Editó: Lic.
Gabriel Pautasso
Escribe:
ADOLFO DANTE LOSS
1. ¿Cómo era esa INGLATERRA que
conjuntamente con FRANCIA, BRASIL, los ORIENTALES riveristas, los itálicos-garibaldinos
y los traidores UNITARIOS querían imponernos la Civilización y la Libertad? Un
parlamento oligárquico dominado por terratenientes que detentaban el poder
político social, cultural y económico y una gran masa desposeída de derechos
políticos y de bienes económicos; la enorme riqueza y la pobreza más desvalida
que era consideraba casi como un crimen; los elevados aranceles del trigo y el
pueblo que se moría de hambre. El cuadro que MARX describe en EL KAPITAL era
rigurosamente exacto. Esta situación originada en la primera mitad del siglo
XIX, muestra ya en el seno del Estado las verdaderas disputas entre el
Caballero y el MERCADOR. El Mercador, convertido a la importante doctrina del
LIBRE CAMBIO – como nos relata CHESTERTON – acusa al Caballero de matar de
hambre a los POBRES, encareciendo el PAN para conservar su privilegio; y el
Caballero le contesta, no sin razón, acusándole a su vez de agobiar al pobre
con infinitos trabajos fabriles para conservar su preponderancia mercantil. La
aprobación de las bases fabriles – Factory acts – y la derogación de las Leyes
de Cereales – corn laws – son el reconocimiento de la situación de mutua
explotación descripta. CHESTERTON también nos dice que lo más importante que
sucedió entonces fue que no sucedió entonces, esto es, que el alboroto que se
unió por unas cuantas modificaciones secundarias no atacó las causas reales de
la SUBVERSIÓN SOCIAL.
2. Esa OLIGARQUÍA estableció las
directrices permanentes para su supervivencia: salvaguarda de las rutas y
accesos – a LA INDIA sobre todo -, conquista de los grandes MERCADOS de materia
prima, la exportación de sus productos manufacturados y la protección del
COMERCIANTE INGLÉS en todo el universo.
O. SPENGLER se refiere a esta situación y denomina a INGLATERRA como
“potencia materialista y plebeya” que recurrió desde finales del siglo XVIII,
a medios bélicos por completo distintos, más adecuados a su pensamiento y a su
experiencia. Vemos así que, junto a los ejércitos y a los ILOTAS, destinados
cada vez más afines por completo ajenos a las naciones mismas y
correspondientes sólo a los intereses financieros de los grupos particulares –
el nombre de “GUERRA DEL OPIO” ilustra drásticamente esta tesis – se
desarrollaron métodos de estrategia económica que condujeron muchas veces “en
plena paz” a batallas, victorias y paces puramente económicas, que a mediados
del siglo XIX se había convertido por completo en una “NACIÓN DE MERCADERES”.
Tal ha sido – agrega O. SPENGLER – la meta del IMPERIALISMO “liberal”,
LIBRECAMBISTA desde ROBERT PEEL.
3. LOS INGLESES distinguían a
dos corrientes políticas en ese momento: PEEL
acaudillaba a los conservadores liberales y PALMERSTON
A LOS LIBERALES CONSERVADORES. A pesar de la escasa diferencia existente en los
problemas diferencia existente en los problemas fundamentales entre la
OLIGARQUÍA INGLESA, a PEEL le cupieron los éxitos del conflicto con ESTADOS
UNIDOS DE AMÉRICA, la firma de la paz con CHINA, que dio a INGLATERRA una gran
indemnización de guerra, HONG KONG y el LIBRE ACCESO a varios puertos.
Desde 1841 A 1846, PEEL fue jefe del Gabinete, y con su Ministro ABERDEEN decidieron la intervención en el RÍO DE LA PLATA. Era necesario abrir nuevos MERCADOS a la OLIGARQUÍA mercantilista en ascenso de acuerdo a la mimetización de los medios, que hacían cambiar las cosas para que nada cambiase. Pero LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA no era la CHINA IMPERIAL en la que la Civilización y la Libertad se imponían solamente con los CAÑONES; y OBLIGADO demostró al mundo que éramos capaces de ganar la guerra –que le ganamos- a las POTENCIAS más poderosas de ese siglo. RUSSEL y PALMERSTON así lo reconocieron en el TRATADO DEL 24 de SEPTIEMBRE de 1849, triunfo de una NACIÓN que en el decir “SPENGLERIANO” se encontraba en forma para otras proezas mayores que la TRAICIÓN URQUICISTA, BRASIL Y LA MISMA INGLATERRA impidieron.
