN (FORMOSA) es considerada por CHINA CONTINENTAL como una provincia segregada que algún día deberá reintegrarse a la Madre patria; HONG KONG debió reintegrarse en 1997, así como MACAO, en situación de administración portuguesa hasta 1999. Los archipiélagos del sur del Mar de la CHINA (Spratly, Paracelso, Pratas, Mcclesfield) son objeto de múltiples reivindicaciones (por parte de VIETNAM, TAIWAN, FEDERACIÓN MALAYA, FILIPINAS y BRUNCI). Las islas Senkaku, bajo administración japonesa, son reivindicadas por PEKÍN. Por lo demás, INDIA y CHINA reivindican mutuamente sendos territorios fronterizos, respectivamente Aksai Chin y Arunachal Pradesh.
CHINA, un Estado indivisible, como han manifestado, en la estela de tradiciones milenarias, las constituciones promulgadas a partir de 1952, está compuesta de hecho por varias entidades. TAIWÁN es un Estado aparte que, sin embargo, se considera parte integrante de la CHINA CONTINENTAL , a condición de que esta última no sea comunista. HONG KONG, colonia británica, está condenada a regresar en 1997 y volvió nomás, al regazo de la CHINA CONTINENTAL , siempre que se respeten los acuerdos chino-británicos, que deben otorgarle en esa fecha un “Estatuto Especial”; y suerte parecida ha de correr en 1999 MACAO, hasta entonces territorio bajo administración portuguesa. La propia CHINA CONTINENTAL se subdivide prácticamente en tres “sub-Chinas”: LA CHINA MARÍTIMA , LA CHINA INTERIOR Y LAS REGIONES PERIFÉRICAS MENOS DESARROLLADAS Y POBLADAS POR GENTE NO CHINA. Desde comienzos de la década de 1980, unos cincuenta millones de descendientes de CHINOS, emigrados a ultramar (huaquiao), oriundos sobre todo de CHINA MERIDIONAL, desempeñan en el Sureste Asiático (y más allá) un papel harto importante, porque se mantienen cada vez menos apartados de la vida socioeconómica de los países donde viven. Su acción sobre el Continente se debe a su poderío económico, pero su peso cultural es aún más considerable, gracias a su creciente presencia en el mundo. La irresistible evolución del Continente hacia el capitalismo ha llevado a la aparición en unos años de una ECONOMÍA de varios mercados. Si bien la manifestación más sensible de los cambios que está conociendo la CHINA CONTINENTAL puede percibirse a nivel provincial (en lo referente a la creciente autonomía de la economía, y asimismo de la política de desarrollo), estos últimos años han reforzado la preeminencia de las ciudades.
Apéndice bibliográfico:
CHARLES BETTELHEIM: Revolución cultural y Organización Industrial en CHINA. Siglo XXI Ed. Buenos Aires, 1974-
CHARLES BETTELHEIM: CHINA: LA LUCHA POR EL PODER. Ed. Ricou, 1978 (Hacer), Barcelona,
CHINA: Antecedentes de la Revolución Cultural Proletaria. Tres Documentos Fundamentales, Ed. de la Larga Marcha. 1973, Buenos Aires.
Varios autores: COLLOTTI PISCHEL, ROSANDA, MACCIO, BETTELHEIM, DEUTSCHER y MAO TSE-TUNG, La revolución cultural china, Cuadernos de Pasado y Presente, º 23, Córdoba, 1971.
ROLAND LEW, La Trayectoria del maoísmo. CHINA y la crisis del mundo capitalista. Ed. “El Caballito”, México, 1978.
Siempre es fácil de explicar, cuando ya es demasiado tarde, las causas de los acontecimientos, incluso si durante su desarrollo uno se ha equivocado al predecir su final. Al leer esta obra se tiene la impresión de que, desde 1946, la derrota de los nacionalistas era inevitable. Y, sin embargo, los observadores más avisados e imparciales, los que conocían mejor el revés del juego, dudaron, hasta el final de 1948, en pronosticar la completa victoria de MAO TSE-TUNG. Es que la solución de los problemas chinos puede tener sobre el futuro del mundo una influencia tal, que era extremadamente desagradable a los occidentales tener en cuenta semejante desastre para su causa. Preferían aferrarse a la derrota de HSUCHOW y la llegada de los rojos al YANGTZÉ, algunos aún confiaban en una partición de CHINA en dos partes, como ya sucediera en el pasado bajo los SUNG.
