España en pie
Porque es esto todo unido, lo que el 18 de julio de 1936, ante el inminente peligro de ESPAÑA, se pone de pie…
Como en la República se concentran todas los enemigos de España: en el MOVIMIENTO NACIONAL SE CONCENTRAN TODAS SUS FUERZAS DE SALVACIÓN. Dios las había querido conservar, en España, cada una en un arca o depósito sagrado. La Tradición, guardada en las breñas de Navarra, baja, al mando de MOLA, en un torrente de boinas rojas. El Ejército, intacto en el Norte de África, donde no podían llegar los bracitos trituradores de AZAÑA, pasa el Estrecho y sube al mando de YAGÜE y de VARELA. Por el resto de España, las camisas azules del FALANGE, las esperan. Estos no están guardados en un arca y depósito determinado. Estos son la hora joven, el ímpetu del momento: y están esparcidos por España toda, con un cielo azul y despejado de amanecer. Así se encuentran la vieja España y la España nueva.
Y al frente de ellos, FRANCISCO FRANCO: el valor sereno, la idea clara, la voluntad firme y la sonrisa. Porque FRANCO no es el “dictador” que preside el triunfo de un partido o sector de la nación. Es el padre que reúne bajo su mando, como un gran familia, todas las fuerzas nacionales de España. Por eso su gesto no es hosco: por eso su cara no es, como dicen los españoles, de “despide-huéspedes”. FRANCO no despide a nadie y acoge. Porque sabe que bajo su mando no tiene sólo soldados, ni falangistas ni requetés. Bajo su mando tiene a España entera: suma de todo esto. Por eso su palabra suprema es esa: “integración”: es decir, Unidad. La palabra de Roma y de ISABEL Y FERNANDO; y de CARLOS V y de FELIPE II. La clave de nuestra Historia.
LAS DOS ZONAS
EL MOVIMIENTO NACIONAL divide a España en dos partes. No es una línea militar táctica y estudiada. Es la frontera caprichosa que resulta del altibajo de la pasión española. Donde hubo de valor y espíritu, hubo zona nacional. La línea va no por esta ciudad y esta sierra y este río, según una necesidad militar: va por el corazón de VARELA, y el arrojo de QUEIPO y el empuje de MOLA. Y aun fuera de ella quedan las tenacidades gloriosas y aisladas de Oviedo de Aranda, del Alcázar de MOSCARDÓ y del Santuario de la Cabeza de SANTIAGO CORTÉS.
El mapa que resulta, es el mapa del Espíritu y de la Fe: de la verdad de España. Ya están, sin tapujos, frente a frente, la España y la Anti-España. El Espíritu y la Materia; el Bien y el Mal; la Verdad y la Mentira. Esa raya que las divide, es la eterna raya de nuestra Historia: fue la línea fronteriza ante los árabes; fue rigor de Inquisición y parón de reyes contra los herejes; fue línea de barcos frente al turco, en Lepanto; fue anteayer frontera carlista; fue ayer verja de cárcel sobre SANJURJO o los hermanos MIRALLES.
Y como siempre que corren aires de Cruzada, todo lo más profunda y mejor del alma española sube a la superficie de la Historia. La juventud, que se creía dormida y floja, despierta con un ímpetu nunca igualado. Las madres sufren en silencio. En Navarra hay casos en que se alistan en un mismo Regimiento, un abuelo, un hijo y un nieto. En los hospitales se ven maravillosas como aquel soldado que agonizando entre agudos dolores, rechaza la morfina que le trae la enfermera y dice: “No: quiero morir sufriendo por Dios y por España”.
