*Un
Documento Histórico*
Editó: Lic.
Gabriel Pautasso
*“En este tiempo murió el Pontífice Lucio Pisón, de
muerte natural, cosa rara en una persona de tal alta situación”.*
*Tácito,
“Anales”, VI, p. 321*
*“He esperado a que respondan todos los interrogantes
sobre la muerte de PERÓN. Y, en ninguna respuesta encontré el coraje de la
verdad”.*
*E. Giménez
Caballero, “El Procurador del Pueblo”, p. 353. Ed. Umbral. Madrid, 1975. *
Ediciones
La Campana. Buenos Aires. 1981. 236 pp. Con Bibliografía.
*LOS ÚLTIMOS DÍAS DE PERÓN por ENRIQUE PAVÓN PEREYRA*
EDICIONES LA CAMPANA. Buenos Aires, 1981, p. 230.
1. LA IDEA DE EMBALSAMAR A PERÓN
Apenas
falleció PERÓN, los íntimos de su “entorno” dispusieron que se cursara una
comunicación oficial del deceso, como un “Mensaje al pueblo de la señora MARÍA
ESTELA MARTÍNEZ DE PERÓN, quien había asumido la primera Magistratura
constitucional del país”.
Ahora
bien, aunque el estado emocional de la flamante Presidente lejos de
desmoronarse, parecía haber absorbido el estremecimiento que suscitó la
noticia, su doliente máscara delataba un llanto interior que la conducía al
borde del colapso.
Alguien
opinó que era brutal confiarle la lectura del Mensaje. Tendría que ser otro –
REGA, desde luego – y quien se mostrara dispuesto a hablar por ella, y quien
habría de seguir haciéndolo hasta tanto se viese a ISABEL plenamente recuperada
y a cubierto de un vahído o de un ataque de nervios. Privó, empero, la sensatez
de la mayoría de los ministros en tema tan capital, y, como correspondía, la
propia viuda de PERÓN, sacando fuerzas de su flaqueza, se dispuso a cumplir con
el amargo deber de dar estado público al óbito de quien, además de primer
magistrato y jefe natural, era también su cónyuge y mentor.
El
mensaje viene subrayado por la secretaría de Prensa, que no tiene por qué
aclarar que la paternidad de la aludida comunicación, que se emitió a las 14,05¨,
correspondía, en rigor, al ministro ANTONIO J. BENÍTEZ, ciertamente propuesto
por su colega de gabinete ANGEL FEDERICO ROBLEDO. En efecto, el doctor BENÍTEZ,
de quien se afirmó que era el que mejor redactaba y el más concreto en sus
exposiciones, se abocó al encargo sobre un borrador anterior; mejor dicho, un
galimatías ininteligible que el propio REGA, en vano, había intentado
garabatear. Decía así:
“AL
PUEBLO ARGENTINO:
“Estamos
viviendo horas aciagas, circunstancias que debe retemplar el espíritu del
pueblo argentino en un sentido de verdadera unidad nacional.
“El
presidente de los argentinos ha dado a su patria y al continente
latinoamericano la más grande expresión de grandeza y humanismo cristiano.
Entregó su vida en holocausto de la libertad pacífica de los pueblos. Hasta sus
últimos instantes trabajó por la unidad nacional, continental y universal”.
Se le
quebró la voz cuando añadió:
“Con
gran dolor debo trasmitir al pueblo el fallecimiento de un verdadero apóstol de
la paz y la no violencia.
“Asumo
constitucionalmente la primera magistratura del país, pidiendo a cada uno de
los habitantes la entereza necesaria dentro del lógico dolor patrio, para que
me ayuden a conducir los destinos del país hacia la meta feliz que PERÓN soñó
para todos los argentinos.
“Ruego
a amigos y adversarios que depongan las pasiones personales en bien de una
Patria libre, justa y soberana.
“Que
DIOS me ilumine y me fortifique para cumplir con lo que DIOS y PERÓN me
otorgaron como misión”.
Apenas concluido
el mensaje, ISABEL se mantuvo estática y miró hacia las cámaras un momento.
Mostraba un semblante amarfilado, como de máscara en tensión. Se aferró a un
crucifijo que pendía de su cuello- De inmediato se retiró a la habitación de
recibo.
