INDIGENISMO: La tendencia indigenista
entiende que la cultura americana es exclusivamente lo amerindio autóctono, lo
precolombiano y las supervivencias perduran actualmente, según HUGO CHÁVEZ
FRÍAS, EVO MORALES y RAFAEL CORREA y otros, para la edificación del socialismo bolivariano
del siglo XXI.
Editó: Lic. Gabriel Pautasso
“Su proyecto fue colosal; auténtico gesto mayestático que impulsó como
interrogante capital verdadero sentido del ser nacional: “Seremos argentinos
cuando sintamos en nosotros la adherencia que tuvo la adherencia que tuvo el
indio con su suelo (…); cuando sintamos la capacidad creadora de civilización
que tuvieron los españoles (…); cuando sintamos la plasticidad del gaucho en su
horizonte pampeano (…); cuando tengamos la capacidad para el trabajo
disciplinado como el gringo y cuando no seamos ni indios, ni gauchos, ni españoles,
sino, ARGENTINOS…”
ALEJANDRO
BELLOTTI, RICARDO ROJAS (1882-1957) ARQUITECTO DE LA ARGENTINIDAD.
Perfil, dgo 29 de julio de 2007 p. 4 Cultura.
Lo
indio es, pues, lo americano; lo hispano, lo latino y lo europeo en general es
lo extranjero, lo que es extraño al propio ser de América. A lo sumo, si algo
foráneo se concede que entre a formar parte de la cultura americana, lo indio
tiene, en cualquier caso, primacía absoluta, y son, precisamente, los valores
autóctonos indios los que se proponen
frente a la crisis y decadencia de los valores culturales europeos.
Esta
tendencia interpretativa halla su fundamento en la sobrevaloración de las
culturas precolombianas americanas y comparte, asimismo, la idea de la
decadencia de Europa, que es temática y de vulgar relación entre los escritores
americanos. Y en ambos aspectos no puede quedar olvidado el nombre de OSWAlD
SPENGLER, ya que fue él, sin duda, el más categórico y sistemático formulador de
la decadencia occidental. En cuanto a la sobreestimación de las culturas indias
de América, si tal idea no procede no procede no procede de SPENGLER, éste la
dio impulso y autoridad, de la misma manera que al concepto de la destrucción
de dichas culturales por los españoles.
Aparte,
lo del marxismo bolivariano, responde a una afirmación de JORGE ABELARDO RAMOS
(¿sefaradita?) sobre la que ha reparado BLAS PIÑAR. Consiste en superar la idea
de nacionalidad y entregar los Estados de América en una CONFEDERACIÓN
SOCIALISTA BOLIVARIANA, siguiendo el camino histórico de los grandes modelos
interamericanos. En tal sentido, “la tarea de BOLÍVAR pasa a los discípulos
de MARX. Estos no podrán realizarla sin la tradición de BOLÍVAR, sin remontar
el confuso río de la historia, a fin de revelar la unidad profunda de su corriente
y tocar con la inteligencia su sólido lecho”. (Cfr. RAMOS, Jorge
Abelardo: El marxismo de Indias. Ed. Planeta, Barcelona, 1973. No olvidar FIP).
Este
enfoque responde a una pasada estrategia marxista leninista muy clara de
aquellos tiempos, y ya muy traída y llevada, que surge con nitidez de la
historia de las internacionales, sobre todo de la II socialista
socialdemócrata y la IV
trotzkista. Así como la cuestión religiosa sufrió una modificación táctica en
su tratamiento, trocándose la destrucción frontal de la Iglesia por su
aprovechamiento a través de la infiltración, otro tanto ocurre con la cuestión
patriótico-americana. La captación de la idea fuerza de patria por el marxismo,
resulta más eficaz y más atractiva que la retórica apátrida finisecular. De
allí, las diversas tesis sobre SOCIALISMO NACIONAL, la PATRIA SOCIALISTA, el
SOCIALISMO CRIOLLO, la IZQUIERDA NACIONAL,
y el LATINOAMERICANISMO TERCERMUNDISTA. La posesión del finado RAMOS no era una
iniciativa aislada ni mucho menos original. Sus consecuencias tampoco son
imprevisibles, habida cuenta de las experiencias revolucionarias que, so capa
de liberación americana, viene realizando el terrorismo en distintas naciones
del continente y, en particular, en la nuestra. La invocación del “nacionalismo”,
de sus componentes folclóricos, del espíritu fraterno de americanizado y hasta
la noción de Hispanoamérica, ha servido de cómodo caballo de Troya para una penetración ideológica, que tal vez haya
sido y sea la más efectiva que registra la crónica del Comunista Internacional;
la más criminal e imponderable porque suscita la corrupción de lo mejor y,
además la más sutil y la que cuenta con un fundamento in re, esto es, con una
realidad que en el fondo de trastrocamientos perversos existe y late con
fuerza: la realidad de una Hispanoamérica que espera una regeneración. (ANTONIO
CAPONETTO, “Hispanidad y Leyendas Negras”, Ed. Del Cruzamante, Buenos Aires,
1989, p. 172-4).
EL COMUNISMO DEL SIGLO XXI
HUGO
CHAVEZ se dice “bolivariano”. Cree que su destino es culminar la tarea de SIMÓN
BOLIVAR que dejó inconclusa: la UNIDAD
SUBAMERICANA. Por otra
parte, juzga que el capitalismo se agotó; y siente que él en la tarea de
reemplazarlo. No solo en Venezuela y Sudamérica. “Mi vida está dedicada a los
pobres de la tierra”, afirma sin mucho recato. (Véase, La concepción
Ebionita de ERNESTO CARDENAL (Martínez),- autor: GABRIEL S. P. PAUTASSO –
Jornadas de Ética y Cultura, Facultad de Filosofía y Humanidades de la U.N.Cba, 1979, Córdoba).
Su
retórica antiimperialista, sus continuas referencias al socialismo y sus
símbolos (camisa y banderas rojas), hacen pensar a muchos que EL COMUNISMO
renace hoy en Venezuela. Todo comandante de unidad, en todos los niveles está
obligado a levantar la consigna PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, sin ambigüedades. “El
que se sienta incómodo puede tramitar su baja”. Este hombre, que dice
haber dedicado su vida “a los pobres de la tierra”, no es sólo un dictador
legitimado por las urnas, como otros que en América Latina conoció en los 50-
Tampoco es un mero “discípulo” de CASTRO. Su proyecto es crear una “potencia
sudamericana”, a partir de su propio liderazgo y de los recursos que el petróleo
(por ahora) le otorga a Venezuela.
Mesianismo
e ideología se mezclan para hacerle pensar que puede promover una nueva etapa
del comunismo en el mundo.
(Revista
“MERCADO”, mayo 2007, “CHAVEZ: EL COMUNISMO DEL SIGLO 21”, por DANIEL ALCIRO, pp. 22 a 26)
En
ambos aspectos, en efecto, puede ser SPENGLER un tipo representativo de la Leyenda Negra. Muestras: Refiriéndose a la cultura azteca o
mexica, o mexicana PRECOLOMBINA, DICE QUE ELLA ES EL ÚNICO EJEMPLO de una
muerto violenta. Y agrega: “No falleció por decaimiento. No fue ni
estorbada ni reprimida en su desarrollo. Murió asesinada en la plenitud de su
evolución, destruida como una flor que un transeúnte decapita con su vara. Todos
aquellos Estados, entre los cuales había una gran potencia y varias ligas
políticas, cuya grandeza y recursos superaban con mucho los de los Estados
grecorromanos de la época de ANIBAL; aquellos pueblos con su política elevad,
su hacienda en buen orden, y su legislación altamente progresiva, con ideas
administrativas y hábitos económicos que los ministros de CARLOS V no hubieran
comprendido jamás, con ricas literaturas en varios idiomas, con una sociedad
perespiritualizada y distinguida en las grandes ciudades, tal que el Occidente
de entonces no hubiera podido igualar, todo eso sucumbió y no por resultas
desesperada, sino por obra de un puñado de bandidos que en pocos años aniquilaron
todo de tal suerte que los restos de la población muy pronto habían perdido el
recuerdo del pasado. De la gigantesca ciudad de Tenochtitlan no quedó ni una
piedra. En las selvas antiquísimas de Yucatán yacen las grandes urbes del
imperio maya, comidas por la flora exuberante. No sabemos ni el nombre de una
sola. De la literatura se han conservado tres libros, que nadie puede leer”.
Pero
no es esto para SPENGLER lo más grave; “lo más terrible de este espectáculo es que
ni siquiera fue tal la destrucción una necesidad para la cultura de Occidente.
Realizárosla privadamente unos cuantos aventureros, sin que nadie en Alemania,
Inglaterra y Francia sospechase lo que en América sucedía”. Y esta
destrucción se hacía víctimas a unos pueblos de tan alto grado de perfección
cultural y política que “hasta la época de FEDERICO EL GRANDE NO SE
HUBIERA PODIDO COMPRENDER EN EUROPA LA POLÍTICA
DE LA LIGA DE
MAYAPÁN”. (OSWALDO SPENGLER: La decadencia de Occidente. Bosquejo de
una morfología de la Historia Universal.
Trad. De MANUEL GARCÍA MORENTE. Introducción, nº 1 y 2ª Parte, I, B. nº 19.
TOYNBEE: Estudio de la
Historia, I, C, I, (b) (T. I, p. 88 de la edic. española)
dice también que “nuestra Sociedad Occidental dominó a su tiempo el Atlántico Occidental
y se instaló en lo que se convirtió luego en la América Latina”. Cfr.
SPENGLER: Op. cit. 2ª parte I, B, nº 10. También TOYNBEE hace esa
sobrevaloración (op. et loc. Cit., t. I, ps. 145 y ss. De la trad. Esp.).
OSWALDO
SPENGLER (1880-1936) ES EL MÁS DESTACADO FILÓSOFO DE LA CULTURA EN ESTE CORRIENTE
VITALISTA. La Decadencia
de Occidente es la consecuencia a que llega SPENGLER con su abigarrada
morfología de las culturas. La
KULTUR viviente es sustituida por la CIVILIZACIÓN, pues la
fuerza creadora de aquella se extingue. Desde 1880, el Occidente está en
decadencia, en el invierno de la cultura. Signo claro de esta tendencia es el
actual RACIONALISMO, que con sus conceptos abstractos y fórmulas matemáticas
nos han separado de la fuerza creadora de la vida, así como el MATERIALISMO, el
ESCEPTICISMO, y las corrientes IRRACIONALISTAS. El predominio de la ciencia y
de la técnica, son la expresión el COSMOPOLITICISMO, la DEMOCRACIA, el ATEÍSMO,
el IGUALITARISMO SOCIALISTA, son expresión de una edad decrépita. Ante este anuncio
de la inminente ruina de Occidente, SPENGLER SÓLO DA COMO SOLUCIÓN ACEPTAR CON
FRIALDAD ESTOICA EL DESTINO DE LA
HISTORIA, COMO EL SOLDADO ROMANO DE POMPEYA, según lo
esclarece TEÓFILO URDANOZ O. P. Historia de la Filosofía, VI, pag.
159-162.