Al principio las probabilidades de éxito de éxito de MAO era muy pocas. Era totalmente superado en número de soldados y en armamento y sólo dominaba un pequeño territorio, sin finanza, sin recursos, sin aliados. Suprema desgracia: los amos del comunismo ruso le abandonaron y, tratando con su mortal enemigo, decidieron reconocer a éste último como jefe de CHINA y entregarle MANCHURIA. Frente a MAO: un hombre, al que la propaganda había dado estatura de gigante, que debía formar parte del concierto de los Cuadros Gigantes previsto por el presidente ROOSEVELT para gobernar al mundo, dueño de más de 350 millones de habitantes, de aguerridos ejércitos, de enorme material moderno, y seguro del total apoyo de la gran República americana, el Estado más poderoso del mundo en 1945. ¿Quién hubiese podido tener duda entre ambos campeones?
En este caso los adversarios eran de la misma raza, de la misma milenaria civilización. ¿Cómo es que el mismo hombre, lamentable soldado entre los nacionalistas, haya podido convertirse algunos meses después, en un héroe entre los rojos, que las liebres hayan podido, súbitamente, transformarse en leones? Es que las potencialidades del hombre son inmensas. Es capaz del heroísmo al igual que de la cobardía. Pero no se convertirá en un héroe si no se logra inculcarle una fe, una creencia en una doctrina que le impulse a dar alegremente su vida.
No existe raza o generación degenerada. Los niños de hoy tienen las mismas cualidades innatas que aquellos de los siglos pasados. Todo reside en la educación o, si se quiere, en el acondicionamiento de los hombres. La causa primera del éxito de MAO es que ha conseguido dar una fe a los campesinos chinos, recurriendo a reflejos milenarios. Las doctrinas totalitarias siempre se basan sobre slogans simples y fáciles de explotar. HITLER había conseguido como tema exterior la abolición del tratado de VERSALLES y, como tema interior, la lucha contra los judíos y los comunistas. MAO no ha hecho más que seguir la ruta trazada. Como tema exterior, ha tomado nuevamente el eterno tema del nacionalismo xenófobo, la lucha contra los imperialistas extranjeros que esclavizaban CHINA, esa CHINA mucho más civilizada, sin embargo, que sus propios países, apenas salidos de la barrieres. Como temas interiores, ha apelado hábilmente a los instintos de justicia social y de propiedad, tan poderosos en el corazón del hombre. Al proclamar la reforma agraria, despojar a los terratenientes, disminuir los impuestos y dar a los obreros agrícolas un pedazo de tierra en propiedad, ha jugado la mejor de sus cartas.
Pero es necesario reconocer que, además de esos objetivos prácticos, supo hacer de sus soldados los obreros de “UNA CHINA PODEROSA, HONRADA, EN DONDE REINARÍAN LA JUSTICIA , LA VERDAD y LA PAZ ”. Y esto lo ha obtenido merced paciente y sostenido de una diaria educación POLÍTICA. En la jornada del soldado rojo la lección sobre política marxista desempeñaba un papel más importante que el manejo de las armas. Llevado de la mano por hábiles maestros, el campesino bajo las armas devenía rápidamente en un fanático, un apóstol de la nueva religión. Estaba dispuesto a sacrificar su vida por un mañana mejor. Es ésta la razón fundamental de la victoria de MAO TSE-TUNG, ya que en una guerra civil es casi siempre triunfador el partido que sabe alcanzar el apoyo de la población.
Notemos que para conciliar al pueblo CHINO el líder marxista no ha dudado en realizar, si no mutilaciones a la doctrina – siempre ha sido un marxista ortodoxo – al menos una marcha prudente, de tal modo que, en el primer momento, no aparecieron ante los campesinos más que ventajas del nuevo régimen y ninguno de sus espantosos defectos. Cuando el ejército rojo llegaba a un pueblo, incluso en las provincias donde la propiedad estaba ya dividida – y este caso se daba a menudo en CHINA CENTRAL – había siempre terratenientes o, al menos, campesinos ricos y siempre había algún colaboracionista en los japoneses. Igualmente, siempre había obreros agrícolas miserables. Primeramente los habitantes del pueblo constataban que lejos de entregarse al pillaje, las tropas rojas eran perfectamente correctas y no pedían sino ayuda. Luego, el líder político comunista los reunía. Muy pronto ponía en la picota, con la aprobación general, al burgués pro-japonés y al propietario explotador. Se distribuía, entre los no poseedores, las tierras de los condenados. Se distribuía, entre los no poseedores, las tierras de los condenados. El comisario político continuaba anunciando al pueblo que, en lo sucesivo, podría votar para elegir a sus administradores y participar en los asuntos públicos. Como los funcionarios del KUOMINTANG eran a menudo incompetentes y corruptos, es fácil imaginarse con cuánta pasión la población aceptaba a los nuevos representantes de la República Popular.