Unos
minutos después, por la misma vía, dábase a conocer una significativa doble
renuncia, fechada el día 1º de julio, a las de 12,45 ¨, extremo que nos permite
suponer la existencia de un pálpito singularísimo. El Dr. SOLANO LIMA dimitía –
con aceptación “ipso facto” del Poder Ejecutivo – a los cargos de Asesor
político del Presidente de la República y al de Rector normalizador de la
Universidad, sin siquiera aguardar a que PERÓN expirara un cuarto de hora
después.
Consultado
sobre este punto el doctor VICENTE SOLANO LIMA, nos aclara éste que obró
persuadido (en su renuncia) de que la existencia de PERÓN no se habría
prolongado después del primer paro cardíaco de las 10, 25 ¨; y que, de acuerdo
a referencias indirectas, fueron un par de contracciones respiratorias
observadas con posterioridad – que fueron interpretadas como indicios de reacción
- , las que indujeron a los médicos presentes a demorar la certificación del
deceso del Presidente.
No
insistiremos en la fragrante casuística de esa medida, a la que seguirían otras
muestras del apresuramiento de aquel sombrío “entorno”. Por ahora baste saber
que, al vicepresidente 2º del Senado,
doctor JOSÉ ANTONIO ALLENDE, haríasele receptor de un procedimiento
intimidatorio bastante similar.
Desde
un principio quedó descartada la posibilidad de una autopsia. Análoga suerte le
correspondió a la idea de embalsamar
los restos del General. Acaso se pensó llamar al doctor DESIDERIO PUGA,
especialista en Tanatología, director de la Escuela de Medicina Legal, para
encargarle que preparara el cuerpo de PERÓN antes de exponerlo a la mirada de
las multitudes. Pero el propósito – si es que lo hubo – se desvaneció al
instante. Era de toda evidencia que ello coincidía con la mentalidad del
ilustre finado. Aparte que aquella de determinación hubiera enrarecido más el
clima de “sospecha a voces” que predominaba entre los fieles. Para el
detenimiento aceptable de un proceso de descomposición que presumíase
acelerado, se dispuso que un par de prácticos japoneses que inspiraba el doctor
KAYAMURA interviniese el cadáver de PERÓN. Estos sólo se animaron a demorar o,
mejor dicho, a disimular el incremento de la corrupción somática que, para
muchos, resultaba realmente insoportable, pese a los esfuerzos de una enfermera
que, con una gasa, procuraba ir secando la supuración de humores.
El
desfile del pueblo dolorido debió padecer así varias interrupciones, que los
orientales aprovecharon para reacondicionar el cadáver con ayuda de poderosas
dosis de formol.
En
algún momento del velatorio, que proseguía con ritmo de desfile patético, incesante,
conmovedor, un sujeto barbado y de aspecto nada recomendable, se apartó
deliberadamente de las filas para encarar a REGA, con acusaciones de este jaez:
“VAS
A PAGAR CARO TU CRIMEN…¡ASESINO!”
REGA,
con expresión ausente en la mirada, sin haber dado muestras de sentirte
aludido, se limitó a llevar el índice a los labios y, musitar, con voz un tanto
atiplada, apenas audible:
“POR
FAVOR, SILENCIO…”.
Ante
la impavidez vitanda del imputado, que parecía haber
reservado sus respuestas para casos más notorios, aquel rudo interpelante,
entre confuso y estupefacto, optó por alejarse rápidamente del lugar sagrado.
En los
diálogos que TOMÁS ELOY MARTÍNEZ mantuvo con REGA en junio de 1972, puede
hallarse la clave de la insólita simbiosis entre la salud de PERÓN y la presencia de este doméstico audaz
en el marco de Puerta de Hierro, REGA había manifestado a MARTINEZ: “Yo soy
el pararrayos que detiene todos los males enviados contra esta casa. Cada vez soy
menos LÓPEZ REGA y cada vez soy más la salud del General”, (sic). Comenta
el periodista: “No es extravagante, pues,
que UN DEVOTO DE ANTULIO y de KRISHNA se imaginaria asimismo como un
vestal de la salud ajena, y que haya logrado convencer a terceros sobre el
valor sagrado de su misión”. Esta es la hipótesis que aparece en “LA OPINIÓN”
diario, de 22 de julio de 1975, que incluye el enfoque de TOMÁS ELOY MARTÍNEZ: “El ascenso, triunfo, decadencia y
derrota de JOSÉ LOPEZ”, investigación jugosa en revelaciones de todo
linaje.
