¡No queremos ni gobierno, ni ejército,
ni religión!
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
*“Nuestra historia, nuestra Constitución, nuestras leyes,
nuestras costumbres, nuestras mismas características nacionales, nos dicen y
advierten por el contrario que somos hijos de la libertad. Su canto arrulló
nuestra cuna como pueblo y su triple grito, que el himno repite con acepto
sagrado, tiene aún y tendrá en la continuidad secular de nuestros destinos, la
virtud de conmover nuestro corazón. El comunismo, negación de dicha libertad
que se asienta y afirma precisamente en la concepción de la persona humana, NO
ES NI PUEDE SER ARGENTINO…”*
(Dr. JORGE DE LA TORRE, ex Ministro
de Justicia y Instrucción Pública de la Nación).
“La Federación Universitaria
Argentina. Prueba documental de su trayectoria comunista” por ANSAMU. 2ª
edición. Ediciones Soberanía. Año 1959
Córdoba, Editorial Dios-Patria-Hogar. P. 18.
DICE el masón LUIS BLANC, fogoso
apologista de la Revolución Francesa, que WEISHAUPT
–patriarca de la masonería y fundador del iluminismo- concibió así el plan
revolucionario de 1789: “Utilizar millares de hombres que, educados lenta y
gradualmente, se dobleguen al fin –hasta el delirio y la muerte – a la
obediencia de jefes invisibles e ignorados; disponiendo a Europa entera de tal
modo que de un golpe quede la “superstición” anonadada, la monarquía derribada,
los privilegios de nacimiento anulados y el derecho de propiedad abolidos”.
El
mismo WEISHAUPT fue quien “maldijo las naciones y el amor nacional como fuentes
de egoísmo, y las leyes y los derechos contrarios a la misma naturaleza;
pretendió que se extinguiera el amor a la patria y desapareciera la sociedad
para retornar al estado primitivo y salvaje; edad de oro de la humanidad”.
Frente
a la obediencia obligada a los “Poderes Ocultos Superiores” nada representan
los intereses superiores de la patria, ni en bien común, general del pueblo, ni
el respeto a la conciencia religiosa de los demás, ni los, ni los sentimientos
o de la propia estimación.
Los
“iluminados” decían: “EL AMOR A LA PATRIA ES INCOMPATIBLE CON EL FIN ULTERIOR
DE LA ORDEN”; y el masón REBOLD escribió: “La francmasonería proclama la
fraternidad universal, y todos sus esfuerzos tienden constantemente a ahogar
entre los hombres los prejuicios de NACIONALIDAD”.
LAS IDEAS de PATRIA y NACIONALIDAD SON ANTI-MASÓNICAS
JUAN
WITT, grado 33 del rito escocés Príncipe
Sumo Patriarca –o sea, último grado de la carbonería, que corresponde al
“Hombre-Rey”, último grado del iluminismo- afirmó que “el iniciado en este
último grado, jura la ruina de toda religión y de todo gobierno positivo, sea
despótico o democrática”.
El
barón de HAUGWITZ, antiguo Gran Maestre de las logias de PRUSIA, RUSIA y
POLONIA, dijo en el Congreso de Verona en 1822, ante los diplomáticos y
soberanos de EUROPA: “Estoy convencido que el drama comenzado en 1789, la
revolución, el regicido y demás horrores que acompañaron a estos hechos no sólo
fueron combinados en las LOGIAS, sino que fueron el resultado de los SECRETOS
de los JURAMENTOS y de las “TENIDAS” masónicas. Nuestro blanco era ejercer un
influjo predominante sobre los soberanos. La masonería, a pesar su división en
DEÍSTA y ATEA, se dio la mano fraternalmente con el fin de llegar a la DOMINACIÓN
UNIVERSAL. Y el canciller de AUSTRIA, Conde de METTERNICH, comprobó por medio
de documentos secuestrados, que las SOCIEDADES SECRETAS DE TODAS LAS NACIONES
estaban relacionadas entre ellas, formando un solo COMPLOT MUNDIAL y obedecían
a los mismos dirigentes.