AGREGUEMOS que MAO TSE-TUNG siempre se opuso, muy hábilmente, al IZQUIERDISMO en cuanto a la reforma agraria, es decir, al reparto de las tierras de los campesinos llamados MEDIANOS. Su razonamiento se basaba en el hecho de que los comunistas debían tener para sí el apoyo de la mayoría de la población. No hacía falta, en consecuencia, despojar más que a una minoría. Esto fue lo que hizo y con éxito. Bien entendido que sin renunciar a la colectivización, objetivo último del marxismo-leninismo, se declaraba que ese estado revolucionario no se alcanzaría hasta que a CHINA estuviese industrializada, es decir, hasta muchos años más tarde. Por el momento se pedía a los campesinos que ayudasen con todas sus fuerzas al ejército rojo, que los liberaba de sus opresores del KUOMITANG que eran ayudados por los imperialistas NORTEAMERICANOS. Es cosa sabida con cuánta facilidad se llega a excitar a un pueblo contra el extranjero. Esto resultó fácil en CHINA por el hecho de que el KUOMINTANG disponía de aviones norteamericanos y que los bombardeos que sufría la población civil eran efectuados con bombas fabricadas en Estados Unidos.
De este modo, por una parte la reforma agraria y la xenofobia, por la otra la buena apariencia del ejército rojo y la designación de funcionarios honestos y, finalmente, el cuidado con que se evitó al principio desarrollar el estatismo, fueron las principales cartas de triunfo del “DRAGÓN ROJO”. Pero estas cartas habrían sido sin duda insuficientes si, frente a él, CHIANG KAI-SHEK hubiese conducido una organización política fuerte y un Estado funcionando normalmente. Pues bien, no fue así. Mucho antes del fin de la guerra contra los japoneses, el KUOMINTANG estaba completamente corrupto.
El drama de la revolución de 1927 es que, contrariamente a las restantes revoluciones de la historia china, ella no terminó con una limpieza general de funcionarios y de señores corruptos. Era conocido el tema habitual. Una dinastía ocupaba el trono gracias a una revuelta provocada por la incapacidad y la corrupción de los cuadros de la dinastía precedente que oprimían al pueblo y le hambreaban. El nuevo emperador era un hombre de gran temple, lleno de deseos reformistas que no dudaba en realizarlos, destituyendo a los funcionarios corruptos y vigilando cuidosamente el mantenimiento del orden y de la honradez. Pero, a su muerte, le reemplazaba su hijo y comenzaba a dejarse ganar por la molicie. Al cabo de algunas generaciones, los viejos hábitos chinos retomaban su influencia sobre la nueva aristocracia y el pueblo comenzaba nuevamente a sufrir. Como era sufrido, paciente y estaba educado en el respeto de sus superiores, esperaba a veces durante siglos, antes de rebelarse una vez más. Al menos cada revolución le proporcionaba algunos lustros de esperanza. Ahora bien, CHIANG KAI-SHEK, cuando tomó el poder en 1927, no fue lo suficientemente fuerte para realizar la limpieza general. Por el contrario, para que su autoridad fue los grandes “señores de la guerra”, los TUKIUNS, verdaderos propietarios de sus provincias, como CHANG HSUE-LIANG o YEN HSI-SHAN. Toda la organización que ya estaba corrupta y putrefacta desde el tiempo de los manchúes continúo vigente y el pueblo no disfrutó de ningún alivio.