Todas
y cada una de estas ideas se hallan dentro de la concepción indigenista de
América, la cual entiende que lo indígena americano asimile la aportación
europea. Así, LUIS ALBERTO SÁNCHEZ, que está comprendido en esta corriente
cultural, explica que el sentido de la denominada “restauración de lo
autóctono” no supone un retorno a lo aborigen amerindio, sino que significa
“aclimatar la decisiva aportación europea”. (LUIS ALBERTO SÁNCHEZ, ¿Existe
América Latina? México, F.C.E., 1945, ps. 246 y 276).
Esto
quiere decir, en el fondo, hacer indio todo lo que no lo sea pero pueda parecer
necesario a la cultura autóctona; así, por ejemplo, la técnica.
Es,
pues, indigenista toda aquella interpretación cultural de América que se base
exclusivamente en lo indio o que concreta a este elemento primacía sobre los
demás. De ahí el término “Indoamérica” que usan los teóricos de este sistema,
empezando por RAÚL HAYA DE LA
TORRE y su movimiento aprista peruano junto a JOSÉ CARLOS
MARIÁTEGUI. Ahora bien: como indica LAÍN ENTREALGO, hay dos modos fundamentales
de indigenismo: el político y el científico o cultural. El primero de ellos
quiere y pretende utilizar la fuerza electoral o subversiva de los indios para
conquistar un Estado que nunca deja de ser entendido a la manera europea. El
segundo, en cambio, consiste en la investigación y el estudio de las culturas
precolombinas de América o de los indígenas actuales.
Podría
pensarse que estos dos modos de indigenismo son independientes entre así. Por
el contrario, ambos están en clara conexión, no sólo porque el político
indigenista necesite mitos para arrastrar tras de sí a los hombres de hoy y a
veces los encuentre en la investigación científica; ni tampoco solamente porque
el científico pueda no serlo escuetamente y sueñe entonces con una
actualización del pasado que estudia, sino porque el teórico indigenista
considera – como JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI – que la cultura incluye la política y
la economía. De ahí la definición dada por LIPSCHUTZ al indoamericanismo, según
la cual éste es “reivindicación de derechos económicos y culturales de ciertas
agrupaciones sociales, económica y políticamente más fuertes”.
(ALEJANDRO LIPSCHUTZ: El indoamericanismo y el problema racial en las Américas,
2ª edic. Santiago de Chile. Edit. Nascimento, 1944; véanse, v. gr. S. Sobre los
modos del indigenismo, véase LAÍN ENTREALGO, op. cit., ps. 45 y ss. ).
Mas
también los dos modos indicados de indigenismo coinciden en ser “titulares y
gerentes” del “creciente ascenso de los hombres de color – indios y mestizos al plano de la operación histórica”. Pero
¿cuáles son la “oportunidad” y el “autor” del indigenismo? No sería éste
concebible sin la progresiva e irremisible democratización de la historia desde
que las monarquías absolutas comenzaron a disolverse, y especialmente desde la Revolución Francesa.
El menestral europeo del siglo XVIII es secuaz de la historia; el de 1848
aspira a ser – cree serlo, a veces – protagonista de ella. ¿Podía no alcanzar
tan ancha y vigorosa onda a la población de color, allí donde ésta constituye
mayoría? Mas para que la ascensión de tales masas al plano de la eficacia
histórica tuviese sesgo “indigenista”, era necesaria una nueva instancia: la
atonía, el desfallecimiento de la cultura “europea” u “occidental” en el alma
de no pocos hombres rectores de Europa, a raíz de la primera guerra mundial”
1914-1918. Respecto a los autores del indigenismo, “cinco notas, por lo menos,
tenían que concurrir en ellos. Habían de ser nativamente americanos, criollos o
indígenas; sus mentes debían de estar bien despiertas a la historia universal,
al “espíritu del tiempo”; habían de sentir en sus almas ambición y audacia para
atizar y canalizar las pasiones justas y las pasiones aviesas que engendra la
inferioridad social; habían de creer que la sociedad en torno – el mundo
europeizado e hispanizado en que se forzaron – les negaba metas adecuadas a su
afán de valimiento; habían de vibrar, poco o mucho, frente al sugestivo
misterio de una cultura arcaica, poderosa, vecina en el espacio y escasamente
conocida.
Debido,
precisamente, a esta sugestión cultural de lo precolombino, el indigenismo ve
también en la naturaleza y el paisaje americano un elemento más de aquella
cultura autóctona. Incluye, pues, el indigenismo esta tendencia que ICAZA TIJERINO
llama del “americanismo telúrico o
ambiental”, aunque aquélla no considere lo telúrico como elemento decisivo
y esencial de la personalidad de Hispanoamérica. Esto, empero, no excluye la
consideración de la naturaleza y el paisaje como un factor a tener en cuanta en
la cultura, al margen o no del pensamiento spengleriano. Conocida e, en todo
caso, la propensición de la literatura descriptiva hispanoamericana a ocuparse
con el paisaje, hasta el punto de haber existido críticos que vieron en tal
propensación la fórmula literaria del nuevo mundo.
El
Indigenismo, en conclusión, rechaza todo lo que no sea originalmente indio y
todo lo que, sin serlo, no haya sido previamente asimilado por el indio. En lo
no indio, y especialmente en lo español y en lo europeo, los indigenistas ven
el instrumento de explotación de la minoría blanca sobre la masa india o
mestiza. Pero también lo europeo es rechazado por considerar que no se adapta
al alma india. Sólo la cultura indoamericana, integralmente humana – ya que
abarca valores intelectuales, estéticos, políticos y económicos – y popular (o
populismo a lo CHAVEZ) – porque se extiende a todo el pueblo y es esencialmente
indígena, aunque asimile valores europeos – puede significar la redención de
las decaídas y explotadas masas indígenas. (Esta es la postura de historiadores
LAÍN ENTRALGO y YCAZA TEJERINO).
Ante
el indigenismo, ¿cuál debe ser la actitud mental y cordial del español?
Contestando a esta misma pregunta, PEDRO LAÍN ENTRALGO dice que esta actitud
debe estar determinada por el modo de la situación del español ante el indio, y
que ésta puede expresarse mediante estas palabras: “AMOR PLENUS” según JAIME
DELGADO. Este amor debe ser, a la vez,
intelectual y cordial: el primero, para ENSEÑAR
al indio A COEJECUTAR FORMAS DE VIDA SUPERIORES A LA SUYA; el amor intelectual,
hacia dos metas distintas: una, teorética, la contemplación de lo que el indio
es y la posibilidad de entender lo que
fue; la otra, utilitaria, para dar vigencia universal a cuanto haya de valioso
en las culturas aborígenes. “No hay que pensar tan sólo –
escribe LAÍN acerca de la última meta – en la incorporación de la quina y la coca a
la farmacopea de todos los países cultos. La poesía, la música, y la plástica
de las culturas de las culturas preincaicas e incaicas – para no mencionar sino
un ejemplo - ¿no pueden acaso enriquecer con intuiciones y expresiones la
trabajada estética de Occidente y, a través de ella, la de de casi todos los
habitantes del planeta? El Barroco colonial de Hispanoamérica, en cuya entraña
van fundidos el arte de Europa y el arte indígena, ¿no es, además de un logro
estético, la garantía de que otros son posibles? También por el lado de los
indios hay caminos ofrecidos a la expresión del amor cordial; también lo que
ellos hacen permite alguna cooperación, y tal vez la requiere”.
Por
el lado, sobre todo, del estudio del indio y sus culturas precolombianas y
actuales – pues, como es sabido, todavía existen zonas donde el mestizaje no se
ha realizado y donde la prehistoria es rigurosamente actual -, por este lado
tiene el español una ancha e interesante vía, camino o hoja de ruta, que
abrieron y recorrieron los primeros hispanos que pisaron América o el Nuevo
Mundo o las Indias, y cuya labor, por cierto, en poca cosa ha sido superada desde
el punto de vista de la atención humana a los indios. Problemas como el de la
actitud del indio frente a una civilización que “usa y no entiende” y el de su
situación ante lo que los arqueólogos e historiadores cuentan de sus
antepasados ante la conquista, son dos de las varias cuestiones que requieren
una respuesta suficiente si se pretenden entender de modo satisfactorio la Hispanoamérica
actual.
Al
español, como hombre hispánico que es, compete también la continuación y
perfeccionamiento de lo que fue el núcleo esencial de la obra de España en
América; es decir, poner a los hombres
en el nivel de la historia universal
dentro de la FE CATÓLICA y a través del HABLA y LENGUA CASTELLANA. Y por tres
caminos principales, por tres caminos reales se puede decir, se le ofrece al
español la ejecución de ese quehacer: el religioso, el intelectual y el social.
Mientras esta tarea no se realice, el indigenismo seguirá siendo, como hoy, una
cantera de mitos políticos antihispánicos.
Es
claro que todas y cada una de estas interpretaciones culturales implican una
distinta comprensión de la historia. Pero no siempre aquéllas responden a una
intelección del pasado.
Así,
dentro del Indigenismo, por ejemplo, hay quienes sostienen la que MANUEL FRAGA
IRIBARNE llama interpretación LIBERAL-PROGRESISTA y quienes sostienen la
interpretación MARXISTA. Y, al revés, no todos los marxistas históricos son
indigenistas ni todos éstos son liberal-progresistas. En cuanto a esta
interpretación histórica, es bien conocida y su versión más extrema – véase el
libro de GERMÁN ARCINIEGAS: “Historia e Historias de las Américas” (en Ensayos
sobre la Historia
del Nuevo Mundo. México, -Inst. Panamericano de Geografía e Historia, 1951, ps.
265-285 - El estado de América Latina –, hace arrancar de la Independencia la
historia hispanoamericana y cifra el progreso en la adopción de una escala
LAICA y en la creciente democratización de los países hispanoamericanos.
La
interpretación marxista de la
Historia de América, en su versión TROTKISTA, está contenida
en el libro de JORGE ABELARDO RAMOS, “América Latina, un país”. En él se
aplican rigurosa y exactamente los métodos del materialismo dialéctico, y con
arreglo a ellos la historia Hispanoamérica es divida en las siguientes etapas
sucesivas: una primera etapa comunista primitiva; una segunda de regímenes
basados en la esclavitud de los indios, el sistema feudal y la servidumbre
limitada. Tras ésta,, que corresponde a la mal llamada ÉPOCA COLONIAL, viene
una ÉPOCA de predominio BURGUES, a partir de la INDEPENDENCIA; ésta
fue obra de las oligarquías burguesas, que querían vender libremente sus
materias primas a los países capitalistas, sin ocuparse de las masas indias y
mestizas, a las que sólo daban mucha retórica y textos constitucionales. Esta
etapa alcanza hasta la actualidad, en que el Industrialismo señalaría el
momento para establecer en Hispanoamérica el comunismo marxista. (M. FRAGA
IRIBARNE: “Cinco interpretaciones de Hispanoamérica”. En Correo Literario, nº
60, Madrid, 15 nov. 1952). (Esta concepción postula HAYA DE LA TORRE, jefe del Aprismo.
Véanse sus trabajos en la Revista Cuadernos
Americanos, años 1949, 1951-1954).
