*“Interpretación
Masónica de la Historia de España”* por Mauricio
Karl (Mauricio Carlavilla).
Editó:
Lic. Gabriel Pautasso
1) *LOS
GENERALES ORGANIZADORES DE DERROTAS*
Seguimos
la Historia
interrumpida cuando el “Himno de RIEGO” era el “Réquiem” del Imperio…
En los
seis años anteriores, la
Masonería había controlado a casi todo el Gobierno, adoptando la precaución de cubrirse con un
antifaz del más puro fernandismo. Sin la presencia de ministros masones que
traicionaron a España, desde los puestos conseguidos a fuerza de mentiras y
simulaciones, no hubiera sido posible su decadencia y la pérdida del Imperio.
Fue necesario organizar la derrota,
desde las altas cumbres del Estado, que, debilitado y pobre, no fue vencido por
las armas de los traidores, escondidos, como siempre, en los talleres y logias.
No cabe
duda: Desde que la Masonería
se inserta en las organizaciones de la vida nacional, se repite una y otra vez
la maniobra, y de un modo tan exacto que hay períodos muy distantes
cronológicamente que, sin embargo, tiene un paralelismo exacto, como ahora
veremos.
A poco
que se fije el lector su atención sobre este fenómeno, advertirá que la línea
fisonómica de la organización derrotista de España, que trae consigo la pérdida
del Imperio, y como consecuencia el triunfo constitucional de 1820, aparece y
se repite nuevamente en la organización
de la derrota que ocasionó la implantación de la republica de nuestros
días.
La
sublevación de entonces, que dio al traste con el orgullo imperial de nuestra
raza, extendida en las llanadas de Américo, a pesar de RIEGO, de QUIROGA, de
SAN MIGUEL, O´DAIL, de MINA y otros, no
hubiera triunfado nunca de no contar con la complicidad de los ministros del
rey. El Ejército y el pueblo se hubieran bastado para dejar en ridículo a los
traidores sublevados. Pero allí estaba
el Gobierno masón alentando a los rebeldes, nombrando al célebre general
O´DONNELL, conde de Bisbal, jefe de las tropas. Este hombre (de tan triste
recuerdo) cumple a rajatabla sus deberes masónicos sublevándose en Ocaña. Es el
auténtico general organizador de
derrotas.
La
casta de los O´DONNELL sobrevive todavía y anda como entonces enroscada al tronco
secular de la Patria ,
y el más miope puede ver a otros condes generales envueltos en la misma
traición, que lo son para la
Masonería y nada para España. ¡Ahí están, escondidos en los
mandos militares; en los puntos fuertes, para frustrar la defensa! Esperando
siempre - ¡cobardes! – el triunfo del Enemigo, para pasar la cuenta de su deslealtad y cobrar la
recompensa de su traición.
No hace
falta nombrar a nadie. El lector, sin gran esfuerzo, podrá identificar a esos
generales que siguen la línea de aquellos O´DONNELL en la tragedia y desventura
de España.
El de CAGLIOTRO,
el de ASANZA, ministro de JOSÉ I (hermano de NAPOLEÓN I, afrancesado), el de
los liberales de las Cortes de Cádiz, dirigido por INGLATERRA, y el de MONTIJO.
La
unificación le presta un gran aliento a las logias y permite (además de la
sublevación de las tropas que iban a ser enviadas a América para restablecer la
paz y afianzar el Impero español), adueñarse totalmente del Gobierno de la Nación. Véanse , si no, los
testimonios fehacientes de algunos historiadores.
Son tan
rotundos, que no dejan lugar a duda:
“En 1820 apenas había un liberal que no fuese masón. Las
logias llamaban al Gobierno “nuestro hijo”. (VICENTE
LAFUENTE).
“La
Masonería había hecho la Revolución …siendo,
después, Gobierno oculto del Estado. ESPAÑA era entonces casi una misma cosa
con las SOCIEDADES SECRETAS”. (ALCALA GALIANO).
“La
Masonería era política, por manera que… fue uno de los
elementos más activos de la Revolución. La
Masonería rivalizaba en poder con el Gobierno, y a tal punto, que los ministros
tuvieron que buscar en las logias su apoyo personal”. (Marqués
DE MIRAFLORES).