Segunda consecuencia de esta incompleta victoria: jamás CHIANG pudo poner en práctica sus propias ideas en el seno mismo de su partido. El KUOMINTANG se fosilizó rápidamente y se convirtió en seguida en un instrumento totalitario de opresión del pueblo, en lugar de ser el agente fiel de las reformas queridas del dictador. Por otra parte, los doctrinarios más inteligentes del KUOMINTANG, los hermanos CHEN LI-FU y CHEN KUO-FU, eran confucianos convencidos, persuadidos que nada había de cambiar en tal estructura milenaria de la civilización china y que la reforma agraria en particular era absolutamente inútil. Tal vez tenían razón desde el punto de vista filosófico, e incluso económico, ya que CHINA era, en general, un país de propiedad extremadamente dividida, lo que no impedía que hubiese mucho por hacer; al menos, disminuir las tarifas de los arrendamientos y de los préstamos usurarios. De todas maneras, rehusando aplicar la reforma, el KUOMINTANG se privaba de un poderoso medio de acción sobre el pueblo y lo empujaba al campo enemigo.
Además de esas razones generales, el partido nacionalista chino debió su impotencia a su inmovilismo y a una deplorable concepción de las condiciones económicas y militares del conflicto.
En primer lugar, a pesar de las enormes sumas que le dieron los americanos, el KUOMINTANG no fue jamás capaz de sanear sus finanzas, aunque sus funcionarios y sus tropas estuviesen con sueldos absolutamente miserables. La razón profunda es que alrededor de CHIANG, personalmente muy honrado, y en todos los escalones, todos robaban y todo el mundo traficaba. Los miembros de la familia SOOG invertían en Estados Unidos, prudentemente, decenas de millones de dólares. Desde los ministros a los representes locales del partido en las pequeñas ciudades, todos descontaban de los ingresos del Estado una parte que no llegaba nunca a las arcas del Estado una parte que no llegaba a las arcas único remedio era la clásica impresión de billetes que ocasiona la inflación y la miseria. El pueblo estaba exprimido y, como a veces murmuraba, la policía del KUOMINTANG había tomado un desarrollo considerable, inicialmente justificado por la lucha contra los colaboracionistas, pero que le habían conducido rápidamente a un medio poderoso de opresión de opresión, que era totalmente manejado por el ala derecho del partido (la pandilla C. C.). En semejantes condiciones de creciente miseria, el pueblo que había, en general, acogido con gran alegría al KUOMINTANG al final de la guerra contra los japoneses, durante la cual había demostrado grandes cualidades de patriotismo y valor, comenzó a volverse primero apático y luego decididamente hostil. Por contraste, fue rápidamente favorable a los rojos, quienes aparecieron como libertadores, al igual que los coptos de Egipto recibieron cordialmente a los árabes.
El descenso de la moral del pueblo chino, consecuencia directa de la mala administración y de la corrupción del KUOMINTANG, tuvo una directa repercusión en el valor del ejército nacionalista. Hemos dicho al principio de esta obra, que el soldado nacionalista era el soldado chino clásico, es decir, el desecho de la especie humana. (Le rebut de l´espece humaine). Fuera de algunas divisiones escogidas, tal concepción no pudo ser modificada, pese a múltiples promesas de reforma. Además, no se había emprendido ninguna educación política y ninguna mística valedera era propuesta para el soldado de CHIANG KAI-SHEK. En general, no sabía por qué combatía. Contra los japoneses había tenido el sentimiento de la unidad china. Por el contrario, en esta guerra civil, el campesino de KWANTUNG no comprendía del todo por qué razón combatía en SHANSI y en MANCHURIA. Mal alimentado, mal pagado, mal vestido, mal armado, a menudo falto de municiones en el momento decisivo, sin estar sostenido por ninguna fe, resultó presa fácil para una propaganda comunista inteligente y apasionada.
Si se pasa al plano militar, estratégico y táctico, nada será mejor que ceder la palabra al general BARR que fue durante dos años, desde 1947 hasta fines de 1948, el jefe de un grupo de consejeros militares estadounidenses y que observó de cerca de los jefes y a las tropas nacionalistas.
