*“Creo que lo fundamental es dejar que dentro del
organismo institucional existan las
naturales autodefensas que nos darán permanencia y estabilidad. En ese sentido
nosotros siempre hemos propugnado a eso; naturalmente que todo tiene un límite,
fijado por la doctrina. PENSAMOS QUE CUALQUIERA, PIENSE COMO PIENSE, PUEDE SER
PERONISTA, PERO NO SE PUEDE SER PERONISTA ANTIDOCTRINARIO”. Discurso del General PERÓN al inaugurar los Cursos de Doctrina
Justicialista en el Teatro General San Martín, el 19 de abril de 1974.*
Editó: Lic.
Gabriel Pautasso
*La
guerra por la definitiva independencia
argentina es una guerra que todavía no ha concluido. SAN MARTÍN,
ROSAS, La Montonera, son apenas momentos victoriosos en esa guerra libertadora
e inconclusa.
Una
guerra en la que cambiaron los nombres de los protagonistas, pero en la que no
se modificó el carácter de la misma. Pueblo y antipueblo, patria y
antipatria, se mantienen aún como antinomias irreductibles.
En los
últimos años de la historia de esta lucha por la Liberación Nacional y Social
del Pueblo Argentino, es la historia de un proceso revolucionario de
características poco comunes: HISTORIA DE
LA REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA. Proceso que arranca en 1945 y se proyecta hoy
hacia el futuro sin pausas ni interrupciones. Proceso nacional, popular y
antiimperialista, que reconoce solo a un gran protagonista: EL PUEBLO ARGENTINO y a su conductor: EL GENERAL PERÓN.
Las
notas sobre Actualización política y doctrinaria, son las indicaciones básicas
que el General Perón trasmite a las bases y a los diversos encuadramientos del
Movimiento, a los efectos de profundizar la actual etapa de la REVOLUCIÓN JUSTICIALISTA: HACIA LA TOMA DEL PODER. Estos
mensajes han sido realizados con la finalidad de ayudar a la formación política
de cuadros y militantes, para la toma del poder.
Por lo tanto
cada proyección no es otra cosa de una sesión de estudio, de discusión, es
decir de actualización política y doctrinaria, para facilitar la total
comprensión de los temas expuestos, la proyección puede interrumpirse, volverse
atrás o repetirse, cuando los compañeros lo estimen necesario. Importa sobre
todo relacionar los temas con las circunstancias actuales y estimular la
participación de todos los compañeros. Cada uno tiene ideas y experiencias que
aportar.
LA ACTUALIZACIÓN POLITICA Y DOCTRINARIA, como
bien lo ha indicado nuestro Conductor, ES
TAMBIÉN UNA TAREA QUE NOS OBLIGA A TODOS.
1.- El justicialismo, la unidad y la identificación
del enemigo
La
concepción Justicialista y el problema de la Liberación
PERÓN: La concepción justicialista que nace en 1945, es una concepción
simple, con una base filosófica firme y que obedece a un concepto cristiano
y humanista de la política. Indudablemente que el mundo ha venido
desarrollando una evolución que hay que captar si queremos darle una continuidad
congruente en el futuro. Es ahí de donde parte el Justicialismo. Es indudable
que el capitalismo, que se instaura como sucesor del Medievo, trae consigo la
empresa, la máquina que modifica extraordinariamente la actividad de la
comunidad.
La
etapa capitalista
No
podemos negar que en los dos siglos de acción del Capitalismo, el mundo –técnica
y científicamente– ha progresado más que en los diez siglos precedentes.
Llegamos a este momento en que se ha producido una gran revolución, con aspiraciones
de ser revolución mundial, la revolución Rusa, y que un sinnúmero de
revoluciones han explotado en el mundo como reacción contra ese sistema que
impone el sacrificio de los pueblos para el avance científico y técnico de la
humanidad.
La
etapa socialista
Indudablemente
que hoy los pueblos están muy esclarecidos en razón de los medios de
comunicación: de la televisión, de la radio, los diarios, las revistas, en fin…
Eso ha esclarecido las masas populares que han llegado a darse cuenta de que se
prepara para el futuro otro sacrificio semejante, para también obtener un
progreso parecido. Y ya no quieren los pueblos que eso se realice sobre el
sacrificio, el dolor, el hambre y la miseria de ellos. Así es como nosotros lo
concebimos. Entonces es necesario que ofrezcamos a los pueblos la posibilidad
de que trabajen felices, con un grado suficiente de dignidad, para un progreso
técnico y científico de la Humanidad, que quizá no sea tan grande como el que ha
venido asegurando el Capitalismo, pero, por lo menos, que no sea sobre el
sacrificio de nadie. Pueblos felices, trabajando por la grandeza de un mundo
futuro, pero sin sacrificios y sin dolor. Que eso es lo humano, que eso es lo
natural, y que es también lo científico.
