domingo, agosto 16, 2009

Los ovnis de Hitler o las armas de la esperanza

¿Son algunos de los OVNIS que han sido vistos por todo el mundo desde hace cincuenta años armas secretas fabricadas por el III REICH? Así parece, al menos, indicarlo el misterioso informe recibido por el autor ARMANDO GALANT de este reportaje, según el cual muchos de los extraños objetos voladores avistados desde 1945 corresponderían en realidad a modelos de aeronaves diseñados en su tiempo por la Alemania nacionalsocialista y mejoradas probablemente durante estos años en el interior de bases secretas.

Por Armando Galant

En numerosas ocasiones a lo largo de la guerra y con más frecuencia a mediados que la situación en los frentes de batalla se hacía más crítica, HITLER aludió con un énfasis especial a las “NUEVAS ARMAS” que el Tercer Reich estaba poniendo a punto, y en particular a un “arma secreta” que por sí sola decidiría la suerte de de la guerra, inclinando decisivamente la balanza del lado alemán.

“Con motivo de uno de los primeros discos voladores, avistados en Praga a comienzos de 1945, la prensa asoció el fenómeno a los nazis titulando así la noticia: “LOS DISCOS VOLADORES INVENTADOS EN ALEMANIA”.

Según HITLER, la potencia destructiva del arma secreta era tal que, presenciando unas pruebas, se le había “paralizado el corazón”. Estos detalles hicieron suponer que el FÜHRER se estaba refiriendo a la bomba atómica, un arma teóricamente posible desde que, en 1934, FERMI había bombardeado por primera vez el núcleo del átomo con neutrones. Sin embargo, a pesar de que Alemania posía un centro de investigaciones nucleares en el cual trabajaban unos físicos tan eminentes como los premios Nobel OTTO HAHN y WERNER HEISENBERG, los resultados alcanzados distaban mucho de ser positivos, debido a la falta de los fabulosos medios que requiere este tipo de experimentación y que sólo estaban al alcance de una superpotencia como los Estados Unidos. Por lo tanto, lo más probable es que HITLER quisiera referirse a las bombas volante – V-1 y V-2 – que se estaban ensayando en la base experimental de Peenemunde bajo la dirección de otro físico que habría de hacerse famoso mucho después de terminada la guerra y lejos de su patria: WERNER VON BRAUN, emigrado a los Estados Unidos en 1945, nacionalizado norteamericano diez años más tarde y cerebro rector de los programas espaciales de la NASA. Se dedicaron grandes esfuerzos y enormes cantidades de dinero al desarrollo y producción de aquellos cohetes: pero, cuando finalmente estuvieron preparados para su empleo, en otoño de 1944, se revelaron menos eficaces de lo previsto, sin tiempo material para mejorarlos.
La falta de tiempo impidió también la puesta a punto definitiva de otra arma que pudo haber contrapesado la superioridad aérea de los Aliados: el avión a reacción diseñado por el ingeniero LIPPISCH, cuyos prototipos demostraron ser muy superiores a todos los aparatos construidos hasta entonces. De todos modos, la idea de que Alemania no tardaría en poseer un “arma secreta” de efectos decisivos fue explotada inteligentemente por los servicios de propaganda del DR. GOEBBELS y contribuyó notablemente a reforzar la voluntad de resistencia de un pueblo que, acosado por fuerzas inmensamente superiores, tenía que vivir en gran parte de ilusiones y de espejismos.

TESTIMONIO: (ALBERT SPEER, Memorias. Hitler y el Tercer Reich vistos desde dentro. Plaza y Janés, Barcelona, 1973, pp. 516. Ministro del III Tercer REICH.

El avión a reacción no fue la única arma dotada de superioridad que, partiendo de la fase de experimentación, pudo haber sido fabricada en serie en el año 1944. Poseíamos también una bomba volante teledirigida, un avión cohete aún más rápido que los que los aparatos a reacción, una bomba cohete que se dirigía contra los enemigos con ayuda de rayos calóricos, un torpedo de marina que podía captar el sonido y, de esta forma, perseguir y hacer blanco en buques que huyeran siguiendo un curso en zigzag. El desarrollo del cohete tierra-aire estaba terminado. El constructor LIPPISICH había diseñado aviones a reacción muy avanzados para el estado de la técnica aérea de aquel tiempo, construidos según el principio monoplano.
Padecíamos, ni más ni menos, las consecuencias de un exceso de proyectos en fase de desarrollo; si con la suficiente antelación nos hubiéramos concentrado sobre unos pocos tipos, seguramente hubiésemos alcanzado logros definitivos. Por esta razón, durante una conferencia celebrada por las autoridades competentes, se decidió no fomentar en el futuro tantas nuevas ideas y elegir e impulsar con energía, de las ya existentes, una cifra adecuada a nuestra capacidad de desarrollo.