Todo lo mejor Historia de España parece que se agolpa y resume en la Zona nacional. Hay Saguntos y Numancias, como Oviedo y Santa María de la Cabeza: donde el capitán CORTÉS pide a los aeroplanos que le tiren, con las provisiones, semillas de rosas amarillas y coloradas, para plantearlas y poder así ver todo momento los colores de España. GUZMÁN EL BUENO resucita en MOSCARDÓ, que deja que lo fusilen a su hijo antes de entregar el Alcázar. Vuelen las majezas personales del cerco de Granada, como las de QUEIPO en Sevilla. Renacen las milicias de la Independencia y las partidas de la guerra carlistas… Y en frente, en la Zona roja, tornan los primeros capítulos de nuestra Historia: los mártires, las catacumbas. La Misa dicha con un vaso de cristal, un pañuelo y un pedazo de rosca. El paseo misterioso por las calles de la Barcelona roja de aquel señor, aquella tarde de junio, seguido a cierta distancia, de varios amigos que cuchichean entre sí. Aquél señor lleva en el pecho, escondido, el Sacramento. Es el día del “Corpus” (Christi). Aquello es la procesión…
VICTORIA
Tres años de victorias continúas palmo a palmo. Apoyándose en el Cádiz de VARELA, en la Sevilla de QUEIPO, las tropas de África suben hacia el norte. MOLA ha bajado con sus tropas y sus requetés hacia Samosierra. El Alto de León ha sido gloriosamente defendido por la FALANGE. Con la toma de Mérida y Badajoz se unen Extremadura Castilla: La España de HERMÁN CORTÉS y la España de CID.
Poco después se toma Toledo, se libera el Alcázar y se llega hasta las puertas mismas de Madrid.
En aquella hora, la guerra cambia de cara. Los “rojos” empiezan a recibir enormes refuerzos de Rusia soviética, de Francia, del mundo masón y socialista. La Cruzada de Liberación se hace más dura y lenta. En el verano siguiente se domina toda la zona Norte – Bilbao, Santander, Gijón – y el frente queda reducido a una sola línea.
Mas tarde desde Aragón, se avanza impetuosamente hasta llegar al Mediterráneo. De este modo la Zona roja queda partida en dos. El golpe de muerte. Sólo el terror y la tiranía hacen que se mantenga todavía frente al Caudillo FRANCO, una Zona roja hambrienta y deshecha.
Y en este momento termina esta Historia. LA VICTORIA definitiva de ESPAÑA es en estas páginas seguridad y paz. Como también es fe y seguridad la ESPAÑA UNA, GRANDE Y LIBRE, que tras la victoria esperamos par siempre.
Ella será la vuelta de ESPAÑA a sí misma: a su camino y a su Historia. Porque la Historia que acabamos de contar no ha sido más que eso: una lucha constante por los más altos ideales del Espíritu. No servirnos para cosas bajas, pequeñas, menudas. No servimos más que para las cosas altas y grandes. Por eso cuando decimos “ARRIBA ESPAÑA”, en esas dos palabras, a un tiempo, resumimos nuestra Historia y ciframos nuestra esperanza. Porque lo que queremos es que España vuelva a su “sitio”: al sitio que la Historia le señala. Y el sitio es ese: “ARRIBA”. Es decir, cerca del espíritu, del ideal, de la fe… Cerca, sobre todo, de DIOS.
* Comentario editorial: Estos párrafos pertenecen a JOSÉ MARÍA PEMÁN+, poeta hispano de la Historia; relatan el último capítulo XXIV (p. 117 a 222) de su aguerrida “Historia de España contada con sencillez para los niños y para muchos que no lo son”, Establecimientos Cerón y Librería Cervantes, Cádiz, 1938. Y por último, “No he encontrado norma mejor ni expresión más feliz para significar el estilo de mi labor. Así he escrito este libro. Así h procurado en él dar la Patria a los niños y a los hombres de buena voluntad: con devoción, con recogimiento, con temor de responsabilidad. Así: “COMO QUIEN DA LA COMUNIÓN”.
Cerro de Santiago (Jerez de la Frontera), septiembre-noviembre de 1938. III Año Triunfal. Un verdadero ejemplo para España y la Argentina. Así sea.
