miércoles, abril 01, 2009

El valor militar

Homenaje al General José Francisco de San Martín
“Cuando uno jura su bandera, ya no se pertenece”.
La gloria militar es la suprema justificación humana de un verdadero pueblo, el derecho de una nación a la existencia soberana.

“Lo temporal es esencialmente militar… El soldado mide la cantidad de tierra donde un pueblo no muere. Es el soldado romano que ha medido la tierra para las dos únicas herencias del hombre: la filosofía y la fe; el mundo antiguo y el mundo cristiano. Todo ha tenido necesidad de revestirse del manto romano; y también del manto militar. El soldado romano ha hecho la cuna de Dios… Ha sido necesario que el Imperio hiciera el mundo y la cuna temporal de la Cristiandad”. (CHARLES PÉGUY).

EL VALOR MILITAR lo primero que enseña es el honor, y es lo primero que debe aprender el joven argentino que abraza la carrera de las armas. Debe aprenderlo de tal modo que ninguna vicisitud de su carrera, ni siquiera la más adversa, ni siquiera la más injusta pueda jamás de ese sentido del honor que surge de la conciencia lúcida de lo que sirve, y de lo que debe servir hasta muerte:

“Cuando uno jura su bandera, ya no se pertenece”.

La gloria militar es la suprema justificación humana de un verdadero pueblo, el derecho de una nación a la existencia soberana. Por esto es que una guerra justa está en el origen de la libertad política y de la responsabilidad de una empresa de destino en la historia universal. La paz es buena; pero las armas de la Patria deben estar siempre dispuestas para renovar la gloria de los egregios origines, en la prueba de la guerra. La capacidad de heroísmo se mide tanto en la derrota como en la victoria. Lo que importa es que las generaciones futuras puedan sentirse orgullosas del valor de sus guerreros, suprema afirmación del ser, incluso en la adversidad, porque convierte el mal en bien, “QUE NO ESTÁ EN LA MONTA DE LO QUE SUFRE, SINO EN EL DENUEDO CON QUE SE SUFRE” (SÉNECA).

Detrás de la dificultad del peligro, está la muerte; y el valor consiste en vencer al miedo y obrar como si se lo tuviese; en no desertar jamás; en mantenerse en el puesto que le ha sido ordenado, con dolor, con fatiga, con frío, con hambre y hasta dar la propia vida por una causa justa y noble.

El valor militar tiene como ingrediente el valor físico, pero es más que eso, porque encierra honor, respeto y señorío; el valor militar es la constancia del juicio y de la decisión en llevar adelante la justa causa que nos ha sido encomendada.

El valor militar es la virtud esencial del verdadero soldado, y se manifiesta de cuatro maneras:

1º) La primera virtud del soldado será la prudencia, que ordena todas las acciones al debido fin, y para ello busca los medios con variantes de modo que la obra salga bien hecha.
2º) La Fortaleza, es la virtud que los hace animosos para no temer ningún peligro, ni misma muerte, por el servicio de Dios y la Patria.
3º) La justicia es la virtud por la que se da a cada uno lo suyo.
4º) La templanza es la virtud por la se refrenan los deseos desordenados de los placeres sensibles y que usamos con moderación de los bienes temporales.

El Caballero Cristiano y cruzado, elevará a Dios desde lo profundo de su corazón la plegaria que S. S. PÍO XII expresamente para los militares argentinos:

“QUE EL CONSTANTE RECUERDO DE QUE MILITAMOS BAJO LAS BANDERAS DE UNA NACIÓN DE HISTORIAL LIMPIO Y DE ÍNTIGRA TRADICIÓN CATÓLICA NOS IMPULSE CONTINUAMENTE A UNA VIDA CADA VEZ MÁS INTACHABLE Y A UNA ADHESIÓN CADA VEZ MÁS PERFECTA A LA IGLESIA DE CRISTO Y A SUS SALVADORAS ENSEÑANZAS”.


Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis Nº 221

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