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Cinco semblanzas de la guerra de Malvinas
“Mucho se ha escrito sobre la Guerra del Atlántico Sur. Innumerables líneas secretas acerca de lo ocurrió, sus causas y consecuencias. También las razones de la derrota.
Por Alberto Mansilla
Prólogo de Antonio Caponnetto
Se dijo entonces que nunca estuvimos en condiciones de enfrentar a la flota más poderosa del mundo y que eso solo hacía de la gesta, una locura irresponsable. Se habló de improvisación, impericia, negligencia y muchos otros calificativos negativos más. No hubo error no indicado, misil o fusil no comparado, plan táctico o estratégico no criticado por los que sabían y por los que no tenían la más mínima idea de las batallas. Siempre pretendiendo señalar causas, afirmando que fueron dichas con antelación y que nadie quiso escuchar porque hicieron oídos sordos por la propaganda exitista del gobierno militar. En un concurso de mezquindades se auguró lo que ya había pasado, se adelantó lo que ya, a esa altura, sabíamos y se condenó lo acontecido por locamente heroico.
Por eso, las mismas personas que en los gloriosos días de abril de 1982, apoyaron la empresa, luego, la condenaron. Ni siquiera importó que hasta nuestros enemigos usurpadores reconocieran que, en distintas ocasiones, tuvo la Argentina la oportunidad de triunfar.
Sin embargo creo que no todo se dijo. Porque todo lo narrado pudo ser verdad, aún cuando lo dijeran los miserables de siempre. Es cierto, podríamos agregar otras razones más a la larga lista que armó el comentario popular o intelectual de la época y posterior. Pero hay algo que poco se repitió y casi nada se invocó.
…Todos con distintos rostros y apellidos, provenientes de distintos confines de la Argentina, con los corazones en sus manos y almas agrandadas por el VALOR, pero hermanados, sin excepciones, por el Amor ilimitado por la Patria”.
PRÓLOGO DEL AUTOR
“El cielo fue poblado por los tenientes y capitanes que provocaron el temor y el respeto de la “Task Force”; el fondo del mar fue sembrado por los oficiales, suboficiales y marinos y entre la turba y la niebla, emergieron los GIACHINO, los ESTEVEZ, los SILVA, los BALDINI, los MARTELLA, los CISNERO, los AUSTIN, los ALLENDE y tantos otros. Todos con distintos rostros y apellidos, provenientes de distintos confines de la Argentina, con los corazones en sus manos y almas agrandados por el valor; pero hermanados, sin excepciones, por EL AMOR ILIMITADO POR LA PATRIA.
Ninguno volvió, porque así lo decidieron. Pagando el mayor precio que se puede abonar un hombre. Sin pensar en la derrota ni en las ni en las desventajas. Ignorando el frío, los bombardeos y los ataques desbastadores de los invasores. Dejando esposas, hijos, novias, hermanos, padres, amigos. Abandonando todo para llevar adelante la voluntad inquebrantable de lograr la victoria. Sin debilidades ni titubeos. Fueron y allá se quedaron para siempre. Por eso en las islas, hay un solo lugar que no fue usurpado nuevamente por el invasor inglés: el cementerio de DARWIN en donde descansan los restos de los hombres que amaron sin medida. Ellos sí reposan en paz. Porque dieron todo sin pedir prebendas ni premios. Tampoco ascensos u honores. Marcharon a la guerra, combatieron y murieron, regando la turba malvinense para que florezcan árboles de bizarría, con flores de arrojo, enraizados por el esfuerzo…”
ALBERTO MANSILLA
Desde los tiempos de la cultura clásica, la contemplación e imitación de los arquetipos ocupa un papel sustantivo en la formación de los jóvenes. Todos los pueblos tienen sus HÉROES, y la Argentina – que también los posee – ha sumado a su rica historia, no pocos ejemplos de valor y de arrojo durante la pasada Guerra de las Malvinas. ALBERTO MANSILLA retrata con sencillez y lirismo la vida de cinco guerreros que fueron capaces de dar la vida por la vida por Dios y por la Patria, en aquella contienda justa. El Capitán PEDRO GIACHINO, el Teniente ROBERTO NÉSTOR ESTEVEZ, el Sargento SERGIO GARCÍA, el Sargento MARIO ANTONIO CISNERO, y el Subteniente OSCAR SILVA, VÉASE más arriba.
Uno a uno son recreados en su ambiente familiar, y en su formación espiritual y militar, que los condujo a reiterados actos de heroísmo, antes de caer en la batalla por la Soberanía Nacional.
Ediciones Nueva Hispanidad, 2003 Buenos Aires – Santander 135 pp.
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 288
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Hace 1 mes
1 comentario:
"Carro atmosférico" llamó a la Gesta de Malvinas el "Padre de la Democracia".
Se ganó, sin lugar a dudas, el título de Primer Desmalvinizador. Ya difunto, tuvo numerosos hijos, algunos civiles y otros de uniforme, que siguen consecuentemente y larvadamente los designios del Imperio. Todos son como él: demócratas. Tenemos una larga tradición de demócratas que comienza con Aniceto Padilla y Saturnino Rodríguez Peña en la época virreinal y por los unitarios pasa luego por Spruille Braden y Millington Drake, su Unión Democrática, el referido Padre, hasta desembocar en el conyugalismo kirchnerista y sus derechos humanos impulsados por las ONG's y fundaciones del Imperio.
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