“Se podría – dice el general BARR a principios de 1949 – escribir numerosas páginas sobre las causas del fracaso de la estrategia nacionalista. Creo que el Gobierno cometió su primer error político-militar cuando, después del día de la victoria sobre el JAPÓN, concentró sus esfuerzos en la reocupación puramente militar de los territorios anteriormente ocupados por los japoneses, no concediendo sino por poca importancia a los sentimientos regionales existentes desde mucho tiempo atrás, como tampoco a la creación de administradores locales capaces, que habría podido dar nacimiento a un vasto movimiento popular de apoyo en las regiones liberadas. Además, EL EJÉRCITO NACIONALISTA estaba trabado por una mala estrategia, concebida por un alto comando sometido a las influencias políticas y sin capacidades militares. En lugar de contentarse con consolidar CHINA del NORTE, el ejército recibió simultáneamente la orden de hacerse dueño de MANCHURIA, tarea que sobrepasaba sus posibilidades logísticas. El gobierno, intentando hacer demasiado con demasiados poco medios, se encontró con sus ejércitos dispersados a lo largo de miles de millas de ferrocarriles cuya posesión era una cuestión vital, dado que era necesario abastecer esos ejércitos desde bases situadas en el centro de CHINA. Con el objeto de conservar los ferrocarriles hacía falta también ocupar las grandes ciudades a través de las cuales pasaban las líneas férreas. A MEDIDA que transcurría el tiempo, las tropas perdían parte de su valor como ejército de combate, capaces de ofensivas, para convertirse en tropas de guarnición, perdiendo invariablemente su espíritu ofensivo. Desde el principio se subestimó gravemente la fuerza militar y la habilidad táctica comunista. Cada vez se hizo más difícil conservar un control efectivo sobre las vastas regiones rurales donde predominaban los comunistas y a través de las cuales pasaban las líneas de comunicación. La falta de fuerzas nacionalistas calificadas para combatir a los comunistas permitió, a estos últimos, hacerse más y más fuertes. Con sus ilimitados recursos, los nacionalistas perdieron continuamente terreno ante un adversario que no sólo concebía su estrategia de acuerdo con sus recursos en hombres y material, sino que además sacaba hábilmente partido de los errores estratégicos y tácticos del gobierno y de su vulnerabilidad económica.
“Al principio, los comunistas se limitaron a combatir por medio de GUERRILLAS, ciñendo sus actividades a excursiones contra las vías de comunicación y las instalaciones de abastecimientos. El éxito de sus operaciones, cuyo carácter era puramente ofensivo, suscitó entre ellos el espíritu agresivo tan indispensable para el éxito de la guerra. Por otra parte, la estrategia de los NACIONALISTAS, consistente en defender los territorios que ocupaban, desarrollo entre la “PSICOLOGÍA DEL MURO” (wall psycology: EL ESPÍRITU DE LA LÍNEA MAGINOT , fortaleza de Francia frente Alemania) QUE RESULTÓ TAN DESASTROSA PARA SUS EJÉRCITOS. A MEDIDA que los comunistas se hacían fuertes y confiados pudieron, por medio de concentraciones de fuerzas superiores, cercar, atacar y destruir las unidades nacionalistas en los campos de batallas y en las ciudades. Es un hecho característico de los nacionalistas el método empleado para la defensa de una zona o de una localidad. Cavaban trincheras o se retiraban tras los MUROS de la ciudad y allí combatían hasta el final, esperando un socorro que no llegaba jamás porque no podía extraerse de ninguna parte. Los chinos nacionalistas han rechazado todos los consejos destinados a hacerles comprender que en defensa de una zona o una localidad, contra el ataque en la guerra moderna, es necesario tomar posición lejos de los MUROS, en lugares que permitan el tiro y la maniobra. Aún más, resultó imposible convencerles de la necesidad de retirarse de las localidades y de las zonas preparadas cuando la superioridad de las fuerzas enemigas es aplastante y existe la amenaza de un aislamiento y de una derrota cierta, en tanto existe una posibilidad de retirada. En ciertos casos las razones que aducían para no retirarse y salvar sus tropas eran de de orden político, pero en la mayoría de los casos tenían la convicción de que mediante una acción estrictamente defensiva llegarían, a falta de otros medios, a derrotar por desgaste al enemigo. Es como consecuencia de esta concepción errónea y de su ineptitud para comprender que el juicio es, generalmente, lo que hay de mejor en el valor, como el gobierno perdió gran número de soldados.