Desde 1841 A 1846, PEEL fue jefe del Gabinete, y con su Ministro ABERDEEN decidieron la intervención en el RÍO DE LA PLATA. Era necesario abrir nuevos MERCADOS a la OLIGARQUÍA mercantilista en ascenso de acuerdo a la mimetización de los medios, que hacían cambiar las cosas para que nada cambiase. Pero LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA no era la CHINA IMPERIAL en la que la Civilización y la Libertad se imponían solamente con los CAÑONES; y OBLIGADO demostró al mundo que éramos capaces de ganar la guerra –que le ganamos- a las POTENCIAS más poderosas de ese siglo. RUSSEL y PALMERSTON así lo reconocieron en el TRATADO DEL 24 de SEPTIEMBRE de 1849, triunfo de una NACIÓN que en el decir “SPENGLERIANO” se encontraba en forma para otras proezas mayores que la TRAICIÓN URQUICISTA, BRASIL Y LA MISMA INGLATERRA impidieron.
4. LA DERROTA NACIONAL DE
CASEROS dejó expedito el camino a la OLIGARQUÍA INGLESA para su completo
dominio del Río de la Plata y ya no encontraron aquí la respuesta de los humildes
pero sudorosos pero firmes CAÑONES CRIOLLOS, sino presurosos ABOGADITOS DE LA
OLIGARQUÍA nativa que se ofrecían sin muchas pretensiones para oficiar como
testaferros. Es la clásica diferencia que existe entre una OLIGARQUÍA NACIONAL
y otra de mentalidad COLONIAL, entre una ARISTOCRACIA DEGENERADA en la que aún
pervive el sentido político de DEFENSA y CONSERVACIÓN a pesar del cambio y a
través del cambio, y una OLIGARQUÍA desarraigada que jamás pasó por el estadio
de ARISTOCRACIA y que solamente conoció el mostrador como máxima aspiración.
JUAN MANUEL DE ROSAS es el monarca sin aristocracia por una esterilidad misteriosa de nuestra NACIÓN para producirla. Pero él solo se bastó para crear el país, la gloriosa CONFEDERACIÓN ARGENTINA. Que se esfumó como un corto bello sueño, por no dejar sucesores. Pasamos entonces del papel de SUJETOS de la Historia a ser OBJETO de ésta y más concretamente de la lúcida OLIGARQUÍA INGLESA. Esta, por encima de sus contradicciones internas vertebró un IMPERIO mercantil pero grandioso al fin. La nuestra destruyó al país para convertirnos en una COLONIA más o menos PRÓSPERA para sus usufructuarios.
5. En rigor de verdad, esta
parte es la historia del IMPERIO BRITÁNICO en nuestra PATRIA, que nuestra
historia –que no existe como hechos políticos protagonizados sino como
mutilaciones padecidas-. JOSÉ LUIS BUSTAMENTE, que fuera secretario de RIVERA y PAZ, nos muestra
elocuentemente la posición de la OLIGARQUÍA CIPAYA: “Si el BRASIL hubiera
entrado a cooperar en la intervención propuesta con todo su poder terrestre y
marítimo como era la mente del Gabinete de aquella época, la Cuestión pudo
resolverse en seis meses; y economía de tiempos de vida y de fortunas,
importaría, una verdadera riqueza para este País (el BRASIL), al mismo tiempo
que habrían conquistado esas Potencias, (INGLATERRA, FRANCIA y BRASIL), todo el
riquísimo presente y porvenir, que las Repúblicas del Plata, no obstante tantas
VICISITUDES, CONSERVAN AÚN VÍRGENES y ENVIDIABLES”. (“Los cinco errores capitales de la intervención anglofrancesa en el
Plata”, págs. 34 y 35. Montevideo, 1849).
Este fue el programa de gobierno cumplido minuciosamente cuando ya no lo tuvimos a JUAN MANUEL.
*FUENTE: “La Oligarquía conquistadora y la Oligarquía cipaya” por ADOLFO DANTE LOSS. Miembro del Instituto Juan Manuel de Rosas. Apareció en la revista oficial del Instituto, Año II, Segunda Época, abril de 1969, $ 100.- pags, 13 y 14. *
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EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar DIARIO PAMPERO Cordubensis. INSTITUTO EREMITA URBANUS. Córdoba de la Nueva Andalucía y del Tucumán, 28 de mayo del Año del Señor de 2012. Fiesta de SAN AGUSTÍN DE CANTÓRBERY, Obispo y Confesor. Sopla el Pampero ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! Ave María purísima! Gspp*
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