Justicialismo,
Socialismo Nacional
Entonces
debe haber una tercera posición que es la que concibe el JUSTICIALISMO, donde el hombre, en una comunidad que se realiza, pueda también
realizarse como ente humano. Es la verdadera concepción justicialista
que venimos expresando desde hace veinticinco años. Las dos terceras partes de
los habitantes del mundo y sus comunidades están pujando por colocarse en esta
tercera posición.
La
Tercera Posición – El antiimperialismo del Tercer Mundo
Tan
distante del uno como del otro, de los Imperialismo dominantes, lógicamente, el
Tercer Mundo está en la tercera posición. La evolución de la Humanidad ha ido
hacia integraciones mayores: del hombre a la familia, la tribu, el estado
primitivo, el estado feudal, la nacionalidad – que hemos vivido los de mi generación
-. Ahora ustedes vivirán la etapa que sigue: Continentalismo. Y es posible que
sus nietos y sus bisnietos lleguen a la futura y última integración, que es el
Universalismo como aspiración de una humanidad realizada.
Liberación
Nacional y Social. Liberación Continental
Pregunta:
Si nuestra liberación es inseparable de la Liberación Continental, ¿debemos
coordinar también esta lucha con la de Asia y África? ¿Es esta lucha del Tercer
Mundo la que puede universalizar la liberación del hombre?
PERÓN:
¡Natural!, es el Tercer MUNDO, y hoy nosotros, los que trabajamos dentro de
esta línea, estamos en el Tercer Mundo y trabajamos en el Tercer Mundo, y
estamos conectados con los todos dirigentes populares de América con ese Tercer
Mundo, como estamos conectados con la idea de la Liberación del Continente,
trabajando para eso. Y creemos que la juventud, la gente del futuro, debe
aferrarse a esa posición, porque ésa será la posición del futuro.
La
continuidad de la vieja guerra por la segunda independencia
Pregunta:
Esta concepción, digamos, esta vocación independista y liberadora, ¿es también
continuidad de las viejas vocaciones nacionales, la “Guerra Patria”?
PERÓN:
¡Y NATURAL! Natural, en nuestro país no es un secreto para nadie que el Imperio
inglés se fundó sobre los despojos del Imperio español. Nosotros, colonia
española, pasamos a ser colonia inglesa.
La
línea entreguista
Por eso
en la Argentina ha habido una línea anglosajona y una línea hispánica. La línea
hispánica ha sido la que siguió con la idea independista, la otra es la línea
nacional.
La
línea nacional
Y en
nuestro país, la línea nuestra es la línea de, diremos, de la Primera Junta,
que era independista. De Rosas, que defendió eso, de Yrigoyen, que fue otro
hombre que también defendió eso. Y de Perón. Todos los demás gobiernos
argentinos han pertenecido a la línea anglosajona y la han servido, de una
manera directa o indirecta. De manera que todo esto tiene una continuidad
histórica, porque los países están viviendo el reflejo del mundo.
La
integración Latinoamericana. La Patricia Grande
Ya en
el año de 1949 dije, con motivo del Tratado de Complementación Económica – que
tenía por finalidad constituir una comunidad económica latinoamericana con
fines de integración continental -, que el año 2000 nos encontrará UNIDOS o
DOMINADOS. Pero la historia prueba que tales reservas son solución solo si se
las sabe y se las quiere defender contra el atropello abierto o disimulado de
los imperialistas.
*VALE
REITERAR ESTA FRASE:
“Ha
llegado la hora de no tener más ideología que la PATRIA ni más partido que la
PATRIA misma”. Juan Domingo Perón, 1973, p. 186.
“Si se
quiere la paz, el mejor medio de conservarla es prepararse para la guerra”.
Discurso en el Colegio Nacional de La Plata del 10 de junio de 1944, Juan
Domingo Perón, p. 32-33.
Es
indispensable comenzar con las tareas de la defensa nacional, problema
integral, que se debía encarar recurriendo a todas las fuerzas vivas del
Estado, encauzándola en la paz y utilizándolas en la guerra, para alcanzar el
alto objetivo político”. p. 34.
LA
PRIMERA CONSECUENCIA DE ESTE PLANTEO INICIAL, es que las ideas conducen a la
fusión de PUEBLO y EJÉRCITO en la tarea de la DEFENSA NACIONAL, a través de la
acción del gobierno que puede inculcar en las masas la fuerza moral que
poseen ya las fuerzas armadas. P. 41.
Sólo
así se entiende que en cuestiones que afectan en la nacionalidad y sus
intereses supremos que no pueda haber divergencia, y que sea necesario inculcar
“una mística común (que) sirve como un aglutinante más para cimentar LA
UNIDAD NACIONAL de un pueblo determinado”, p. 42.