Lo
mismo aseguraron el historiador masón CLAVEL, secretario general del Gran
Oriente de Francia, y el presidente provisional de la república francesa, el
poeta ALFONSO LAMARTINE.
El
masón DEGARGEN decía en 1848, repitiendo las palabras de ZILLE: “El reinado de
cualquier autoridad es un DELITO para el espíritu moderno. La rebelión ha de
reemplazar a la obediencia y ha de aplastar el imperio de la “superstición”.
El
masón DUPONT afirmó que “cuando los clericales dicen que nosotros no queremos
ni gobierno, ni ejército, ni religión, dicen la verdad”.
Con
este criterio el masón ASSINEL pudo escribir en su mensaje a los socialistas y
comunistas en nombre de sus “hermanos”: “Proclamamos en alta voz nuestra
adhesión a la Internacional de los Trabajadores, que es la “sublime” masonería
de todos los proletarios del mundo”.
El
duque FERNANDO DE BRUNSWICH, el Gran Maestre de la masonería universal, afirmó
en el célebre congreso masónico de
WILHELMSBAD, de 1782: “La masonería ha envenenado a la humanidad por muchas
generaciones. Obra suya es la fermentación que reina en todos los pueblos. Su
plan se reduce a hacer pedazos todos los vínculos sociales y a desvastar el
orden civil entero”.
Las
ideas de PATRIA y de NACIONALIDAD SON ANTI-MASÓNICAS, pues son particularismos
que según ellos, se contraponen a la universalidad de sus doctrinas. Son
restricciones que encadenan su libertad,
desequilibran su igualdad y matan su fraternidad. No nos extraña, pues, que ROUSSEAU
haya dicho: “El patriotismo es una insensatez”.
Escribió
WEISHAUPT: “Resfriad y dejad de lado el amor a la patria, y los hombres de
nuevo se amarán como hombres. Aún el pueblo democrático es déspota y tirano,
pues ¿qué derecho tiene esa multitud a imponerme su voluntad? Seamos más bien
ciudadanos del mundo. Apreciad la
igualdad y no os acongojéis cuando veáis arder a Roma, París, Madrid, Londres o
Viena a la que llamáis vuestra patria”.
El
fundador del socialismo argentino, JUAN B. JUSTO, decía en el Ateneo de Buenos
Aires, el 18 de julio de 1898: “Veo que todavía cada pueblo tiene una bandera y
deseo que mientras la humanidad no tenga una, la argentina flamee en estas
tierras; o sea, mediatizada a la roja marxista.
El
socialista ENRIQUE DEL VALLE IBARLUCEA, miembro del Senado nacional argentino,
decía el 25 de enero de 1908 en el Teatro Belgrano de Tucumán: “El hombre no
tiene alma, no hay Dios, la religión es el cómplice de los burgueses y
capitalistas, la propiedad es un robo, los sacerdotes son unos ogros que hay
que degollar, el gobierno es el mal que hay extirpar, el hombre y la mujer deben
vivir en el amor libre”. Y el 1º de mayo de ese año añadía el socialista
GREGORIO PINTO en su discurso contra el Ejército Argentino: “El militarismo que
defiende la Patria: ese baldón de ignominia sustentado por la soldadesca bajo
el pendón azul y blanco del que nosotros renegamos y maldecimos. Nosotros
tenemos otro emblema, el rojo, que por la violencia y la lucha que sintetiza,
ha de redimir al mundo”.
En
1921 IBERLUCEA –senador nacional en
ejercicio- declaró que había que adherirse a la Tercera Internacional de Moscú
sin restricciones de ninguna especie, propiciando la rebelión y sedición hasta
producir el derrocamiento violento del régimen capitalista. Por tal motivo fue
condenado judicialmente y expulsado del Senado y de las cátedras que dictaba en
la universidad y en colegio central de Buenos Aires; pero la sentencia no le
alcanzó pues falleció tuberculoso el 30 de agosto de ese año.