LAS INTERPRETACIONES
HISPÁNICAS
Frente
a las interpretaciones no-hispánicas de la cultura americana. En este gran
apartado coinciden en el común reconocimiento y proclamación de la raíz hispana
como elemento esencial en la constitución de la cultura americana; y se añadió
entonces también que dentro de esta general corriente unitaria podían
distinguirse, sin embargo, varias modalidades e inflexiones especiales. Radican
éstas, por una parte, en la desigual valoración que cada una de ellas concede a
cada uno de los elementos fundamentales – HISPANO e INDIO – que todas, más o
menos, reconocen como partes integrantes de la cultura americana. Por otro
lado, se diferencian también en el modo cómo cada una ve el alcance y la índole
de la proclamada originalidad cultural Hispanoamérica. En un tercer sentido,
por último, se distinguen las diversas inflexiones hispánicas por la distinta comprensión
que de la historia y el pensamiento hispanos y, paralelamente,
hispanoamericanos propugna cada una. Y es en este último aspecto en el que las
diferencias aparecen, quizá, como más radicales.
Podría
verse, sin embargo, un mayor número de matices dentro de la común hispanicidad
de esta interpretaciones, pero los señalados parecen suficientes para mostrar
las inflexiones más importantes de esa gran corriente hispánica de pensamiento.
Con arreglo, pues, a esas diferencias, y siempre con un propósito
sistematizador, se estudiarían a continuación y sucesivamente tres subgrupos
principales; a saber: ESPAÑOLISTAS, ORIGINALISTAS e HISPÁNICOS LIBERALES, pero
advirtiendo desde afuera que et último subgrupo podría, quizá, bifurcarse en
dos, desgajando de él a los que se llamarían ESPAÑOLISTAS LIBERALES. ¡¡VADE
RETRO SATANÁS…!!
Fuera
de estos subgrupos quedan, como es claro, los que llamaré hispánicos
propiamente dichos, cuya actitud cultural, considerada aquí como la más certera
y atinada, quedara expuesta aparte.
a) LOS ESPAÑOLISTAS:
Se
llamará ESPAÑOLISMO – tomando el término a JULIO ICAZA TIJERINO (Originalidad
de Hispanoamérica. Madrid, Edic. Cultura
Hispánica, 1952), aquella tendencia a identificar la cultura americana con la
española por considerar a Hispanoamérica como una mera prolongación de España. Españolista
sería, pues, quien considerase que la cultura hispanoamericana es
exclusivamente europea en la forma española de serlo y concediese, por tanto, a
los valores autóctonos de aquella un grado absolutamente secundario o puramente
adjetivo, semejante al que pueden tener, por ejemplo, las influencias francesas
recibidas por aquella cultura en el siglo XIX. Tal posición, por tanto, vendría
a ser semejante a la sustentada por el latinoamericanismo, pero sustituyendo a
Francia por España.
He
aquí, por vía de ejemplo, una muestra de alto magisterio, de nuestro ERNESTO
PALACIO, uno de los maestros más esclarecidos del pensamiento argentino
contemporáneo, que pone en evidencia con suficiente claridad esta actitud. “SI
HABLAMOS EN TÉRMINOS DE LA FILOSOFÍA DE
LA CULTURA
– dice -, no hay, en mi opinión, problema ninguno. Estamos lejos de ser un
producto híbrido; no descendemos de éstas o aquellas corrientes mezcladas.
SOMOS ESPAÑOLES; mejor dicho, SOMOS LA PROLONGACIÓN DE
ESPAÑA EN EL RÍO DE LA PLATA,
por la persistencia entre nosotros de los DOS elementos diferenciales,
constituyentes de CULTURA, que son la RELIGIÓN y el IDIOMA No provenimos,
espiritualmente hablando, de ESPAÑOLES e INDIOS, sino exclusivamente de los
primeros. Nuestra verdadera TRADICIÓN, nuestra HISTORIA, es la de ESPAÑA a
través de los CONQUISTADORES, que siguen viviendo en nosotros”.
(ERNESTO PALACIOS: La historia falsificada. Buenos Aires, Edit. Difusión,
1939,p. 62).
1) LO HISPANO
Cuando
se estudia la cultura americana, los estudiosos propenden, en general, a
admitir que en ella figura como elemento principal un valor principal no
americano que los más de ellos califican de europeo. Hasta los indigenistas, en
efecto, hablan – algunos, por lo menos-
de una determinada asimilación que el indio debe hacer de una reconocida
aporte europea a su cultura. Ahora bien: la mayoría de los autores se limita,
igualmente, a reconocer esa contribución europea sin detenerse a considerar el
sentido, la significación que tenga eso que llaman “EUROPEO”. Y es,
precisamente en esta falta de rigor donde radican muchos errores
interpretativos. Así, por ejemplo, alguien ha dicho, que “América aparece en el horizonte
de la cultura cristiana precisamente en el momento en que, al declinar la
Edad Media, el hombre se ha quedado sin
DIOS”. (EDMUNDO O´GORMAN: Fundamentos de la Historia de América,
México, Imprenta Universitaria, 1942, p. 25).
Pero
es el caso que entre “lo europeo” y “lo hispano” hay hacer una distinción
previa, sin la cual la historia posteridad a 1500 se hace de muy difícil
comprensión. Existía, en efecto, como es sabido, la Cristianad medieval,
ese armonioso mundo de “Sumas” y catedrales, de Pontificado y de Imperio, de
guerras de cruzada y de predicación antiherética, de ideales caballerescos y de
vida en general, en que la presencia de Dios se dirá que se palpaba.
Cristiandad también, porque así es la naturaleza humana, de luchas entre
cristianos, de sangre propia derramada, de mundanidad papal, de grandes
pecadores, en suma, que tenían la ventaja – este aparte – de saberse tales y
poder, por tanto, arrepentirse a tiempo. Allá para el otoño medieval, se había
iniciado también esa secularización de la
vida, que puede rastrarse, en el proceso histórico-literario, desde la Santa María de las Cantigas
hasta la petrarquista LAURA de carne y hueso, pasando por la teológica BEATRIZ, y, más allá, hasta las mujeres –
pura materia carnal – de un BOCACCIO.
Y
así llegó el Renacimiento, con el ideal protagónico del hombre medida de todas
las cosas, con ese humanismo materialista y del ORGULLO – que dice MAEZTU -,
sinónimo de todo RELATIVISMO. Y así llegó, con su trascienda al revés, la
llamada REFORMA PROTESTANTE, cuyos efectos, no bien calibrados generalmente,
fueron dos fundamentales y negativos ambos: por una parte, quitó al hombre su
más trascendental posibilidad, la de salvarse; por otra, dividió a la Cristiandad en dos
mundos contrarios. El hombre, en efecto, a quien el humanismo había alzado
hasta la cumbre del poder todo, se encontró repentinamente con esta
desconcertante imposibilidad: la de salvarse; y claro está, el hombre, desde
entonces, hizo todo menos salvarse; y, claro está, el hombre, desde entonces.
Hizo todo menos salvarse.
Pero
esta consecuencia de la
Reforma protestante sólo dejó sentir su peso en aquella parte
del “ORBIS CHRISTIANUS” afectado por la herejía. Y ESPAÑA y PORTUGAL fueron,
precisamente, los territorios europeos con sentido nacional, las naciones, que
rechazaron el reformismo y no se inficionaron de él nacionalmente. Es más: se
propusieron – ESPAÑA sobre todo, debido a su circunstancia histórica – la
misión, sentida como MISIÓN NACIONAL, de restaurar la Cristiandad perdida.
Porque la Cristiandad,
que era la Edad Media,
se había arrojado y sustituido por Europa. ESPAÑA, en cambio, sin romper con el
pasado, se sentía ella misma “orbis christianus”, Cristiandad más estrecha
geográficamente, pero con el deber de recobrar el campo perdido. Y juntamente
fue esta ESPAÑA de honda raíz medieval la que dio principio a su labor
restauradora y recuperadora, descubriendo, conquistando, conquistando en todos
los aspectos, es decir, “pacificando” – llevando la paz cristiana – a América.
¿Se podrá decir, entonces, que América aparece cuando el “hombre” – así, en
general – se ha quedado sin DIOS?
Esa
España evangelizadora de América, esa España de profunda raíz medieval y
católica, no es, empero, solamente pura Edad Media. Por el contrario, es una
España QUE HA HECHO, O ESTÁ HACIENDO, SU PROPIA Y AUTÉNTICA REFORMA
ECLESIÁSTICA; que ha asimilado, es decir, cristianizado y españolizado, el
Renacimiento europeo y que ha creado, con éste y con elementos propios, un
Renacimiento español, y que ha hecho, o está haciendo, sus tres aportaciones
fundamentales a la filosofía y a la teología católica universal: la MÍSTICA, la Escolástica, y a la Filosofía española del
Renacimiento. Una España, en fin, que ha creado el “HUMANISMO ESPAÑOL”, de
origen religioso, porque es la doctrina del hombre que enseña la Iglesia Católica, y que es – en
frase de RAMIRO DE MAEZTU – “una fe
profunda en la igualdad esencial de los hombres, en medio de las diferencias de
valor de las distintas posiciones que ocupan y de la obras que hacen. (RAMIRO
DE MAEZTU, o. cit., segunda parte: El valor de la Hispanidad;
especialmente la primera sección titulada El sentido del hombre en los pueblos
hispánicos).
Y
España, no hay que olvidarlo, ha creado, en parte, estos valores por haber
sabido mirar a la esfinge americana y haber sabido contestar a las preguntas
que ésta le hacía a las preguntas que ésta le hacía desde el otro lado del mar;
por haberse sentido, en cierto modo, conquistada por su lejana conquistada; por
haber sido, en definitiva, MEDIEVAL y MODERNA al mismo tiempo. (O´GORMAN, Op.
Cit., p. 26).
Así,
pues, España postula una modernidad, vale decir, una europeidad tradicional,
que no rompe con la Edad Media,
SINO QUE LA CONTINUA CON
NUEVOS Y ESENCIALES VALORES, QUE HACEN ESPLÉNDIDA ECLOSIÓN en esas aportaciones
a la TEOLOGÍA
y la FILOSOFÍA,
en el Concilio de TRENTO y, en síntesis, en lo que se llama la Contrarreforma y la
cultura del BARROCO.
Por
eso se puede decir que ESPAÑA es EUROPA y no es Europa al mismo tiempo. España
no es Europa, si bajo este término se ampara una exclusiva carga de Reforma
Protestante, racionalismo, liberalismo y socialismo marxista. Pero España sí es
Europa, y no sólo geográficamente, si bajo ese nombre se contiene “orbis
christianus” moderno y su continuación – no prolongación – en el espacio –
América – y en el tiempo, hasta nuestros días. Y en este último sentido han de
entenderse las palabras de LAÍN ENTREALGO cuando dice que “la Hispanidad” no es para
nosotros sino una singular fidelidad a Europa” y que “somos, queremos ser,
queremos seguir siendo europeos”. (PEDRO LAÍN ENTRALGO: Europa. España,
Iberoamérica, discurso en la Asociación
Cultural Iberoamericana de Madrid, mayo 1947 – apud YCAZA,
op. cit., p. 37 -. Del mismo modo han de entenderse, para no errar, estas
palabras de ZEA 8en op. et loc. Cit.): “QUEREMOS O NO, SOMOS HIJOS DE LA CULTURA EUROPEA. DE EUROPA
TENEMOS EL CUERPO CULTURAL, LO QUE PODEMOS DECIR EL ARMAZÓN: LENGUA, RELIGIÓN,
COSTUMBRES; EN UNA PALABRA, NUESTRA CONCEPCIÓN DEL MUNDO Y DE LA
VIDA ES EUROPEA. DESPRENDERNOS DE ELLA
SERÍA DESPRENDERNOS DEL MEOLLO DE NUESTRA PERSONALIDAD”.