“Es necesario comprender que en todo el conjunto de la estructura y del mecanismo del gobierno nacionalista se encuentra un bordado de intereses particulares a los CHINOS: FAMILIA, FINANZAS, POLÍTICA. Ningún hombre, cualquiera que sean sus capacidades, puede llegar a un puesto directivo por la sola razón de que es el más calificado; imprescindiblemente le son necesarias otras cartas de triunfo. En numerosísimos casos esas cartas consistían en tener el apoyo y la fidelidad que el generalísimo manifestaba por sus viejos camaradas militares, manteniéndolos sólo por ello en puestos de gran responsabilidad sin tener en cuenta sus capacidades. El resultado probado de este método es la mala estrategia y la táctica defectuosa que fueron tan netamente empleadas contra los comunistas.
“La colaboración y la coordinación entre las fuerzas armadas dejaba mucho que desear. El ejército, que es la fuerza más antigua e importante, proporcionaba la gran mayoría de los jefes llamados a los puestos militares superiores. Esos oficiales, cuya mayor parte son viejos y fieles contemporáneos del generalísimo, conocían poco o nada sobre las fuerzas más nuevas: la marina y la aviación. LA FUERZA AÉREA , que cuenta con 8 1 por 3 grupos, es muy superior a lo que puede mantener una nación desprovista de crédito-oro. Aunque cuenta en sus filas con más de cinco mil pilotos entrenados en ESTADOS UNIDOS, ha hecho pocas cosas, a excepción de transportes de tropas y ejecutaba ESE TRANSPORTE para provecho propio. Tuvo siempre una incesante repugnancia a arriesgar la pérdida de su equipo o de su personal, lo que demostró claramente con la obstinada negativa a realizar vuelos que no fuesen a gran altura. En la fuerza aérea china reinaba una repugnancia innata a matar a los comunistas chinos, desprovistos de fuerza aérea. Todos estos factores son importantes y lamentables, porque la aviación, sin adversario, hubiese podido aportar una inestimable ayuda a las operaciones terrestres si sus posibilidades se hubiesen empleado juiciosamente. Desde el punto de vista militar, el caso de una marina no es tan importante, puesto que su buen o mal empleo no habría podido tener sino escasas consecuencias sobre el resultado final, dado que todas las operaciones partían de bases terrestres. Desde el punto de vista económico, la marina habría podido proporcionar un inmenso interés al suprimir el contrabando en lugar de participar en él. Esta misión le fue totalmente retirada en marzo de 1948, y es sabido que el gobierno continúo perdiendo millones de dólares en concepto de derechos de aduana.
“Se podría esperar que los comunistas, siendo igualmente chinos, sufriesen iguales características y tuviesen los mismos lastimosos trazos encontrados entre los nacionalistas, pero los han manejado con sabiduría y hecho casi un fetiche de su ideología comunista. Mediante la movilización total de las regiones en su poder, mediante la propaganda, mediante los Comisarios políticos actuando en los mismos ejércitos, ellos mantuvieron el respeto por el orden establecido. Sus jefes son hombres que han hecho sus pruebas sobrepasando invariablemente el valor de los comandantes nacionalistas. La moral y EL ESPÍRITU COMBATIDO DE LAS TROPAS SON MUY ALTOS PORQUE SON VICTORIOSAS”.
Poco hay que añadir a lo expuesto. A LO MÁS, ES NECESARIO SIGNIFICAR QUE SOBRE ESPÍRITUS POCO CRÍTICOS LAS LECCIONES DE LA GUERRA A LA OCCIDENTAL HAN PRODUCIDO A VECES EFECTOS DESASTROSOS. Aunque los rojos no tuviesen aviación, por ejemplo, las unidades nacionalistas perdían una enorme cantidad de tiempo realizando artísticos enmascaramientos y protegiéndose, cavando innumerables abrigos contra bombardeos aéreos que, evidentemente, no llegarían jamás. “El acento sobre la pala”, dado que los instructores americanos, fue aún más exagerado por el espíritu defensivo propio de los nacionalistas, que estaban persuadidos de que no podían empeñarse con el adversario en proporción inferior detrás a uno. En cada alto un poco prolongado, los hombres, fatigados, cavaban trincheras. Así educados eran incapaces de mantenerse bajo el fuego y, desde las primeras ráfagas se acostaban, la cada contra la tierra, sin reaccionar. Finalmente, los standards cálculos de consumo extremadamente amplios de los de los americanos llevaban a los jefes nacionalistas a encontrar que jamás tenían suficiente munición pasar al ataque.