El
socialista argentino, MARIO BRAVO, dijo algo más el 9 de junio de 1909: “He
nacido en este país y no tengo otro título para llamarme argentino. Poco me
aflige el pensar que hubiera podido nacer en otra parte. ¿Y qué valor tiene
para mí, socialista, es decir, ciudadano de la Internacional, la bandera azul y
blanca de este país? ¡Ninguno! La bandera argentina no es otro que el símbolo
político del gobierno que soporta esta comarca de la tierra. Mañana esta
comarca puede pertenecer a la clase gobernante de los Estadios Unidos y
entonces otro gobierno, desde que no podemos dejar de tenerlo. ¿Es razón de
cordura entonces que carguemos con todos los atributos y farolerías de la clase
que gobierna? ¿Aceptaremos eso nosotros, los socialistas, que mañana
revolcaremos las instituciones sociales, con la bandera roja de la
Internacional? Dejemos la bandera donde está, mientras el símbolo no estorbe.
El proletariado no tiene por qué ni para qué colocarla al lado de su estandarte
rojo de combate?
Un
correligionario –según testimonio de EMILIO LAMARCA- añadió en su discurso
anarquista de 1909: “Trapo sucio que no ha de flamear donde sólo deben al
viento los pliegues del estandarte rojo de la anarquía”.
En la
asamblea de maestros socialistas de 1913 se propuso “suprimir la enseñanza de
la historia patria en los primeros grados”, así se completaba el programa
antinacional, a saber: que Dios no fuera la primera palabra aprendida sobre las
rodillas de la madre, la bandera la primera imagen, el himno el primer canto y
SAN MARTÍN EL PRIMER NOMBRE APRENDIDOS EN LA ESCUELA.
En
1899, en la célebre tenida del 28 de julio, el gran masón argentino JOSÉ C.
SOTO había dicho: “Por sobre todas las creencias, por sobre todas las razas,
por sobre todos los nacionalistas, de existencia bastante efímera, está el lema
perenne e inmutable de la francmasonería: libertad, igualdad, fraternidad. Sobre
la idea del amor al suelo en que se nace, está la idea de “humanidad” que tiene
como enseña la masonería universal. Masónicamente hablando, hasta los
sentimientos más íntimos, más delicados y más generosos de familia, de hogar y
de nacionalidad deben callar cuando un “interés humano” llama a la masonería al
cumplimiento de su deber”.
Tales
son los sentimientos “patrióticos” de los masones argentinos y de sus entenados
los socialistas, de los cuales dijo el 3 de agosto de 1904, el socialista y
masón LEOPOLDO ANTONIO LUGONES (1874-1938), que desilusionado abandonó sus
filas: “El socialismo fue y continuará siendo un partido extranjero”.
Ellos
fueron quienes hicieron lo imposible para que fracasaran los festejos
centenarios de 1910, manteniendo al país en una permanente revolución social
terrorista.
“La
Vanguardia”, órgano oficial del socialismo, cuyo director era el judío
ruso-finlandés ENRIQUE DICKMANN, diputado nacional argentino, decía el 1º de
agosto de 1913: “La patria, el patriotismo y la bandera son cuestiones respetables,
pero secundarias; por encima del amor a un solo pedazo de tierra debe primar el
amor a la humanidad. No nos importa que un pueblo subsista o no”. Tales
expresiones y otros similares de sus correligionarios motivaron la renuncia al
partido del doctor MANUEL UGARTE, el 21 de noviembre de ese año. He aquí sus
motivos: “El partido socialista es enemigo de la religión y yo entiendo que
debemos respetar las creencias de la mayoría de los argentinos. El partido
socialista en enemigo de la patria y yo quiero a mi Patria y a mi bandera”.
En
octubre de 1920 el congreso del partido socialista estableció: “El socialismo
es un partido de clase internacionalmente organizado, y el patriotismo sólo ha
servido para extraviar al movimiento obrero de sus verdaderos intereses. Por
tanto, los representantes socialistas en los cuerpos deliberativos de la
nación, se abstendrán de tomar parte en los actos de homenajes patrióticos.
Obedientes a la consigna, los concejales de Buenos Aires niegan su homenaje al
caudillo MARTÍN GÜEMES, el 17 de junio de 1921, al cumplirse el centenario de
su muerte.