Editó Gabriel Pautasso
Diario Pampero nº 90 Cordubensis
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Porque es esto todo unido, lo que el 18 de julio de 1936, ante el inminente peligro de ESPAÑA, se pone de pie…
Como en la República se concentran todas los enemigos de España: en el MOVIMIENTO NACIONAL SE CONCENTRAN TODAS SUS FUERZAS DE SALVACIÓN. Dios las había querido conservar, en España, cada una en un arca o depósito sagrado. La Tradición, guardada en las breñas de Navarra, baja, al mando de MOLA, en un torrente de boinas rojas. El Ejército, intacto en el Norte de África, donde no podían llegar los bracitos trituradores de AZAÑA, pasa el Estrecho y sube al mando de YAGÜE y de VARELA. Por el resto de España, las camisas azules del FALANGE, las esperan. Estos no están guardados en un arca y depósito determinado. Estos son la hora joven, el ímpetu del momento: y están esparcidos por España toda, con un cielo azul y despejado de amanecer. Así se encuentran la vieja España y la España nueva.
Y al frente de ellos, FRANCISCO FRANCO: el valor sereno, la idea clara, la voluntad firme y la sonrisa. Porque FRANCO no es el “dictador” que preside el triunfo de un partido o sector de la nación. Es el padre que reúne bajo su mando, como un gran familia, todas las fuerzas nacionales de España. Por eso su gesto no es hosco: por eso su cara no es, como dicen los españoles, de “despide-huéspedes”. FRANCO no despide a nadie y acoge. Porque sabe que bajo su mando no tiene sólo soldados, ni falangistas ni requetés. Bajo su mando tiene a España entera: suma de todo esto. Por eso su palabra suprema es esa: “integración”: es decir, Unidad. La palabra de Roma y de ISABEL Y FERNANDO; y de CARLOS V y de FELIPE II. La clave de nuestra Historia.
LAS DOS ZONAS
EL MOVIMIENTO NACIONAL divide a España en dos partes. No es una línea militar táctica y estudiada. Es la frontera caprichosa que resulta del altibajo de la pasión española. Donde hubo de valor y espíritu, hubo zona nacional. La línea va no por esta ciudad y esta sierra y este río, según una necesidad militar: va por el corazón de VARELA, y el arrojo de QUEIPO y el empuje de MOLA. Y aun fuera de ella quedan las tenacidades gloriosas y aisladas de Oviedo de Aranda, del Alcázar de MOSCARDÓ y del Santuario de la Cabeza de SANTIAGO CORTÉS.
El mapa que resulta, es el mapa del Espíritu y de la Fe: de la verdad de España. Ya están, sin tapujos, frente a frente, la España y la Anti-España. El Espíritu y la Materia; el Bien y el Mal; la Verdad y la Mentira. Esa raya que las divide, es la eterna raya de nuestra Historia: fue la línea fronteriza ante los árabes; fue rigor de Inquisición y parón de reyes contra los herejes; fue línea de barcos frente al turco, en Lepanto; fue anteayer frontera carlista; fue ayer verja de cárcel sobre SANJURJO o los hermanos MIRALLES.
Y como siempre que corren aires de Cruzada, todo lo más profunda y mejor del alma española sube a la superficie de la Historia. La juventud, que se creía dormida y floja, despierta con un ímpetu nunca igualado. Las madres sufren en silencio. En Navarra hay casos en que se alistan en un mismo Regimiento, un abuelo, un hijo y un nieto. En los hospitales se ven maravillosas como aquel soldado que agonizando entre agudos dolores, rechaza la morfina que le trae la enfermera y dice: “No: quiero morir sufriendo por Dios y por España”.