Es
lícito, pues, afirmar que la obra de ESPAÑA en América TUVO COMO GRAN
CONDICIÓN, POR LO MENOS, LA
ININTERRUMPIDA FORMACIÓN FUNDAMENTAL DEL
ESPAÑOL EN LOS GRANDES VALORES MEDIEVALES. Este es el “ESTILO” de España y su
cultura, y esa CULTURA EUROPEA-ESPAÑOLA del HUMANISMO ESPAÑOL, de la CONTRARREFORMA y el
BARROCO es lo que España llevó a América y lo que significa, en conclusión, el
elemento HISPANO de la cultura americana. (Véase, sobre el “ESTILO” de España,
MANUEL GARCIA MORENTE: Idea de la
Hispanidad).
La NACIÓN COMO PROCESO
HISTÓRICO DE INCORPORACIÓN según JOSÉ ANTONIO
No
busca diferenciar una nación, sino incorporar a la nación a grupos que puedan
sentirse desvinculados de ella. Para JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA hay una
idea desintegradora de la nación, y ése es el nacionalismo que combate, y un
concepto integrador con capacidad de formar y llamara un consenso que estreche
los vínculos de una nación. El primero es un concepto romántico y naturalista
que funda la unidad nacional en la tierra, o la sangre, o la lengua. El segundo
es un concepto histórico e “intelectual” de la Nación, como una EMPRESA,
un DESTINO, o una MISIÓN COMÚN.
Este
encuentro en una ruta histórica es lo que define la nación como una “FUNDACIÓN”.
La Nación no
es un contrato o pacto, pero tampoco es una entidad objetiva, sino un
esfuerzo en la historia. “Una generación -escribía en 1935 – que casi
despertó a la inquietud española bajo el signo de ORTEGA y GASSET.”
Se
ha impuesto a sí misma, también trágicamente, la misión de vertebrar a
ESPAÑA. Como ORTEGA, ve PRIMO DE RIVERA la Nación como un proceso de
incorporación en una ruta histórica en que el pasado es una situación de
partida hacia “UN TAL VEZ INASEQUIBLE PUNTO DE LLEGADA”.
La
tensión entre la vida banal y vida según DESTINO parece reflejarse en esa
crítica de la “la mediocridad de una España sin alma común, que al descalzarse
del coturno del imperio no halló modo de andar oponiéndose en babuchas”, en
contraste con esa España “vertebrada” que una nueva generación podrá ofrecer a
la complacida aprobación del maestro. (Obras p. 462 y 463).
JOSÉ
ANTONIO PRIMO DE RIVERA tiene presente el duro análisis de España invertebrada
en que se comprende la historia de España como un proceso de decadencia por
falta de ideales comunes y se definen los movimientos separatistas, que afloran
desde la fecha del 98, como movimientos particulares de desintegración
nacional.
Pero
en la revisión y en el refinamiento incluso verbal con el concepto se perfila, UNIDAD
DE DESTINO EN LO UNIVERSAL”, hay una apertura flexible a la comprensión de
la naciones en la historia. Esta proyección, que podríamos llamar exterior, del
concepto, no es menos importante, porque abre un nuevo horizonte de la nación en
un tiempo de crisis de las nacionalidades. El destino en lo universal, la
unidad de empresas o misiones en el mundo, es capaz de incorporar en un haz de
esfuerzos comunes a todos los pueblos que coinciden en la realización de una
misión común, sea cual fuere su raza, su lengua, su historia o sus tradiciones.
El
principio, en esta proyección histórica universal, sigue siendo más cohesivo
que diferenciador. No excluye, sino que llama a una solidaridad entre los
pueblos. La Nación
entendida así es apta para vertebrar formas de cooperación internacional que
supongan un proceso de organización política acumulativo, de acuerdo con la
tendencia de esta primera parte del siglo XXI, a la búsqueda de comunidades más
amplias que el Estado nacional del siglo XIX, que hizo crisis en las dos
últimas guerras mundiales.
“Todas las revoluciones – dice JOSÉ
ANTONIO PRIMO DE RIVERA – han sido incompletas hasta ahora , en cuanto
ninguna sirvió, juntas, a la idea nacional de la Patria y a la idea de la
justicia social. Nosotros integramos estas dos cosas: la PATRIA y la JUSTICIA SOCIAL, y
resueltamente, categóricamente, sobre esos dos principios inconmovibles,
queremos hacer nuestra revolución”.
“Para el que no sea asequible al gran motor nacional, queda el motor
del ideal social. Indudablemente, el contenido próximo del movimiento está en
la justicia social; en una elevación del tipo de vida”.
JUAN
ANTONIO PRIMO DE RIVERA se enfrentó claramente al capitalismo, destacando sus
consecuencias sociales o humanas injustas. El Estado liberal – dice –
estableció unas condiciones de verdadera esclavitud económica para el obrero,
en la medida en que la libre contratación olvidaba la desigualdad
económica real entre las partes. El
obrero urbano vive en el límite de lo infrahumano, a cientos de metros de los
barrios lujosos, y el obrero rural se dobla sobre la tierra de sol a sol para
ganar sesenta u ochenta jornales de tres pesetas. Se ha producido un proceso de
deshumanización y desintegración del hombre, en suma, de injusticia, por una
estructura defectuosa de la economía social. Y está injusticia, fundada en una
estructura social defectuosa, es probablemente en la mente de JOSÉ ANTONIO
PRIMO DE RIVERA el resorte que pone en movimiento una aspiración de justicia
social. Por eso, todos sus análisis arrancan siempre de esa situación de
injusticia generada por el capitalismo. Y en ese análisis crítico encuentra el
tema del socialismo marxista.
No
deja de ser curiosa la actitud de PRIMO DE RIVERA ante MARX. También aquí se
impone el análisis cronológico. En sus primeros textos de 1933 y 1934 las
referencias al socialismo son puntuales. El socialismo es materialista y
rencoroso. No ha sabido restablecer la justicia, sino la revancha de clases. CARLOS
MARX es un judío alemán en cuya mente inhospitalaria la justicia social se
transformará en el dogma monstruoso y deshumanizado de la lucha de clases. El
marxismo sembró el odio y la insolidaridad entre los hombres. Pero entre 1934 y 1935, JOSÉ ANTONIO PRIMO DE
RIVERA parece haber leído directamente o revisado en una lectura cuidadosamente
EL CAPITAL, ese “libro formidablemente grueso”, “tan grueso – anota – como
interesante, ésta es la verdad; libro de una dialéctica apretadísima y de un
ingenio extraordinario”.
La
obra de MARX es ahora certeramente comentada en su análisis del proceso de
concentración, en el proceso paralelo de proletarización, en el examen del
maquinismo industrial y el desempleo y en la crisis de superproducción y de
eliminación de la competencia. Y en sus resultados sociales: crisis,
paralización de la vida económica, cierre de fábricas, desfile inmenso de
proletariados sin tarea”.
La
justicia es algo más que la distribución de la riqueza o nivel de vida. Es
dignidad del hombre, respeto de su individualidad y de su libertad. Desde esas
fechas, la invocación a la libertad del hombre está siempre emparejada a la
idea de una reorganización revolucionaria de la economía. Hay que hacer, en
nombre de la justicia, una revolución que altere de arriba abajo la organización de la economía,
sin absorber al individuo en el Estado. Hay que desmontar la propiedad capitalista,
para sustituirla por la propiedad individual, por la propiedad familiar, por la
propiedad individual y por la propiedad sindical. La acción social tiene que
rehacer sobre la dignidad del hombre la dignidad de todas las instituciones.
“El comunismo ruso no tiene nada que ver con aquella primavera
sentimental de los movimientos obreros; el comunismo ruso viene a implantar la
dictadura del proletariado, la dictadura que no ejerce el proletariado, sino
los dirigentes comunistas servidos por un fuerte Ejército rojo; la dictadura
que os hará vivir de esta suerte: sin sentimiento religioso, sin emoción de
Patria, SIN LIBERTAD INDIVIDUAL, sin hogar y sin familia”.
“Si la revolución socialista no fuera otra cosa que la implantación de
un nuevo orden en lo económico, no nos asustaríamos. Lo que pasa es que la
revolución socialista es algo mucho más profundo. Es el triunfo de un sentido
materialista de la vida y de la historia; es la sustitución violenta de la
religión por la irreligiosidad; la sustitución de la Patria por la clase cerrada
y rencorosa; la agrupación de los hombres por clases, y no la agrupación de los
hombres dentro de la Patria
común a todos ellos; es la sustitución de la LIBERTAD INDIVIDUAL
por la sujeción férrea de un Estado”.
LO INDIO:
“LA FUERZA DE
LOS REVOLUCIONARIOS NO ESTÁ EN SU CIENCIA, ESTÁ EN SU FE, EN SU PASIÓN, EN SU
VOLUNTAD. ES UNA FUERZA RELIGIOSA, MÍSTICA, ESPIRITUAL. ES LA FUERZA DEL MITO” - JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI, “EL HOMBRE Y EL MITO” (1925), incluido en MARIÁTEGUI, “TEXTOS BÁSICOS”, F.C.E. Lima, 1991,
págs. 9-13.
Junto
con esta herencia hispano-europea, la cultura americana está constituida
también por un elemento autóctono americano: lo indio; esto es, lo que los
hispanos hallaron a su llegada y posterior penetración en aquel continente. Y
EN UNA CARACTERIZACIÓN del tipo de la que aquí se está intentado, lo primero
que cumple anotar acerca del elemento cultural es su desigual presencia en el
nuevo mundo. En efecto, los pueblos americanos no habían alcanzado el mismo
nivel cultural en todas las áreas geográficas de América en el momento de tomar
contacto con la cultura invasora. Hay, pues, una “DIVERSIDAD” indígena frente a
una “UNIDAD” extranjera; lo cual produce, como consecuencia inmediata, el
distinto grado de persistencia de lo autóctono y el diferente valor de su
atracción e influencia sobre los hispano. Y a este mismo resultado contribuye el
desigual grado de resistencia que a la penetración del invasor opusieron los
varios pueblos amerindios precolombianos.
Tal
dato ha de ser tenido en cuenta, por tanto, a la hora de generalizar y
comprender sintéticamente el valor y la significación del electo indio de la
cultura americana. Mas su no impide, sin embargo, hacer la síntesis propuesta.
Y ya en camino a ésta, es posible afirmar, en primer término, que lo indio
significa, ante todo, primitivismo. Ha sido KEYSERLING, quizá, uno de los
primeros y, sin duda, el mejor en percibir y exponer este primitivismo
americano. América es, en efecto, “el continente del tercer día de la creación”
y “es en él, para el hombre, vivencia primordial, la tierra y no el espíritu
que en sí lleva”. De ahí la potencia de los influjos telúricos, que se puede
observar, por ejemplo, en las alturas andinas, y de ahí también que en la
naturaleza haya concentrada “más fantasía genitriz que en ningún otro lado
lugar del mundo”: “Ningún continente – dice KEYSERLING –produce, ni allá cerca,
tantas hierbas medicinales, tantos venenos ni tantas plantas alimenticias. En
parte alguna se muestra tan rico y tan invasor el mundo vegetal y de la sangre
fría; rico en todos sentidos”. (KAYSERLING, Meditación primera, ps. 15 y ss.).