Si el
horizonte está ensombrecido por los anuncios de una guerra civil que perjudica
la preparación de la Nación para la guerra, entonces el camino que queda es
disciplinar a las masas. La misión del gobierno es “preparar la guerra y anular
la lucha civil para que no se produzca antes de ir a la guerra. Hay que
coordinar esa acción tomando las masas y evitando que estén fraccionadas para
que no se produzca un caos en el país. ESA guerra que PERÓN veía en el futuro
inmediato tenía los rasgos de una GUERRA IDEOLÓGICA: en el discurso del 7 de
julio de 1954 PERÓN habla de la infiltración de ideológicas y de contra
ideologías, que trataban de debilitar a un pueblo, y que lo lograría si éste no
estuviese convencido de las verdades de una doctrina nacional. Juan Domingo
Perón, 1982, p. 265. En esa misma
ocasión Perón perfiló la idea: se trataba de una “una agresión solapada y
artera concentrada en la tarea de infiltrar todas las estructuras orgánicas de
la Nación”; ídem, p. 226.
JUAN
DOMINGO PERÓN, 1982, P. 158, del discurso del 25 de
agosto de 1950-2012. No resulta claro hasta qué punto PERÓN entiende a la
guerra como continuación de la POLÍTICA o, a la inversa, la POLÍTICA COMO CONTINUACIÓN
DE LA GUERRA POR OTROS MEDIOS. Lo que sí puede asegurarse es que tales
distinciones no le preocupaban o veía diferencias sustanciales entre ambas
formas de CONDUCCIÓN. Ciertamente PERÓN
afirmo que “el gobierno de la guerra, no es nada más que la
continuación del gobierno de la paz”. Discurso del 24 de septiembre de
1952, JUAN DOMINGO PERÓN, 1982, p. 211.
En ese sentido similar, el 7 de julio de 1954 expresó: “si la guerra es la
continuación de la política por otros medios, también será rigurosamente exacto
que la doctrina de guerra de los argentinos no puede originarse en la doctrina
política de la Nación”. JUAN DOMINGO PERÓN, 1982, p. 266. De lo que se
trata es de conciliar, mediante la unidad doctrinaria, nuevamente, la
conducción política y la conducción militar; estos dos extremos no podían
separarse en las circunstancias especiales que vivía el país (ídem, p. 268). No
obstante ello, en algunas ocasiones PERÓN dice algo distinto; así, por caso, en
JUAN DOMINGO PERÓN, 1951, a, p. 150, al tomar el ejemplo de la conducción
militar de NAPOLEÓN, que estaba ordenaba a la superior conducción política del
caudillo, PERÓN concluye que “SIEMPRE LA ACCIÓN MILITAR ESTÁ SUBORDINADA A
LA POLÍTICA”.
Hay que
agregar, sin embargo, un ingrediente más: para que el pueblo perciba la
necesidad de la GUERRA hay que adoctrinarlo pues la doctrina nacional insufla,
entre otras cosas, VALENTÍA y hacer perder LOS TEMORES. La misión de la
doctrina es práctica: “EDUCAR AL ARGENTINO DICIÉNDOLE CUÁLES SON SUS
OBJETIVOS”. O más groseramente: “LA EDUCACIÓN PARA LA GUERRA DEBE
SER UNA SOLA: LA POBLACIÓN DECIDA A
SACRIFICARSE POR EL BIEN DEL PAÍS”. El problema es que, con tales
conceptos, no hay lugar para la PAZ. PERÓN lo sabe: “LA PAZ YA NO ASISTE. La
preparación para la guerra es ya la lucha misma”. Según PERÓN, “la paz y
la guerra han dejado de ser palabras y estados absolutos e inequívocos”. Se
cernía sobre las naciones UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL que dejaría espacio
a la neutralidad; una única solución posible, sugiere el líder, es la DEFENSA
TOTAL, porque el peligro no estaba en una bomba atómica que desintegraría
materialmente al país sino en la INFILTRACIÓN IDEOLÓGICA QUE LLEVARÍA A LA
“DESINTEGRACIÓN ESPIRITUAL Y MORAL DE NUESTRO PUEBLO POR LA DESORIENTACIÓN DE
LA NATURALEZA IDEOLÓGICA”. (JUAN DOMINGO PERÓN, discursos del 25 de agosto de
1950, y 7 de julio de 1954).
DIARIO PAMPERO
Nº 439
DESDE
EL BUNKER 4 DE JUNIO DE 1943 AL 17 DE OCTUBRE DE 1945 POR JUAN DOMINGO PERÓN.
Córdoba de la Nueva Andalucía, 24 de abril de 2012. SINE IRA ET STUDIO. Gspp*
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