“La mudanzas ocurrida en España había sido hecha por una
sociedad secreta, la secta masónica”. (MODESTO
LAFUENTE).
“Porque, a decir verdad, en aquellos tres años no estuvo
el Gobierno en manos del Rey ni de las Cortes, ni de los Ministerios, que, con
ser elegidos por las logias (como lo fue el cuasi postrero, el de SAN MIGUEL),
o supeditados a ellas (como el de ARGÜELLES), renunciaban voluntaria o
forzosamente a toda autoridad moral, sino que estuvo y residió en los capítulos
masónicos y en las torres comuneras”. (MENÉNDEZ
PELAYO).
2) *EL
PRIMER MINISTERIO CONSTITUCIONAL*
Presidencia:
AGUSTÍN ARGÜELLES, Gran Maestre del Gran Oriente, Gran Comendador del Supremo
Consejo y Jefe y Gran Castellano de los Comuneros de Castilla.
Estado:
EVARISTO PÉPEZ DE CASTRO, Masón.
Hacienda:
CANGA ARGÜELLES, Masón.
Gracia
y Justicia: MANUEL GARCÍA HERREROS, Masón.
Guerra:
Marqués de las AMARILLAS, Masón.
Marina:
JUAN JABAT, Masón.
Ultramar
COLONIAS: ANTONIO PORCEL, Masón.
He ahí
un Gobierno identificado plenamente con la Masonería. Todo
el equipo de gobernantes, obedientes al poder misterioso de los
internacionalismos.
TODA la
banda miserable al servicio de los judíos y traidores. ¿Cómo le iba air a ESPAÑA
con esta gentuza?
¡Como
le fue y como le va ahora? Pero observemos los hombres que se ve precisada a
exaltar:
ARGÜELLES,
SU GRAN MAESTRE, sin otro mérito que el de ser llamado
el “divino” orador, con una elocuencia llena de tópicos, se aúpa sobre las altas
cumbres del Estado. La
Masonería aprovecha siempre la existencia de estos oradores:
como los timadores, necesitan del cómico que llore y hada aspavientos para
convencer a sus víctimas, sobre todo si ha de ser estafada ESPAÑA, engañándola
con el “timo de las misas”.
El
“divino” ARGÜELLES y su escolta de “hermanos” fueron los dignos abuelos del
programa de la progenie actual, tan embustera como aquélla.
Véase
lo que dice RIERA y COMAS, en un documento publicado en Londres acerca del
insigne (¡!) personaje:
“En primer lugar, el señor ARGÜELLES (y lo digo sin
temor a equivocarme) apropióse setecientos veinte mil reales del Erario; e
interpelado alguna vez por este motivo, contestó muy oportunamente que,
suponiendo que él hubiera sido ministro desde que cayó la Constitución en 1814,
atendida esta circunstancia, le parecía muy justo cobrarse por si propio los
sueldos atrasados. Los demás ministros, que
estaban siempre a la mira de las acciones de su “divino” para imitarlas, se
penetraron de la justicia que asistía a ARGÜELLES tal apropiación, y en este concepto cada ministro
se cobró por sí sólo el sueldo atrasado de setecientos veinte mil reales”.
Después
de referir otras varias dilapidaciones, añade: “De don DOMINGO GONZALO DE
TORRES, tesorero general de estos empréstitos, se cuenta que perdió, o no supo el paradero, de ochenta
millones, que había recibido, por todo aquello: de lo que comer otros, ya lo comeré yo antes”.
Para
que se vea cuán verdad es esto, voy a copiar aquí como prueba, entre varias, un
apunte que se publicó en Londres en 1836, referente a este asunto.
“Lo que
se recibió con estos empréstitos es incalculable: Al tesorero general don DOMINGO
TORRES le desaparecieron de las manos, sin saber cómo ni cuándo, unos ochenta
millones de reales; por aquello de, riñen
los pastores y se descubren los hurtos. El asunto se hizo público; llega la
noticia de las Cortes, se alborota el cotarro, levantan el grito hasta el cielo
algunos diputados, se nombre una comisión, se forma un expediente, aparece
justificado el robo, separan de su empleo al señor FERRER, claman por su
castigo algunos periodistas liberales, abogan en su favor los publicistas
ministeriales, que eran los más…el expediente no se concluyó y… ¿qué haremos?,
¿qué no haremos? Que DIGA EL SEÑOR ARGÜELLES que acaba de recibirse masón: EL SEÑOR TORRES ES UN
HERMANO TRES PUNTOS muy apreciable, está en el GRAN ORIENTE. Si este negocio
continúa, el crédito de todos sus COMPAÑEROS va a tierra. El reintegro es
imposible, porque se hizo la distribución a prorrata, y cada uno llevó, como
vuecencia, la parte que le correspondió. El señor ARGÜELLES pidió el expediente, se quemó de su orden y asunto
concluido. Y las Cortes, ¿Qué hicieron entonces? NADA.