*******
“- Me
pregunta usted – le confesó PERÓN a ESTEBAN PEICOVICH -, ¿qué epitafio
desearía para mi tumba? Me gustaría que dijera únicamente: “AQUÍ YACE UN HOMBRE QUE VIVIÓ y CUMPLIÓ UNA CAUSA”.
Era más
o menos lo mismo que el General nos había confiado a nosotros, un decenio
atrás, tratando de justificar aquella fascinación que hacía desfilar, por el
mirador de Puerta de Hierro, a una incesante caravana de personalidades y
activistas del viejo y nuevo mundo. “NO
ME CONSIDERO – solía PERÓN puntualizar entonces – MÁS QUE UN HOMBRE CORRIENTE,
DE FACTURA VULGAR, UN “uomo cualunque”, COMO TAL VEZ DIRÍAN MIS ASCENDIENTES
SARDOS. ESO SÍ, YO ABRACÉ UNA GRAN CAUSA, LA IRRENUNCIABLE DEFENSA DE MI PAÍS Y
DE MI PUEBLO, Y ESA GRAN CAUSA FUE LA QUE ME HIZO GRANDE”.
2. “EL PERFIL HISTÓRICO DE JUAN PERÓN” por
Carlos Alberto Disandro
*JUAN
PERÓN en definitiva es un alumbramiento en la clausura de América, en tiempos
epocales, cuando creíase extinguida, o coronada, u obsoleta, o desmantelada
para siempre la guerra de la independencia americana; y de pronto irrumpe el
perfil de una mente que disipa la tiniebla, y los falsos oropeles de la funesta
oligarquía, y la no menos fatídica cultura de los libros que esclavizan en la
coyunda de los saduceos y fariseos, de los nómades sin tierra, ni patria, ni
Estado; y una mano diestra y poderosa, como un cetro regido de lo alto e
incógnito, guía a los hombres, para pasar de la sombra a la luz, desde la vasta
plenitud telúrica, a la emersión inteligible de la libertad y la justicia,
desde la pala laboriosa a la sociedad justa y consciente, desde el cuadro
prehistórico de hombres pre-diluvianos, sometidos por dinosaurios y
pterodáctilos al gesto helénico de concebir y hacer la ciudad como el más
enfático programa de la luz operativa. Pero todo esto reconoce sus raíces y sus
orígenes, y presenta sus perfiles premonitorios es una tierra nueva, mostrenca,
poderosa.
Resumiría
sus orígenes y sus ancestros en la denominación LATINO-ROMÁNICO-GALA,
ITALO-AMERICANA y en fin ARGENTINA de la vasta pampa, la enhiesta montaña y el
río ingobernable. Y digo con precisión intencionada GALO-ITÁLICA, Y NO
galo-HISPÁNICA O VASCUENSE, como los casos de SAN MARTÍN y de BOLÍVAR, porque
efectivamente en PERÓN asoma más bien la fecundidad HESPÉRICA, anudada a un
sano realismo europeo de origen GALO-ROMANO, más que el carácter
ESTOICO-HISPANO de SAN MARTÍN, o las formidables resonancias vascuences de
BOLÍVAR, sorprendida en la vastedad americana, donde libera sus coyundas
milenarias según una violenta tempestad elemental irrefrenable: en la tierra
venezolano-colombiana la absoluta victoria del hombre; en el agua del Orinoco y
del Caribe; la tempestad inquieta y multiforme; en el fuego por los Andes el
ritmo incansable de andar, siempre forastero y siempre terrible, y en el aire
piadoso del espacio esplendente de esa América, tan límpida, la poesía
inimitable de su lenguaje poderoso. PERON ES DISTINTO EN COMUNES RAÍCES QUE
DIVERGEN DE PRONTO, ALLÁ EN SIGLOS INALCANZABLES POR LA MEMORIA ANALÍTICA,
SEGÚN RUMBOS QUE LLAMO LATINO-HISPÁNICO, O GALO-ITÁLICO. Editorial Hostería
Volante. La Plata, 1990. p. 11 a 13.
*EDITÓ: gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO
PAMPERO Cordubensis Nº 447
INSTITUTO
EREMITA URBANUS
Córdoba
de la Nueva Andalucía, a cinco de mayo del Año del Señor de 2012. Fiesta de SAN
PÍO V, Papa y Confesor. Sopla el
Pampero. ¡VIVA LA PATRIA! ¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMERICA! Gspp*
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