TESTIMONIO:

En la noche de la primera de las jornadas navideñas de 1944 vino a visitarnos el doctor GOEBBELS sólo. Venía abatido, sombrío y desalentado como no había visto nunca; el hombre que había fascinado a las masas y que todavía era capaz de electrizar con la pluma y la palabra, en los difíciles momentos que vivíamos, al pueblo alemán y hacerle creer al hombre en la victoria, llegaba ahora como un hombre acabado. Tomó asiento con aire y dijo:
- Estoy luchando con la idea espantosa de que voy a tener que matar a mis hijos.
- ¡No diga locuras! – increpó mi marido casi con dureza -. Estoy seguro de que no se ha de necesitar llegar a tanto ahora.
- - Mis condecoraciones ya las he quemado todas – repuso GOEBBELS.
- Me parece que ha obrado usted con precipitación – objetó mi marido en tono de voz tranquilo pero firme.
- La verdad es que me hace usted concebir alguna esperanzas – convino el ministro mirando de frente a mi marido.
- En esto intervine yo.
- Vamos a ver, HERMANN; sé franco y dime: ¿crees realmente que todavía podemos ganar nosotros esta guerra?
- HERMANN vaciló con la respuesta.
- No lo sé. ¡Simplemente, no lo sé! Pero la verdad es que es que no puedo concebir que perdamos. Tengo la impresión de que perdamos. Tengo la impresión de que cuenta con algo todavía…estoy seguro.
De modo que allí estaba entre nosotros como entre la gente del pueblo, la fe en el arma secreta. Nos asíamos a ella, a este salvavidas ideado por HITLER y propagado GOEBBELS, como el náufrago entre las olas. Y sin embargo, , nadie entre nosotros, los dirigentes, podía afirmar con seguridad si el “salvavidas” en cuestión había sido realmente fabricado o no.
Lo mismo que de mi marido había llegado HITLER a concebir recelos y a desconfiar de los demás que antes fueran sus confidentes y colaboradores más íntimos. Y lo peor de todo era que ninguno sabía lo que HITLER le ocultaba y lo que no. Después de todo, a lo mejor era verdad que existía el armasecreta.

EMMY GOERING (Emmy Goering, Goering, mi marido. Luis de Caralt, editor. Barcelona, 1972, pp. 240-241). Esposa del Mariscal GOERING.

LA REVISTA ESTADOUNIDENSE EXAMINER, EN UN ARTÍCULO PUBLICADO EL 26 DE MAYO DE 1988, DECÍA “LOS PRESUNTOS EXTRATERRESTRES DE LOS QUE SE HABLA SON NAZIS QUE DESEAN REEDIFICAR SU IMPERIO. LOS GOBIERNOS DEL MUNDO ESTÁN INFORMADOS DE ELLO, PERO CALLAN PORQUE ESTÁN ATERRORIZADOS”.


EL DISEÑO DEL “CAZA MONOPLAZA” ALEMÁN VRIL-9 COINCIDÍA, CURIOSAMENTE, CON EL DEL APARATO PRESUNTAMENTE VISTO EN LA LUNA POR EL ASTRONAUTA NORTEAMERICANO EDWIN ALDRIGE.