Pero
el paisaje, los hombres, y el más próximo de ellos a la tierra, el indio, cuya
primitivismo consiste en una cierta mayor unión con la naturaleza, de la que el
indio no ha acabado de desprenderse todavía y que da a las poblaciones
hispanoamericanos ese especial ambiente primitivo, señalado por SAMUEL RAMOS en
las mexicanas.
Por
otra parte, el hombre americano es esencialmente taciturno, total y
absolutamente telúrico y con una particular tendencia a la belleza, caracteres
propios de un primitivismo heredado, sin duda, del aborigen. Por eso la vida
hispanoamericana – suramericana dice KEYSERLING – está determinada por la gana,
que es, en parte, herencia española, pero sólo en parte, pues ésta incluye un
elemento imaginativo, mientras que la gana americana es “un impulso totalmente
ciego”, carente de iniciativa y sobre la cual descansa la pasividad
hispanoamericana, pero también la fecundidad y la riquísima emocional de
aquellos hombres, así como también su extremada sensibilidad, su carácter
estético – de donde es estético el pensamiento y la cultura – y la “tristeza
primordial”, que hizo a KEYSERLING llamar a América también el “Continente de la Tristeza”. Ahora bien:
esta tristeza se caracteriza por ser una “hechicera dulzura”: esa “miel de
pesares”, de que habla un cantar popular argentino. Y esa tristeza entraña,
según KEYSERLING, “más alto que todo el optimismo de los norteamericanos y que
todo el idealismo de la Europa
moderna”. Es una tristeza sin tragedia, telúrica, un “dolor flotante conforme a
la pura pasividad de la vida primordial”, y cuyo remedio es el arte,
especialmente la danza, la poesía y la música. Y HE AQUÍ YA DE NUEVO EL
FUNDAMENTAL RASGO ESTÉTICO DE LO HISPANOAMERICANO. (KAYSERLING: Op. cit-, Meditación primera, ps.
15 y ss.)
Pero
vale la pena de volver al primitivismo para ver en él el origen de otro rasgo
más de lo autóctono americano, que se puede observar en Hispanoamérica: su inintelectualidad
fundamental. Y aquí yace, según KAYSERLING, la magna significación posible de
la humanidad hispanoamericana. “Merced, precisamente, a su falta de
intelectualidad y a su primitivismo, originalmente refinado sin embargo, puede
producir, por vez primera vez después de tiempos dilatados, una cultura
exclusivamente basada en la
Belleza, que, sirviendo de polarizador al resto del mundo,
entregado a una intelectualización sin tregua ni medida, señalaría, señalaría a
los hombres TODOS NUEVAS POSIBILIDADES Y NUEVOS CAMINOS”. Claro es una
cultura exclusivamente basada en la
Belleza no parece que tendría tan magno porvenir, pero, en
cualquier caso, ese valor de inintelectualidad si podría ser fecundo, quizá,
para la Cultura.
Consistiría,
según todo lo anterior, el primitivismo en un sentido de pureza, de
elementalidad y de proximidad a la naturaleza en el sentido de naturalidad,
prescindiendo de toda idealización de este concepto. Quizá, pues, este modo de
ser primitivo del hombre americano se caracterizase, como dice YCAZA TIGERINO,
por una vinculación más íntima al mundo corpóreo y sensible, por lo que él
mismo llama “revaloración de la materia”, cuyo origen es fundamentalmente
telúrico. “El hombre que vive enraizado e inmerso en esta naturaleza dominante,
en este océano de materia viva y activa, se ve forzosamente ligado a ella y
comunica misteriosamente con ella”. Es lo que expresa PABLO NERUDA – en Entrada
a la madera – cuando va “entrando oscurecidos corredores” para hallar “la dulce
materia rosa de alas secas”, o cuando –
en Alturas de Macchu Picchu – habla de “lo más genital de lo terrestre”,
concediendo a esto, como se ve, un valor creador”.
Este
primitivismo de lo indio puede entenderse también como una fuerza instintiva,
cuya mejor virtud es la espontaneidad. Y también puede interpretarse en el
sentido de “un enorme yacimiento de materia prima, de objetos, formas, colores
y sonidos, que necesitan ser incorporados y disueltos en el fluido de una
cultura, a la que comunica su comuniquen su condimento de abigarrada y gustosa
especiería”.
Pero
lo indio es también, como se ha dicho, un elemento de la cultura americana, es
decir, una herencia recibida por ésta desde la época precolombiana, no sólo en
el primitivismo del paisaje y del hombre, sino en lo de ALFONSO REYES llama
“emoción histórica”. “Nos une con la raza de ayer, sin hablar de sangres, la
comunidad del esfuerzo por domeñar nuestra naturaleza brava y fragosa; esfuerzo
que es la base bruta de la historia. Nos une también, mucho más profunda, de la
emoción cotidiana, de la emoción cotidiana ante el mismo objeto natural. El
choque de la sensibilidad con el mismo mundo labra, engendra un alma común”.
Pero aun cuando no se aceptara ninguna de estas dos cosas, “convéngase en que
la emoción histórica es parte de vida actual, y, sin fulgor, nuestros valles y
nuestras montañas serían como un teatro sin luz. El poeta ve, al reverberar de
la luna en la nieve de los volcanes, recortarse sobre el cielo el espectro de
doña MARINA, acosada por la sombra del Flechador de Estrellas; o sueña con el
hacha de cobre en cuyo filo descansa el cielo; o piensa que escucha, en el
descampado, el llanto funesto de los mellizos que la diosa vestida de blanco
lleva a las espaldas;: no le neguemos la evocación, no desperdiciemos la
leyenda. Si esa tradición nos fuera ajena, está como quiera en nuestras manos,
y sólo nosotros disponemos de ella. No renunciaremos – oh KEATS – a ningún
objeto de belleza, engendrador de eternos goces”.
La
herencia histórica precolombina es, pues, en realidad, un pasado absoluto, algo
de lo cual no queda MEMORIA. “Nadie se encuentra ya dispuesto – escribe ALFONSO
REYES – a sacrificar corazones humeantes en ara de divinidades feroces,
untándose los cabellos de sangre y danzando al son de leños huecos. Y MIENTRA
ESTAS PRÁCTICAS NO SEAN ACEPTAS – NI LA INTERPRETACIÓN DE
LA VIDA QUE
ELLAS SUPONEN – NO DEBEMOS ENGAÑARNOS MÁS NI PERTUBAR A LA
GENTE CON CHARLTANERÍA PERNICIOSA: EL
ESPÍRITU MEXICANO ESTÁ EN EL COLOR QUE EL AGUA LATINA, TAL COMO ELLA LLEGÓ YA
HASTA NOSOTROS, ADQUIRIÓ AQUÍ, EN NUESTRA CASA, AL CORRER DURANTE TRES SIGLOS
LAMIENDO LAS ARCILLAS ROJAS DE NUESTRO SUELO”.
Sin
embargo, hay que advertir que la conciencia INDIGENISTA y la aportación
estética y simbólica de las culturas precolombinas se están poniendo hoy mucho
más de relieve, sobre todo en los países donde dichas culturas alcanzaron un alto valor, no exclusivamente en su pura
realidad arqueológica, sino como vivencia. A ello han contribuido, sin duda,
las excavaciones arqueológicas, que, desde comienzos del siglo, han adelantado
notablemente y descubierto nuevas perspectivas y profundidades de lo
precolombiano, antes desconocidas.
*Por
eso el Indigenismo es algo más que arqueología y mucho más que política. Como
dice PICÓN-SALAS, “separando lo que las consignas indigenistas puede ser
demagogia política, teoría de la
rebelión para grupos atrasados u oprimidos, “marxismo” traducido al quechua o
aymará como quiere EVO MORALES y ALVARO GARCÍA LINERA, o al nahuatl, como lo
quiere su ministro de Educación, FÉLIX PATZI PACO, para quien e debe
Descolonizar la Educación
y sostiene que la colonización se prolongó en el paradigma liberal eurocéntrico
y excluyo a la población indígena del poder político, de la economía y de todos
los espacios de oportunidad. Hoy Bolivia encara el proyecto DE DESCOLONIZACIÓN
y está resulta a impulsar el proyecto social indígena; el proyecto de
descolonización se basa en dos conceptos básicos: “colonialidad” y
“descolonización” y o romántica
antieuropea o antiespañola, como en los escritos de un VALCARCEL, en el Perú,
aun subsiste un puro sustratum de intimidad y profundidad aborigen como el que
logra trasmitir CIRO ALEGRÍA en su novela El mundo es ancho y ajeno o el que
impregna el pecularísimo lamento de los poemas de CÉSAR VALLEJO”. Este sentido
es el que permite establecer la afinidad estética, por ejemplo, entre los
frescos de BONAMPAK y los de DIEGO RIVERA, y el que también contribuyó a
producir esa INDIANIZACION del español que empezó a operarse ya en el propio
siglo XVI y que no estriba tan sólo en el uso de localismo localismos
americanos, sino en “el tono más cerrado y recogido, en la abundancia de diminutivos
– delatando otra actitud psicológica – y en cierto pudor lingüístico que
determina que ciertas palabras o frases de uso normal en España las
consideraremos casi como “tabú”. (MARIANO PICÓN-SALAS: “El aire, cultural en
América Latina” (En Cuadernos de Historia Mundial, I, nº 3, París, enero de
1954, pp. 700-711), pp. 700-701.)
LO
INDIO es, pues, un VALOR AMBIENTAL, psicológico y cultural, que comunica a lo
americano esas especiales características de primitivismo, fuerte apego a la
tierra, delicadeza, sensibilidad y carácter estético. Es, por tanto, un
elemento que no puede olvidarse a la hora de caracterizar la cultura americana,
ya que sin él no existiría ésta.
Y
hay que decir, por último, que esa realidad precolombina no fue destruida por
la organización española, sino que bajo ella persistió, y gracias a ello la
cultura americana tiene hoy una fisonomía propia.
Se trata ahora, por tanto, de captar en su
unidad esencial o entitativa el concepto de cultura americana, viendo en qué
forma se integran y conjuntan los elementos analizados para constituir el todo
que es esa cultura. Pues bien: tras similar intento, el padre OSVALDO LIRA: “En
la génesis y estructuración de la cultura hispanoamericana, la cultura española
ha desempeñado desde un principio una misión perfectamente análoga a la que en
el campo humano desempeña la forma sustancial; es decir, la de constituir la
razón última intrínseca y la raíz propia de todas las perfecciones”. Y
habla de analogía, pero no de identidad, porque “la materia con que se encuentra
la forma sustancial, que es la materia prima, se halla absolutamente privada de
toda determinación, mientras que en el caso concreto de las naciones
hispanoamericanas – así como, en
general, en el choque de dos culturas cualesquiera que guardan entre sí cierto
desequilibrio cualitativo – la indeterminación, y por consiguiente la pasividad
en que viene a hallarse la inferior respecto de lo superior es puramente
comparativa”. (OSVALDO LIRA, Hispanidad y mestizaje, y otros ensayos,
Madrid, Edic. Cultura Hispánica, 1952, p. 89, 51).
Hay
un principio constituido esencial de la cultura esencial de la cultura
americana, lo HISPANO, que a la vez principio formal o determinante. Ahora
bien: la razón por la cual lo HISPANO, la cultura hispánica puede actuar como
elemento determinante o formal de la cultura americana es su espíritu
CRISTIANO. No se pretende con esto, sin embargo, hacer del Cristianismo un
elemento integrante de ninguna cultura, porque su trascendencia sobrenatural se
lo impide, ya que en él debe verse una especie de lo que los escolásticos
llaman ACTUS IRRECEPTUS: pero sí puede ser el Cristianismo, respecto de una cultura, principio determinante
trascendente, y así lo es respecto de la cultura americana.