Como se
verá, por lo antecede, los amigos de ARGÜELLES
no iban a la zaga de nuestros esclarecidos “enchufistas”, y eso que por
aquellos no había condumio para todos. El pueblo, esquilmado y pobre, no podía
abastecer a tanto HERMANO TRES PUNTOS INSACIABLE; HABÍA MUCHOS QUE NO HABÍAN
PROBADO SIQUIERA LAS MIJADAS DEL FESTÍN, el hueso de un destino, la carnaza de
una comisión o el lujo de una sinecura. Mucha gente masónica no había tocado
las monedas envilecidas del reparto.
Cundió el descontento y se produjeron luchas intestinas, hasta llegar a una
división de fuerzas.
¡Igual,
exactamente igual que en nuestros tristes días!
Y así
vemos surgir entonces cuatro organizaciones distintas, enraizadas en el mismo
tronco secular de la
Masonería y dirigidas además por sus más altos y ocultos poderes. Es preciso que se conozcan; siquiera
señalemos sus perfiles de una manera sintética, porque tienen un parecido
extraordinario con muchas de las actuales fuerzas políticas y sociales, sin
contar, por otra parte, que su esencia, su modo de ser y su historia forman el
más legítimo antecedente del ANARQUISMO y SOCIALISMO ibérico. Nosotros nos
hemos percatado de la utilidad de sacar a plena luz estas raíces MASÓNICAS
soterradas en el misterio, porque aclaran ciertos fenómenos inexplicables para
muchos que nunca se cuidaran de hendir la corteza de las apariencias con la
seguridad de la investigación y de la verdad.
Realizado
este experimento, veremos también que no hay nada nuevo sobre la tierra de
ESPAÑA y que el energúmeno anarquista, como el embustero socialista, son
remedos de cosas ya pasados por el tamiz de los tiempos.
3) *LOS
ANILLEROS*
Pero
esta posición posible visible es una mera “accidentalidad” subordinada al mejor
servicio de la Masonería. Tiene
mucha importancia no olvidar estas maniobras, porque los que leyeren habrían de
sufrir muchas y lamentables equivocaciones, originadas por el confusionismo
dimanente de estos cambios de lugar, que impone siempre como medio seguro la
oscura táctica masónica.
Si no
tenemos presente la mentira de estos cambios, no podremos fácilmente
explicarnos el complejo sutilísimo de sus acciones, nacidas como en un
generador eléctrico situado en las faldas de los ANDES, y cuya energía llega
por hilos ocultos a los más lejanos países. Decíamos que la Masonería expulsó de la Orden a la mayoría de sus
políticos colocados en los grupos de derechas, a los que pudiéramos calificar
con mayor exactitud de políticos “conservadores”. La expulsión se hizo de a
golpe de bombo y platillos; con todo el
aparato de una representación especular. Era preciso que los incautos se
entregaran rendidos a la apariencia de la farsa, porque en rigor aquella
exclusión no fue más que una pobre comedia hecha con el decorado de los grandes
acontecimientos teatrales, y con el fin de engañar al pueblo español, que no
percibía, como ahora, la verdad
escondida bajo el mandil de los hermanos.
Fueron
expulsados: TORENO, el príncipe de ANGOLA, MORENO GUERRA, ZAYAS, LOZANO TORRES,
YANDIOLA, MARTÍNEZ DE LA ROSA ,
CANO, los obispos de MADRID y MALLORCA y los canónigos MARINA, MUÑOS TORRERO y
LLORENTE.
Estos
hermanos, que fueron “AFRANCESADOS” en 1808 y “MODERADOS” en 1812, terminaron
siendo “CONSTITUCIONALISTAS PUROS” en el año 1820. De un constitucionalismo a la INGLESA , que se diría más
tarde.