Frente a los nacionalistas: los ROJOS, con una excelente mortal, conservaron un notable ESPÍRITU OFENSIVO. A menudo atacaban a la bayoneta, en el momento en que las GUERRILLAS sembraban la inseguridad en las retaguardias. De este modo adquirieron rápidamente una sólida reputación de invencibilidad. Finalmente, el EJÉRCITO ROJO realizó, en 1949, una hazaña única en la historia militar mundial: CONQUISTAR UN PAÍS INMENSO, A UNA VELOCIDAD MEDIA DE MARCHA DE DIEZ KILÓMETROS DIARIOS, DESDE MUKDEN, OCUPADO EL 8 DE NOVIEMBRE DE 1948, HASTA CANTÓN, CONQUISTADO EL 15 DE OCTUBRE DE 1949. Algunas de las batallas que ha librado, como la de LIAONING y la de HSUCHOW en particular, son auténticos modelos de estrategia y táctica. Merecen ser cuidadosamente estudiadas por los oficiales de los países occidentales.
PARA CONCLUIR, puede afirmarse que el ejército rojo chino constituye una notable fuerza combatiente terrestre. Sin embargo, es preciso notar que casi siempre logró triunfos fáciles y, que en curso de esta campaña, nunca encontró frente a él adversarios resueltos, bien armados y bien comandados. Ha tomado el hábito, enfrentando a los nacionalistas, de jugar seguro del triunfo, a costa de pérdidas extremadamente débiles. Practica, principalmente, una TÁCTICA DE GUERRILLAS, excelente en su propio país, pero que no serviría en un territorio extranjero. Antes de la guerra de COREA podíase preguntar, legítimamente, lo que haría ante un adversario occidental. Ha respondido mostrando que su capacidad defensiva es tan notable como la ofensiva y, que el día en que disponga de una aviación, será un terrible adversario para los mejores. Lo mismo se puede decir de CHINA. El día en que este inmenso país agrícola esté INDUSTRIALIZADO (como aquí y ahora), jugará un papel rector en Asia y aún en el mundo, porque dispone de los recursos minerales y agrícolas necesarios, en particular en MANCHURIA y en SINKIANG. Por otra parte, el chino es inteligente, hábil, paciente, capaz de utilizar las maquinarias. Esta gobernado por un hombre de cualidades eminentes, que habrá hacerse obedecer. Ciertamente, por el momento, hay que emprender en CHINA UNA INMENSA TAREA DE RECONSTRUCCIÓN. Pero igual era el caso de RUSIA en 1918. Este ejemplo demuestra que son suficientes veinte años para INDUSTRILIZAR una gran nación agrícola y el ritmo de la historia no cesa de acelerar.
Es necesario, pues, prepararse a ver, de aquí a pocos años (de 1962-2011), si CHINA se transforma realmente en una poderosa potencia. Y SERÁ INTERESANTE ENTONCES PARA NUESTROS DESCENDIENTES VER SI LOS INSTINTOS RACIALES SON MÁS FUERTES EN EL HOMBRE QUE LAS FUERZAS IDEOLÓGICAS. En otros términos: ¿el pertenecer a la misma fe comunista hará, en el caso de la gran UNIÓN SOVIÉTICA O DE LA INMENSA CHINA , acallar las pasiones antagónicas debidas a la diferencia del color de la piel o de la forma de los ojos? ALLÍ ESTA EL SECRETO DEL FUTURO Y, SIN DUDA, DE LA RESPUESTA A ESTA PREGUNTA ES QUE DEPENDE EN GRAN PARTE LA SUERTE DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL y, tal vez, de la humanidad.
Recomendamos la lectura de: LIN YUTANG, La sabiduría de Comfucio, Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, 1974, 270 p. y CH´U CHAI y WINBERG CHAI, La cambiante sociedad de CHINA, Editorial Herrero. México, 1962, 262 p.
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EREMITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía , 18 de DICIEMBRE del Año del Señor de 2010, Fiesta de la Expectación del parto de la SANTÍSIMA VIRGEN. O “Nuestra Señora de la Esperanza ” o “Nuestra Señora de la O ”. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA ! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Gracias agamus Domino Deo nostro! gspp.*
*REIMPRESO: I) EN CHINA LA ESTRELLA (ROJA) CONTRA LA CRUZ. II ) LA CONQUISTA DE CHINA POR MAO TSE-TUNG. (1945-1949) por el General L. M. CHASSIN.*
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