Junto
con lo HISPANO, el otro principio constituido
esencial de la cultura americana es lo INDIO. Ahora bien: lo indio
aparece subordinado a lo hispano, porque, sea cual fuere el grado de desarrollo
cultural que hubiera alcanzado en las distintas culturas precolombianas, todas
éstas coincidían en ignorar por igual los valores eternos de que es portador
el ser humano. De ahí que en el choque con lo hispano, lo INDIO quedó
frente a su contrario en una actitud relativamente pasiva, semejante – dice
OSVALDO LIRA – a la de mármol frente a la actividad creadora del escultor; es
decir, imponiéndole, no direcciones, sino tan sólo determinadas condiciones de
trabajo. Por es lo INDIO es el principio constituido material de la esencia o
naturaleza de la cultura americana.
Es
importante tener en cuenta esta valoración, pues de no hacerla provienen
errores tan graves como los que constituyen errores tan grandes como los que
constituyen la base del INDIGENISMO, del LATINOAMERICANISMO y otras teorías que
han pretendido interpretar la cultura americana. Esta puede ser, en efecto,
reacción de la cultura hispana ante la cultura india precolombiana o reacción
de ésta ante la cultura hispana. En
ambos casos, la realidad que resulta del contacto o choque de esas dos culturas
es una tercera cultura mixta o MESTIZA, que no es ni la cultura hispana ni la
cultura precolombiana, sino el resultado de la conjunción de ambas. Ahora bien:
para comprender lo que sea esa tercera cultura resultante es imprescindible
conocer los elementos que la producen, porque comprender un ser consiste –
según enseñan los escolásticos – en saber más o menos perfectamente sus razones
de ser, es decir, de la doctrina tomista sobre las causas del ser.
Ya
se visto que OSVALDO LIRA echa mano de la doctrina de SANTO TOMÁS DE AQUINO para explicar lo que es la cultura americana.
Pero así como él aplica al caso de la doctrina acerca de la composición de ser
creado corpóreo y utiliza – con las distinciones que se han notado – la teoría
hilemórfica de ARISTÓTELES - y voy a
acudir a la doctrina sobre las causas del ser, fijándome precisamente en la
causa eficiente. Como es sabido, causa eficiente es aquella que con su
acción influye en la producción o existencia de un ser. Su causalidad, por
tanto, consiste en la acción. Ahora bien, desde el punto de vista de su subordinación,
las causas eficientes se dividen en: principales, que son las que
producen el efecto en virtud de su actividad propia, e instrumentales,
que producen su efecto bajo la acción de una causa principal, a la cual, debe el
que, ejercitando su actividad natural, pueden realizar un efecto superior a
ésta. A su vez, la causa principal se divide así: primera, que es
independiente de toda otra en el ejercicio de su causalidad (DIOS), y segunda,
que depende de una o de muchas otras causas en el ejercicio de su causalidad
para pasar de la potencia al acto de ser causa. En cuanto a la causa
instrumental, por vía de ejemplo se propone la pluma. La pluma, en virtud de
sus propiedades capilares naturales, puede retener una gota de tinta y
extenderla sobre el papel a que es aplicada. Pero extender esa gota para que
exprese palabras y sentimientos y producir, así, una obra superior a su
actividad ciega, sólo es dable merced a la mano de un ser inteligente. Se ve,
pues, que la causa instrumental, además de su acción propia (en la
pluma, el retener la tanta y poder extenderla sobre el papel) ejerce una acción
instrumental, debida a la causa principal que deja sentir su influencia
pasajera sobre ella, elevándola, mediante una premoción física, por encima por
sí sola, hasta el punto de producir un efecto más noble que ella misma. Este
efecto proviene todo entero de la causa principal y de la causa instrumental,
existiendo una subordinación, no una mera coordinación, de ésta respecto
a aquélla.
El
principio fundamental de la Comunidad
Iberoamericana es el encuentro HISPANO-INDÍGENA. Como las
excelsas personalidades de MALINCHE TENEPATL o Doña MARINA (luego bautizada) y
de HERNÁN CORTÉS, dejan escrito un capítulo fundacional del espíritu de la Conquista y
Evangelización de América. No es fácil, para nuestra mentalidad (¿ posmoderna
?) actual, comprender lo que significó la conversión al catolicismo de
MALINCHE, y – ya convertida por el Padre OLMEDO – la inmensa ayuda que fue para
los fines de la Conquista
y de la simbiosis de las razas INDÍGENA y ESPAÑOLA, de la surgió la raza
MESTIZA, cuya inserción – material y espiritual – en América fue y es de
revelante importancia y significación para el destino en lo universal, ya que “La Hispanidad es una rama
viva de la Cristiandad
… por la Hispanidad
pertenecemos a la Cristiandad.
Recordemos al CID y al QUIJOTE…” afirma el Profesor ANTONIO
CAPONETTO. “La HISPANIDAD
es un valor eterno, nos decía RICARDO DE LEÓN”. “Los Fueros medioevales
engendraron la ARGENTINA,
y no olvidemos que nuestras tierras fueron descubiertas el día de la VIRGEN DEL PILAR. MARÍA,
consecuentemente, está presente en toda la AMÉRICA, entonces y ahora… La cultura medioeval
está presente en toda América”. Y citando al Conde de Foxá, el profesor
CAPONETTO nos dice: “El niño que nace en la ARGENTINA tiene 2.000
años”. Debemos observar las cosas en su esencia y en su esplendor: Europa
insertada en el Medioevo. “Ontos antes que Cronos”. (ALBERTO BOIXADÓS, La
IV Revolución Mundial, Prólogo de RAFAEL
GAMBRA, Gladius, Buenos Aires, 1997, pp. 34).
Pues
bien: aplicando estos conceptos a la concepción de cultura americana, afirmamos
que la cultura americana es una cultura MESTIZA, como resultado de la
conjunción de una CAUSA PRINCIPAL: LA CULTURA HISPANA, CON UNA CAUSA
INSTRUMENTAL: LA CULTURA INDIA
PRECOLOMBINA. Así, la cultura hispano, como causa principal de la cultura
americana, hizo posible con su acción, al conjuntarse con la cultura india
precolombina, que ésta, como causa instrumental, que elevó a la cultura india
precolombina hasta producir un efecto más noble que ella misma. Este efecto más
noble que la cultura india precolombina es la cultura americana, la cultura
mestiza, y proviene todo entero de la cultura hispana – causa principal – y de
la cultura india precolombina – causa instrumental -, de la conjunción de
ambas, pero existiendo una SUBORDINACIÓN de la cultura india precolombiana,
como causa instrumental, con respecto a la cultura hispana, como causa
principal.
Ahora
se comprenderá, pues, hasta qué punto es erróneo hablar de la cultura americana
como una mera prolongación de la cultura hispana y sin considerar el elemento
indio de ella. Y se verá también cómo es vana la pretensión de algunos al
tratar de equiparar a las dos culturas integrantes de la americana o al dar a
la cultura india precolombiana UNAS SUPUESTAS POSIBILIDADES DE “SUBLIMACIÓN” Y
“TRANSFORMACIÓN” de la cultura hispana. Ésta, como causa principal, ejerció su
efecto en virtud de su actividad propia – virtualidad recibida, a su vez;
mejor, causada por otras causas principales – y permitió a la cultura
precolombiana – causa instrumental – ejercer, además, de su acción de la causa
principal, acción mediante la cual pudo elevarse lo indio a ser, junto con lo
hispano, lo americano. En otras palabras: lo HISPANO permitió a lo INDIO
salvarse CRISTIANA, CATÓLICAMENTE, en lo AMERICANO. * (Incurren en el primer
error los “españolistas” que no conceden ninguna atención NI valor ninguno a lo
indio. En el segundo error caen, desde luego, los INDIGENISTAS, pero están
próximos a él, o pueden estarlo, los “ORIGINALISTAS”. En este error caen de
lleno, por ejemplo, YCAZA TEJERINO: Op.,
Cit., p. 74). *
Respecto
a los demás elementos señalados como integrantes de la cultura americana, lo
latino y lo germánico no pasan de constituir elementos adjetivos y ce acción
semejante a la de la causa accidental; lo mismo que la de lo negro, aunque este
elemento en evidente menor jerarquía.
Se
concilian, de este modo, dos ideas que muchos presentan como inconciliables: la
de la esencial vinculación y conexión íntima de lo americano y lo hispano, cuya
unidad y conjunto constituye lo “hispánico”, y estas otras dos: la originalidad
de lo americano y si fidelidad, al propio tiempo, a lo hispano, de lo cual es
continuación y como renuevo. Por eso, en este último, se ha podido decir que,
“así como sin renegar de nuestros padres tenemos una personalidad que hace que
ninguno nos confunda con ellos, así también tendremos una personalidad cultural
sin renegar de la cultura de la cual somos hijos. El ser conscientes de
nuestras verdaderas relaciones con la cultura europea elimina todo sentimiento
de inferioridad, dando lugar a un sentimiento de responsabilidad”.
En
esa fidelidad, precisamente, y en esa conexión y vinculación de la cultura
americana a la cultura hispana, radica la interpretación hispánica propiamente
dicha de la cultura americana. Según ella, hispánicos serían, en un sentido
lato, “todos los amigos de la obra de España en América y de la significación
que la historia de España parece tener en el todo de la Historia Universal,
según las tres determinaciones de la existencia humana: el HABLA o la LENGUA, la
FE CATÓLICA y un SINGULAR TEMPLE EN EL
SOSTENIMIENTO DE LA PROPIAS CONVICCIONES.
Así,
“quien confiese esos tres modos de ser hombre o sea amigo de ellos, ese
pertenece a la Hispanidad. Todo
lo demás es mero accidente o mudadizo indumento histórico, porque “la Hispanidad no se
actualiza plenariamente mientras esos supuestos no se manifiestan con eficacia
en el nivel de la Historia Universal,
según una cualquiera de las formas de vida en que se realiza la existencia
humana”.
En
ese empeño, pues, puede verse ya con una
razón fundamental de la unidad entre Hispanoamérica y España, ya que ambas
participan esencialmente o por naturaleza de la misma cultura. Esto explica
también, por otra parte, que el hispanismo americano no consista – como dice
PABLO ANTONIO CUADRA – en amar sentimentalmente a España, sino en continuarla.
“Amar a España – afirma – es amarnos a nosotros”. Muchos parecen creer que la Hispanidad es una
especie de Pan-americanismo español. Una doctrina de MONROE, ejecutada al
revés, que trata a la tierna e ingenua Hispanoamérica de las manos de otro
imperialismo ibérico. Si España dejase de existir, tragada por el mar, nosotros
tendríamos que ser más hispanistas aún. Porque con España, nuestro hispanismo puede recurrir a
España. Pero sin España, nuestro hispanismo tiene que reponer a España”. Y
CÉSAR E. PICO, al analizar el peculiar carácter supranacional de la comunidad
hispanoaméricano, lo resume como una proyección de Europa en América y
puntualiza que se trata de una europeidad nutrida desde lo español.