Formaron
en seguida una sociedad secreta bajo el nombre de LOS ANILLEROS, usando
como señal externa una cinta AZUL que se colocaban en la solapa.
Salvo
este detalle tan propio de aquélla época, vemos ahora reproducidos en nuestra
política actual los TIPOS de
aquel trienio 1820-1823. Es una línea paralela a este cuatrienio 1931-1935,
cuyo paralelismo de las líneas
está engendrado por el paralelismo de sus “puntos”, poniendo en este vocablo
toda la intención castiza que le dan los entrañeros de Madrid.
LOS ANILLEROS de 1820 son
en 1935 los hombres del partido radical y del fenecido Servicio
de la república, los reformistas (idénticos en esencia masónica) y los
“conservadores” y “progresistas”.
La
semejanza llega a tal punto que los TORENOS, LOS ANGOLAS, LOS MARTÍNEZ DE LA ROSA , etc., de aquellos
tiempos, parecen “paralelos” de los LERROUX, los ALBA, los MELQUIADES y
algún otro que figura en primer término, escoltado por los GUERRA DEL RÍO,
SALAZAR ALONSO, ÁLVAREZ MENDIZÁBAL, BLASCO, MEREDIZ, VAQUERO y tantos otros.
Sobre
estos personajes de la política actual, representantes de grupos y fuerzas
parlamentarias, ejerce la
Masonería un apretado control que se encarna nada menos que
en el grado que se encarna nada menos que en el grado 33, alto prestigio de las
logias, señor PORTELA VALLADARES, esforzado y antiguo Gran Maestre, de
gran solvencia en la secta.
4) *LOS
MASONES (los Auténticos)*
La representación
oficial del Gran Oriente formó el primer Ministerio con el “divino” ARGÜELLES
a la cabeza. Tenía a sus órdenes, además de los ministros ya citados, a MENDIZÁBAL,
QUIROGA, RIEGO, O´DONOJÚ, MORILLO, MINE, y casi todos diputados americanos del
año 12, reelegidos en su mayoría para las Cortes de 1820.
La
representación política oficial de la Masonería se mostraba menos conservadora que la
de LOS ANILLEROS y más
moderada que la de LOS COMUNEROS,
aunque unos y otros rivalizaban en la disputa de los cargos y sinecuras.
El
poder residía en el “Supremo Consejo Masónico”, del que fue “Gran Comendador
Soberano” el “divino” ARGÜELLES. Bajo su obediencia pastaba el gran
rebaño de los 20.000 hermanos de tres puntos presididos por el lema: CONSTITUCIÓN o MUERTE.
No hay
más diferencia entre aquellos y los de ahora: MARTÍNEZ BARRIO, AZAÑA, SÁNCHEZ ROMÁN, MARCELINO DOMINGO, GORDÓN ORDÁS,
COMPANYS y todos los del famoso bienio, incluyendo también a los socialistas,
que aquéllos tuvieron el “divino” orador, y los de ahora necesitaron pedirlo
prestado.
*AVISO:
Una editorial de CESAR VIDAL de La linterna de Cope, del 14.11.09
agrega: En 1801 EN EL PUERTO FRANCÉS DE BREST se fundó la primera logia
para españoles, denominada La Reunión
Española por 26 miembros, que incluía a varios sacerdotes
católicos. Constituir una quinta columna de Francia y Napoleón contra España.
Siete años después se produce la invasión napoleónica.
*Fuente
sobre la Ilustración
española y “negocios” del presidente BERNARDINO GÓNZALES RIVADAVIA: en la “Historia
Argentina” de JOSE MARIA ROSA (h).
Jesús
Hernández, “Cartilla Escolar
Antifascista”, Madrid, 1938, p. varias s/nº.
*Editó:
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
Diario Pampero Nº 70 Cordubensis. Instituto Eremita Urbanus, del 27 de diciembre
del Año del Señor de 2009 / 31 DE AGOSTO
DE 2012. SAN JUAN EVANGELISTA. Sopla el Pampero. ¡VIVA LA PATRIA ! ¡SOBRE LA PATRIA , NADA! ¡VIVA
HISPANOAMÉRICA! *CÓNDOR TRIUNFANTE*
gspp *