LOS PRINCIPALES VUELOS ESPACIALES FUERON DE LOS ALEMANES

En 1958 se realizó una nueva expedición estadounidense a la ANTÁRTIDA; pero en esta ocasión portaban armas terriblemente eficaces, incluso nucleares. Llegaron allí en el frío y oscuro verano polar. En tres ocasiones – 27 y 30 de agosto y 9 de septiembre – se lanzaron misiles atómicos contra el territorio de “NEU SCHWABENLAND” (o “NUEVA SUABIA”), pero en ninguna de las tres ocasiones llegaron a tierra, sino que explosionaron – sorpresivamente – en pleno vuelo al aproximarse a la vertical de la costa. ¡Qué razón hubo para realizar aquellas empresas bélicas sobre la zona antártica? ¿Y para rodear todo este tema de misticismo, desinformación, descrédito y noticias falsas?
Un último hecho podría aclarar más este enigma: se conservaban fragmentos de un informe alemán definitivo. Versa sobre una “misión suicida” que se llevó a cabo con un único HAUNEBU-3 que se llegó a construir: ¡un vuelo a MARTE!
El HAUNEBU-3 tenía 71 metros de diámetro. Matemáticamente se calculó su capacidad de autonomía con propulsión electrogravitacional y resultó de 75.274.000 kms., es decir, que cubría la distancia TIERRA-MARTE. Pero después el impulsor electrogravitacional quedaba inoperante porque lentamente se ligaba a los metales que entonces se pudieron utilizar en su construcción. Un viaje en tales condiciones significaba, en consecuencia, un viaje a lo desconocido; y, lo más probable, sin posibilidad alguna de regresar para la tripulación, compuesta de alemanes y japoneses. Pero así se decidió – según el informe mencionado – según el informe mencionado – en el departamento E-4 de la SS, en la primavera de 1945; aunque fuese un postrer acto de sacrificio.
Tras zarpar, según el informe, el cohete navegó durante ocho meses y medio alcanzando la superficie de Marte, como estaba previsto, a mediados de enero de 1946. Al parecer, no hubo problemas en el viaje, pero se piensa que el propulsor electrogravitacional prácticamente agotado, la extremadamente tenue atmósfera marciana y la atracción gravitatoria, el aterrizaje de la nave no debió ser suave. Aún así no hay seguridad de que fuese un aterrizaje forzoso, porque – siempre según el informe – llegó con la energía mínima suficiente para contrarrestar la relativamente leve fuerza de gravedad marciana.
Lo cierto, en cualquier caso, es que por ahora sólo podemos especular sobre aquella empresa espacial pionera y el destino de aquellos anónimos primeros cosmonautas. Y es que, por increíblemente fantástica que pueda parecer esta historia, es un acontecimiento contrastado, aunque, eso sí, celosamente ocultado a la opinión pública.
¿Cabría la posibilidad de que la tripulación del HAUNEBU-3 encontrase algo más de lo que sondas no tripuladas han descubierto para nosotros (¡pobres mortales!), como verdaderos restos de cultura o incluso refugios subterráneos habitables. Imposible saberlo. Aunque lo más probable, todo hay que decirlo, es que el HAUNEBU-3 este hoy sepultado bajo metros de arena marciana.
El informe vienés se refiere también a extrañas fotografías de OVNIs tomadas desde naves espaciales… A una nave tipo HAUNEBU-3 aproximándose desde la Luna a la Tierra…, a una enorme y extraña letra “S” trazada sobre el suelo lunar… ¿Podría – se pregunta el informe – ser la inicial del término militar alemán SÜTZEPUNKT o “punto de apoyo”? ¿Puede tratarse de simples alucinaciones cuando estamos ante un insobornable y neutral material fotográfico?
El informe concluye considerando que todo esto, por supuesto, son hipótesis difíciles de creer y hasta de concebir, aunque si observamos en conjunto el mosaico de los hechos que se complementan, unos con otros, ello nos lleva, por una lógica elemental, a reflexionar sobre el conjunto del tema y muchas piezas aisladas pueden convertirse en pruebas irrefutables. Es el caso de los esquemas (ver imagen) DE PLATILLOS VOLADORES alemanes, tomados del Tomo 1º del libro Deutsche Flugscheiben und U-Boote überwachen die Weltmeere, de O. BERGMANN, Editorial Hugin e.V.S., Postfach 13, 5802 Wetter 1, Alemania).
Se sabe, desde luego, que a principios de mayo de 1945 (armisticio el 8 de mayo en REIMS, Francia) TODOS lo centros alemanes de investigación aeronáutica recibieron la orden de ADOLF HITLER, Führer de Alemania, DE DESTRUIR TODA EVIDENCIA SOBRE PROYECTOS Y ARMAS SECRETAS EN DESARROLLO. Ya en aquella época los alemanes era poseedores del cohete A-9, CAPAZ DE MANTENER A UN ASTRONAUTA en órbita en torno a la Tierra.
Según otra información divulgada, al final de la Segunda Guerra Mundial 1939-1945, estaba también muy avanzada – en los laboratorios subterráneos secretos de BRESLAU – la construcción de cuatro prototipos de discos volantes, que formaban parte del programa VERGELTUNGS-WAFFEN (ARMAS DE REPRESALIA).
Se dice que, en los últimos momentos, cuando los rusos bolcheviques presionaban por el Este y los aliados anglonorteamericanos avanzaban por el Oeste, mientras HITLER y sus íntimos colaboradores se guarecían en el bunker berlinés, se embarcaron todos los planos y prototipos secretos de BRESLAU en un submarino que zarpó de KIEL con rumbo desconocido. ¿Arribó el sumergible a algún lugar secreto de América del Sur? ¿Llegó a la Antártica? ¿Continuaron los trabajos iniciados en BRESLAU en algún lugar ignorado?
Si así fuera, tendríamos una explicación para esos OVNIs tripulados por hombres altos y rubios vistos, particularmente, poco después de finalizar la Segunda Guerra Mundial…

EXISTEN SINGULARES COINCIDENCIAS ENTRE LOS PRIMEROS AVISTAMIENTOS DE PLATILLOS VOLANTES Y LA FABRICACIÓN DE EXTRAÑAS Y SECRETAS ARMAS POR LOS ALEMANES AL FINAL DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 294

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