“LA HISPANIDAD – escribe –
aparece así como la sociedad supranacional en que conviven los individuos de
Hispanoamérica. Es como una prolongación de España que nos permite participar
de Europa a través de España. Tiene, pues, más sentido para nosotros que para
los mismos españoles. Para nosotros, es el trasfondo social de nuestra
nacionalidad concreta. Lo que es Europa para las naciones europeas, es la Hispanidad para los de
Hispanoamérica. Sin los ingredientes europeos, las naciones de Europa – dice
ORTEGA – las dos terceras partes de sus vísceras, y sin los ingredientes
ibéricos, las naciones de Hispanoamérica quedarían casi totalmente
eviscerados”.
LA MISIÓN DE ESPAÑA
Por ESPAÑA, como por pocos países, ha pasado la Historia. En su proceso, continuo
e incesante, ha atravesado por diversas fases fundamentales, separadas por
siglos; pro en cada momento supo cumplir su función de tender al logro de las
empresas del espíritu que concibieron una España única y total. En esa
genealogía de pueblos y gentes que es la Historia, se puede apreciar, como quien estudiase
un árbol heráldico. La gesta heroica, la hazaña sencilla, la turbia mediación,
la inútil tarea y el próvido laborar de cada pueblo, al modo como aparece en
aquél el hecho que motivo el escudo o el dicho que a sus distintos miembros
misión y servicio para desenvolverse en su cotidiano quehacer con arreglo al
sentir y al pensar que les impuso.
En
la obra de la inteligencia es donde se refleja con más claridad el pensar, el
sentir y el querer de una nación. Y en ese ordenamiento que el pueblo español
confiesa que la pluma de sus pensadores, y en el que pone su conducta
ordinaria, es donde descubre su voluntad de bien, su fe en algo superior, su
instinto moralmente edificador, su misión en el mundo y su individualidad entre
los pueblos.
No
está inspirado en ese patriotismo cerril que obtura el paso a la enmienda,
oculta lo malo y elogia con hipérbole lo bueno y lo mediocre, sino en el amor
objetivo a lo propio, en cuyo decir exacto no duelen prendas ni por ello se
quiebran amores. Está concebido con el amplio espíritu que mira por todas las
ventanas del mundo y a todas las gentes, pensando en la angustia profunda del
hombre europeo, cuyos horizontes parecen
nublados hoy a todo remedio. El hombre europeo sufre ese drama tejido de
lucha dura, sangrienta y obstinada de varios años, que será a la postre
pasajera, que ha alterado sus resortes morales al ver arrasar día tras día
ciudades, pueblos y aldeas, palacios y chozas, iglesias y cuanto constituía su
patrimonio. Tal desesperación ha causado heridas demasiadas hondas, y el hombre
carece de ímpetu para vivir y del sentimiento de ser un eslabón de continuidad
en la vida de los pueblos.
La
reserva espiritual que tantos pensadores europeos han visto en España es riqueza que encuentra
su aplicación en estas sombrías horas, pero que ha de ser repartida como Dios
ha ordenada; sin hacerlo sólo a castas o privilegiados, sino a todos, como
dádiva y bendición divina.
España
necesita saber lo que fue, para conocerse y salvarse a sí misma, en medio de
estos pueblos que caminan a la deriva en el mar del pensamiento con valor de
eternidad son los medios de lograrlo. España, en estricta fidelidad a su
Historia, ha de caminar por esa ruta para no malograr el fruto de las batallas
victoriosamente ganadas en defensa de la Cristiandad: un afán ideal y la práctica de una
justicia que asegure el derecho y la libertad de hombres y pueblos.
Cuando
se sienten dentro o se perciben fuera titubeos o ataques a la idea que
constituye la base de nuestro ser, España no es posible que se duerma o se
amodorre esa conciencia en una fácil convivencia. Hay que mantenerla despierta
y viva, en estado de continua alerta y rectificación.
Queremos
sacudir la memoria de España y hacerla ver lo que ha merecido el alma de su
Historia, en serena y documentad exposición, demostrando verdades
incontrastables. Queremos que España “vea” por sí misma lo que ha sido en la
mente de los suyos. La elocuencia de la empresa será la verdad de su Historia;
queremos que la luz llegue a los ojos con evidencia serena y sin alardes.
(Del
prólogo de “Alabanza de España” por SANTIAGO MAGARIÑOS, Madrid, 1950).
LA LENGUA ES EL IMPERIO
En
consecuencia, también está en juego el destino de Hispanoamérica. Y porque
“Iberoamérica y España están fatal y amorosamente cerca la condición de América
hispana, es bastante semejante a la española. El enemigo no ha podido destruir
su textura espiritual combatiendo de frente. H a usado y usa subterfugios que
confunden y dividen. No se detiene ante ninguna tribuna ni estrado. Los
conquista a todos. Usa slogans que, si bien no resisten una meditación sería y
un agudo análisis, circulan y proliferan.
Slogans
que subvierten los valores y confunden lo esencial con lo secundario. Acentúan,
dialécticamente, las antinomias.
Se
pretende hacer aparecer como problemas de primer plano en todo el continente
americano, muchos que solamente lo son para algunos de sus países.
El
conquistador español no encontró, en toda la latitud de América, pueblos con
igual cultura.
Todavía
persiste con caracteres firmísimos, la riqueza cultural indígena de México y
Perú, habiendo casi totalmente desaparecido en Argentina, y esto, porque no
hubo en la Argentina
una verdadera cultura indígena. El hombre argentino levanta su perfil
espiritual en honda afinidad con lo europeo y si ese trasfondo indígena, que
cuando se insinúa, está muy esfumado.
La
supervaloración de la cultura indígena como contrapuesta a la europea, crea un
tenso polo dialéctica que no es desaprovechado.
El
imperialismo yanqui es otro slogan que impide indagar con objetividad, la
fuerza, el origen y el tinte ideológico del gran capitalismo financiero. Poder
que, embozada y a veces desembozadamente, promueve a movimiento o instituciones
de extrema izquierda y frecuentemente ampara su accionar en la bandera
estadounidense. Depararía a muchos gran sorpresa investigar también a
qué instituciones beneficia la considerable ayuda que proveen Fundaciones
norteamericanas (FORD, Rockefeller, etc) en Hispanoamérica.
Por
otra parte, con el nombre de hispanoamericanos, de Hispanidad, se pretende
cubrir ideologías que son contrarias a
las esencias de la misma. ¿No ha insinuado acaso su viabilidad, con
evidente simpatía, el escritor español CAMILO JOSÉ CELA, en carta dirigida a
FIDEL CASTRO RUZ el 2 de febrero de 1965, en oportunidad de visitar por primera
vez Cuba?
Podemos
leer en las partes concernientes a este asunto:
“CUANDO
ISABEL DE CASTILLA encargó a ANTONIO DE NEBRIJA la primera gramática de la
lengua castellana, ésta sentó un principio que entiendo inabdicable: la
LENGUA ES EL IMPERIO. En el lugar de la palabra IMPERIO (pronunciada en
1492) ponga usted la que designe un concepto actual, un concepto de 1965 o ahora en 2007
(Revolución, cultura, política, lo que quiera), y la frase de ANTONIO DE
NEBRIJA cobrará una frescura y una eficacia insospechadas. Nada, sin la lengua,
es posible, y la lengua es el vehículo de expresión y comunicación del
pensamiento y de su reflejo sobre la vida de los hombres: LA ACCIÓN”.
…………………………………………………………………………………..
“Se
tiene l falsa idea, entre los hispanohablantes, de que la voz hispanoamericano
es usual entre las derechas, al tiempo que la voz latinoamericano es la propia
de las izquierdas. Hoy sucede exactamente al revés. Hispanoamérica trata de
sacudirse el yugo yanqui pero olvida que, en su terminología, sigue
sirviéndolo”.
…………………………………………………………………………………..
“A
Cuba, que habla en español, que vive y sufre y trabaja y pelea y ama y muere en
español, le cabría el honor histórico de poner las cosas en su sitio y
vivificar la precisa y señaladora voz Hispanoamérica (y su correspondiente
adjetivo hispanoamericano).
“En
todo el mundo de habla española, en todo EL MUNDO HISPÁNICO, única persona que
puede hacerlo con eficacia y sin herir susceptibilidades de nadie, es usted.
Científicamente, puede apoyarse la decisión en el acuerdo tomado por el
Congreso de Academias de Bogotá. Y POLÍTICAMENTE, LOS ALCANCES DE LA MEDIDA SERÁN INSOSPECHADOS. Sin
comentarios. (CAMILO JOSÉ CELA, “AL SERVICIO DE ALGO”, Ed. Alfaguara,
Madrid, 1969, PÁG. 553).
Y
Ya se habla en México de que Hispanoamérica haga un frente Hispanoamérica un
frente común, sobre la base de lo hispánico (impregnado de izquierdismo, por
supuesto) contra los EE.UU.
La
confusión es mayúscula a cierto nivel, sobre todo, mientras no se descubran los
hilos superiores de la trama.
En
consecuencia, el enemigo avanza. Y AVANZA por las mismas causas por las cuales
avanza España: por la
DEFECCIÓN de arriba y la flaqueza de abajo. De allí la
necesidad de conocer los procesos históricos por los cuales se nos quiere
DISOLVER, aunque antes se nos impone
saber qué somos, y a dónde vamos.
Como
decía Don RAMIRO DE MAEZTU en “Defensa
de la Hispanidad”:
“LO ESENCIAL es que defendamos nuestro SER.
La vida del hombre se rige por la causa final. Su finalidad se encuentra
en sus principios. Los pueblos señalan su porvenir en sus mismos orígenes,
apenas se va plasmando en ellos la vocación de su destino”.
Las
patrias de América hispana tendrán que ser con más plenitud ellas mismas, para
poder formar en el orden del espíritu un
sistema armónico americano que a su vez armonice con España.
¿NO
ha sintetizado acaso un español ilustre ese sentimiento y ese pensamiento? (Se
refiere a JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, en uno de los 26 puntos de la Falange) : “TENEMOS
VOLUNTAD DE IMPERIO. AFIRMEMOS QUE LA PLENITUD HISTÓRICA
DE ESPAÑA ES EL IMPERIO. RECLAMAMOS PARA ESPAÑA UN PUESTO PREEMINENTE EN
EUROPA. NO SOPORTAMOS NI EL AISLAMIENTO INTERNACIONAL NI LA MEDIATIZACIÓN
EXTRANJERA, RESPECTO A LOS PAÍSES DE HISPANOAMÉRICA, TENDEMOS
A LA DE CULTURA,
DE INTERESES ECONÓMICOS Y DE PODER. ESPAÑA ALEGA SU CONDICIÓN DE EJE ESPIRITUAL
DEL MUNDO HISPÁNICO COMO TÍTULO DE PREEMINENCIA EN LAS EMPRESAS UNIVERSALES”.
In memoriam, ALBERTO BOIXADÓS.