Ver
cómo la masonería argentina utilizó al partido socialista como cabeza de puente
para hacer triunfar su ideario en las cámaras legislativas de la nación.
Para
finalizar, como fue la fundación del
estado universal sin ley humana ni divina:
LESSING, brillante lumbrera de la masonería, decía en 1778: “Los masones son
hombres dedicados a la destrucción del sentimiento de patria, de las creencias
religiosas y de la diversidad de las condiciones humanas”.
BLUTSHLI,
el Gran MAESTRE de la masonería alemana, decía: “Existe un Estado absolutamente
independiente de la ley divina, que debe llegar a abrazar la humanidad entera
por medio de las logias de todo el mundo. El progreso consiste en suprimir los
estados memores. Por encima de las grandes potencias nacionales, se hallan las
“potencias” (masónicas) del mundo, las cuales adoptan en su expansión la forma
IMPERIALISTA”.
El fin
que se propone la masonería es, por lo tanto, dominar totalmente el mundo,
aniquilar toda idea de patria y nacionalidad y fundar es que dice que “la gran
empresa intentada por la masonería es borrar entre los hombres la distinción de
creencias, de opiniones y de patrias”.
BAZOT,
que fue, como el historiador CLAVEL, secretario del Gran Oriente de Francia,
decía a los franceses: “FRANCIA no llegó todavía a la perfección de las
doctrinas de la masonería. La tierra que ocupáis es sólo el lugar de vuestro
nacimiento y donde queréis morir, pero vuestra patria es el UNIVERSO”.
El
ministro masón CONSTANS decía en 1888: La masonería no conoce fronteras. Cuando
el mundo entero “se civilice” y “se ilustren” todos los pueblos; entonces será
una realidad nuestro sueño: TENER POR PATRIA EL MUNDO Y POR NACIÓN LA
HUMANIDAD”.
De lo
mostrado concluimos, por sentencia unánime de los “sublimes” maestros, que la
masonería reniega de la PATRIA y de la NACIONALIDAD, anula todas las
obligaciones del patriotismo, lo condena como insensatez y criminal atentado de
lesa humanidad, y engrandece además la traición a la patria como virtud la más
heroica.
*Alguna orientación bibliográfica:
El 8 de marzo de 1848, el célebre judío masón
CRÍMIEUX, fundador en 1860 de la Alianza Israelita Universal y ministro de
LAMARTINE, presidente provisional de Francia: “La Alta Política, la política de
la humanidad, el imperio mundial judaico, que ambiciona el dominio del mundo
entero, ha encontrado amplia acogida en las logias masónicas, porque el Gran
Arquitecto del Universo ha entregado el mundo a los judíos…Nosotros (los
judíos) vivimos en el extranjero…La doctrina judaica tiene que llevar el mundo…
El Catolicismo es nuestro enemigo eterno… No está lejos el día en que todas las
riquezas del universo llegarán a poder de los hijos de Israel… La Jerusalén del
“nuevo orden” tiene que ocupar el lugar de los reyes y de los papas.
*ALBERTO
J. TRIANA, “Historia de los hermanos tres puntos de la masonería. Ed. De.Du,
Buenos Aires, 1957, 3ª ed. 1959. 366 pp.
*CARLOS
M. SILVEYRA, “EL COMUNISMO EN LA
ARGENTINA”, Buenos Aires, ,
julio de 1936, 545 pp.
*JUSTO
PACÍFICO, “El gobierno universal”, 3ª edición, Ed. Liberación. Buenos Aires,
1945, 100 pp.
*NICOLÁS
SERRA y CAUSA (Presbítero), “Los judíos y la masonería”. Ediciones del Restaurador,
Buenos Aires, 1950, 81 pp.
De
todo lo dicho sale corriendo la consecuencia deseada.
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO
PAMPERO Cordubensis Nº 470
INSTITUTO
EREMITA URBANUS
Córdoba
de la Nueva Andalucía, 9 de septiembre del Año del Año del Señor de 2012. SAN
GORGONIO, Mártir. Sopla el Pampero.
¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA, justa, libre y
soberanía! Asunto: la Patria contra la Masonería. Gspp*
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