Todo lo mejor Historia de España parece que se agolpa y resume en la Zona nacional. Hay Saguntos y Numancias, como Oviedo y Santa María de la Cabeza: donde el capitán CORTÉS pide a los aeroplanos que le tiren, con las provisiones, semillas de rosas amarillas y coloradas, para plantearlas y poder así ver todo momento los colores de España. GUZMÁN EL BUENO resucita en MOSCARDÓ, que deja que lo fusilen a su hijo antes de entregar el Alcázar. Vuelen las majezas personales del cerco de Granada, como las de QUEIPO en Sevilla. Renacen las milicias de la Independencia y las partidas de la guerra carlistas… Y en frente, en la Zona roja, tornan los primeros capítulos de nuestra Historia: los mártires, las catacumbas. La Misa dicha con un vaso de cristal, un pañuelo y un pedazo de rosca. El paseo misterioso por las calles de la Barcelona roja de aquel señor, aquella tarde de junio, seguido a cierta distancia, de varios amigos que cuchichean entre sí. Aquél señor lleva en el pecho, escondido, el Sacramento. Es el día del “Corpus” (Christi). Aquello es la procesión…
VICTORIA
Tres años de victorias continúas palmo a palmo. Apoyándose en el Cádiz de VARELA, en la Sevilla de QUEIPO, las tropas de África suben hacia el norte. MOLA ha bajado con sus tropas y sus requetés hacia Samosierra. El Alto de León ha sido gloriosamente defendido por la FALANGE. Con la toma de Mérida y Badajoz se unen Extremadura Castilla: La España de HERMÁN CORTÉS y la España de CID.
Poco después se toma Toledo, se libera el Alcázar y se llega hasta las puertas mismas de Madrid.
En aquella hora, la guerra cambia de cara. Los “rojos” empiezan a recibir enormes refuerzos de Rusia soviética, de Francia, del mundo masón y socialista. La Cruzada de Liberación se hace más dura y lenta. En el verano siguiente se domina toda la zona Norte – Bilbao, Santander, Gijón – y el frente queda reducido a una sola línea.
Mas tarde desde Aragón, se avanza impetuosamente hasta llegar al Mediterráneo. De este modo la Zona roja queda partida en dos. El golpe de muerte. Sólo el terror y la tiranía hacen que se mantenga todavía frente al Caudillo FRANCO, una Zona roja hambrienta y deshecha.
Y en este momento termina esta Historia. LA VICTORIA definitiva de ESPAÑA es en estas páginas seguridad y paz. Como también es fe y seguridad la ESPAÑA UNA, GRANDE Y LIBRE, que tras la victoria esperamos par siempre.
Ella será la vuelta de ESPAÑA a sí misma: a su camino y a su Historia. Porque la Historia que acabamos de contar no ha sido más que eso: una lucha constante por los más altos ideales del Espíritu. No servirnos para cosas bajas, pequeñas, menudas. No servimos más que para las cosas altas y grandes. Por eso cuando decimos “ARRIBA ESPAÑA”, en esas dos palabras, a un tiempo, resumimos nuestra Historia y ciframos nuestra esperanza. Porque lo que queremos es que España vuelva a su “sitio”: al sitio que la Historia le señala. Y el sitio es ese: “ARRIBA”. Es decir, cerca del espíritu, del ideal, de la fe… Cerca, sobre todo, de DIOS.
* Comentario editorial: Estos párrafos pertenecen a JOSÉ MARÍA PEMÁN+, poeta hispano de la Historia; relatan el último capítulo XXIV (p. 117 a 222) de su aguerrida “Historia de España contada con sencillez para los niños y para muchos que no lo son”, Establecimientos Cerón y Librería Cervantes, Cádiz, 1938. Y por último, “No he encontrado norma mejor ni expresión más feliz para significar el estilo de mi labor. Así he escrito este libro. Así h procurado en él dar la Patria a los niños y a los hombres de buena voluntad: con devoción, con recogimiento, con temor de responsabilidad. Así: “COMO QUIEN DA LA COMUNIÓN”.
Cerro de Santiago (Jerez de la Frontera), septiembre-noviembre de 1938. III Año Triunfal. Un verdadero ejemplo para España y la Argentina. Así sea.
Editó Gabriel Pautasso
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