A PROPÓSITO DE CÉSAR
VALLEJO:
Funcionaba
en el Pabellón residencial, un local llamado Instituto Nuevo Mundo, desde 1959, a cargo de un Señor
JUAN LARREA, exiliado español republicano, creo que del partido comunista, con
muchas relaciones universitarias desde el Prof. ADELMO RAMÓN MONTENEGRO, Dr. JORGE
ORGAZ, MARÍA LUISA CRESTA DE LEGUIZAMON,
MARÍA MARGARITA ANDRES DE VARELA. Se editaba una revista Aula Vallejo, y
tenemos dos reuniones importantes como el Simposium de 1959 en homenaje al
poeta y político CÉSAR VALLEJO, de Perú. Se titulada la reunión “CÉSAR VALLEJO,
poeta trascendental de Hispanoamérica, su vida, su obra, su significado”. La de
1971. las Conferencias Vallejianas Internacionales sobre “El humanismo de CÉSAR
VALLEJO” en la Facultad
de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional
de Córdoba, en la
Biblioteca de la facultad, pabellón Residencial, sede del
Decanato de la Facultad. Ambas
reuniones fueron presididas por los rectores, Dr. JORGE ORGAZ e Ing. ROGELIO
NORES MARTÍNEZ. Los decanos de Filosofía, Prof. ADELMO RAMÓN MONTENEGRO y Dr.
OLSEN ANTONIO GHIRARDI, enseguida Rector de la Universidad. Las
organizada el Aula Vallejo el director del Instituto del Nuevo Mundo, Sr. JUAN
LARREA y su ayudante, Prof. MARÍA MARGARITA ANDRÉS DE VARELA “MAGALÍ”, con la
intervención de la Prof.
de Literatura Argentina e Iberoamérica, Lic. MARÍA LUISA CRESTA DE LEGUIZAMON.
El Instituto se transformó en Centro de Estudios e Investigación CÉSAR VALLEJO.
Para
la iniciación de las conferencias de 1971, el Decano OLSEN A. GHIRARDI,
pronunció un discurso de inauguración, destacando a VALLEJO su trayectoria
finalizando con una definición del poeta peruano.
“Yo
no sufro este dolor como CÉSAR VALLEJO. Yo no me duelo ahora con artista, como
hombre, ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sufro este dolor como católico,
como mahometano, ni como ateo. Hoy sufro solamente. Si no me llamase CÉSAR
VALLEJO sufriría este mismo dolor. Si no fuese artista, también lo sufriría. Si
no fuese hombre ni ser vivo siquiera, también lo sufriría. Si no fuese
católico, ateo ni mahometano, también lo sufriría. Hoy sufro desde más abajo.
Hoy sufro solamente”.
La
Lic. MARÍA LUISA CRESTA, Profesora de Literatura Hispanoamericana y estrecha
colabora de JUAN LARREA, tiene un pasado revolucionario en el PCA, por lo cual
tuvo un hijo RAMIRO LEGUIZAMÓN GUERRILLERO MUERTO (PRT-ERP), en Córdoba, en año
1972. Su nombre de guerra era DANIEL. (Véase “Estrella Roja”, marzo 1972, nº
11, “Crónica de la Guerra
revolucionaria”, Febrero 1972). Su esposo, CARLOS ALBERTO LEGUIZAMÓN, hoy lleva
su nombre una escuela terciaria de la Provincia, impuesto por el gobierno de ANGELOZ y
JORGE PEYRANO y su hijo, de perpetuo agradecimiento.
Comentario
de JUAN LARREA, “Voy a hablar de la Esperanza…”. “Hoy sufro, suceda lo que suceda.
Hoy sufro solamente”. La sensibilidad de VALLEJO donde destacan composiciones
tan tremendas como Los Nueve Monstruos en que han venido a parar los
clásicamente deliciosas Nueve Musas…”. En torno a VALLEJO se entona un himno
mitificante cuyo nivel parejo y de emisión y contrición parece acusar la
presencia de lo sublime. ¿No nos invita todo ello a entender que la conciencia
profunda de nuestra época se halla en verdad ante su “Ecce Homo”. La
personalidad de VALLEJO, tan modesta y sencilla en apariencia y tan compleja en
realidad, parece hundir sus raíces en el abismo de ese cráter por donde surge
el magna de las revelaciones colectivas. Si el arte dependiente de la gran
mitología cuyas figuras son personificaciones simbólicas, así como también el
arte dependiente de la religión, se relacionan en algún modo, según hemos
podido ya advertir más de una vez con el problema de la realidad vital
despliega con ocasión de VALLEJO, se debe sin duda a que todos los esos
fenómenos, aunque en jurisdicciones distintas, producto de la actividad de la Imaginación creadora. Cabe
a estos propósitos proponer a la consideración una figura extraída de ese
arsenal de los grandes personajes arquetípicos: PROMETEO. El armamento psíquico
de su héroe se dirige contra el concepto de un dios despótico, vengativo y hedonista,
un dios a todas luces pagano…Según constan en el texto Sabiduría, dado a
conocer en abril de 1927 en la revista AMAUTA de JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI. En sus
alucinaciones BENITES, en medio de las visiones de la fiebre, había mirado a
menudo el cuadro del Corazón de Jesús…Ante estos enajenadísimos clamores,
“JESÚS respondió, dice el texto, “con estas únicas palabras” finales que no
figuran El Tugsteno; - Ajustarse al sentido de la tierra.
*RUBEN DARIO*
*POETA DEL DESTINO
NACIONAL HISPÁNICO y AMERICANO*
“UNÁNSE, BRILLEN,
SECÚNDANSE TANTOS VIGORES DISPERSOS. FORME TODOS UN SOLO HAZ DE ENERGÍA
ECUMÉNICA. ¡SANGRE DE HISPANIA FECUNDA, SÓLIDAS, ÍNCLITAS RAZAS, MUESTREN LOS
DONES PRETÉRITOS QUE FUERON ANTAÑO SU TRIUNFO!
(“Salutación del
optimista” en “Cantos de vida y esperanza”, de RUBÉN DARÍO).
¡QUE BELLO SERÍA QUE EL
ISTMO DE PANAMÁ FUESE PARA NOSTROS LO QUE CORINTO PARA LOS GRIEGOS! OJALÁ QUE
ALGÚN DÍA TENGAMOS LA FORTUNA DE
INSTALAR ALLÍ UN AUGUSTO CONGRESO DE LOS REPRESENTES DE LAS REPÚBLICAS, REINOS
E IMPERIOS PARA TRATAR Y DISCUTIR SOBRE LOS ALTOS INTERESES DE LA
PAZ Y DE LA GUERRA CON LAS NACIONES DE LAS
OTRAS TRES PARTES DEL MUNDO.
¡Bello, inútil y roto
sueño el de SIMÓN BOLIVAR! En el mismo istmo en el que
apenas pudo reunir un congreso de repúblicas hispánicas – fracasado, antes de
iniciarse, por las múltiples actividades de los agentes británicos y
norteamericanos-, se selló definitivamente la fragmentación de los países y
naciones y el enfretamiento de los pueblos a quienes hermanan la geografía, las
tradiciones, la religión y el idioma.
¡El Idioma! He aquí la única
arma que se esgrimió para gritar el ultraje que a la América mestiza hacía
THEODORE ROOSEVELT, aquel mandatario de USA, que se preciaba de “ser cazador de
fieras y de pueblos”. Y no fueron los políticos ni los jefes militares quienes
alzaron sus voces indignadas, ni los académicos, ni los banqueros…
Fue un hombre solo, un poeta,
aquel que apuntó al corazón del colonialismo, usando el antiguo y acerado poder
del idioma, en el mismo momento en que ROOSEVELT exclamaba, ebrio de soberbia:
I TOOK PANAMÁ!
¡Es con voz de la
Biblia, o verso de
WALT WHITMAN,
Que habría de llegar hasta ti, cazador!
Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
Con un algo de WASHINGTON y cuatro de NEMROD.
Eres los Estados Unidos,
Eres el futuro invasor
De la América
ingenua que tiene sangre indígena,
Que aún reza a JESUCRISTO y
Aún habla en español.
Fue no solo valiente y apasionada la defensa de América ante USA,
aquella que terminó de convertir a RUBÉN DARIO en el poeta de una raza
espiritual. Además, tuvo el valor de la profecía: en Panamá se inició la
invasión contemporánea el continente, que más tarde alcanzaría a la misma
Nicaragua, donde un DARIO guerrillero – SANDINO, General d Hombres Libres
– encendería versos de sangre y heroísmo al reconquistar la tierra usurpada…” que
aún reza a JESUCRISTO y aún habla en español…” ¡AÚN!, HASTA QUE TODAS LAS
NACIONES DE ESTIRPE HISPÁNICA SE CONVIERTAN EN ENGRILLADOS. OPRIMIDOS, PUERTOS
RICOS.
(DE RAÚL JASSEN, “RÚBEN
DARIO”, Revista Fuerza Nueva, nº 268, 20
de febrero 1972, p. 20-24).
*RUBÉN DARIO y LA UNIDAD AMERICANA*
A propósito del dia de la
RAZA: 1492 – 12 DE OCTUBRE - 2009
La HISPANIDAD fue un acontecimiento comunitario de
apostolado. Resultó una nacionalidad misionero. Por eso los españoles, que
poseían Fe ardiente, deseaban luchar, sacrificarse y morir, si es preciso, por
su Dios y su Patria.
Cumplían así su destino y el
de la HISPANIDAD: llevar el Evangelio, salvar el
Evangelio, salvar las almas asegurando la propia y engrandecer su nación.
Como dijo alguna vez un
patriota español:
“Simplemente por eso, porque
nosotros entendemos que una NACIÓN no es meramente el atractivo de la tierra
donde nacimos, no es una emoción directa y sentimental que sentimos todos en la
proximidad de nuestro terruño, sino NACIÓN ES UNA UNIDAD EN LO UNIVERSAL, ES
EL GRADO A QUE SE REMONTA UN PUEBLO, CUANDO CUMPLE UN DESTINO UNIVERSAL EN LA HISTORIA. Por eso, porque ESPAÑA cumplió
sus destinos universales cuando estuvieron juntos todos su pueblos, porque
ESPAÑA fue nación hacia fuera, que es como se es de veras NACIÓN, cuando los
almirantes vascos recorrían los mares del mundo en naves de Castilla, cuando
los catalanes admirables conquistaban el Mediterráneo unidos en naves de
Aragón, por que nosotros eso así, queremos que todos los pueblos de ESPAÑA
sientan no ya el patriotismo elemental con que nos tiene la tierra, sino el
patriotismo de la MISIÓN,
el patriotismo de la gran ESPAÑA”.
El futuro descubridor de
América o del Nuevo Mundo, DON CRISTOBAL COLÓN, trató de interesar en su
empresa a distintas personalidades políticas y religiosas de su tiempo, sin
obtener resultados positivos, hasta que en 1491 se trasladó a España,
alojándose en un convento de franciscanos. El prior del mismo, Fray JUAN PÉREZ
DE MARCHENA, se interesaron vivamente por las posibilidades para difundir el
Evangelio y el engrandecimiento de ESPAÑA, que presentaba el proyecto de
CRISTOBAL COLÓN. El primero intercedió ante la Reina ISABEL DE CASTILLA, la
cual dio todo su apoyo.
Del Descubridor ha dicho DON
MARCELINO MENÉNDEZ y PELAYO:
“El profetismo de COLÓN
existe, y HUMBOLT no lo conocía, pero como hombre nacido y educado en el siglo
XVIII, apenas insiste en esto. No llega a ver en el libro de las PROFECÍAS otra
cosa que un tejido de sueños y fantasías incoherentes; cuando para nosotros,
allí está la filosofía del descubrimiento, tal como COLÓN la entendía con
grandeza tal de espíritu, que debe mover a respetuosa veneración, al más escéptico.
Ni el ideal científico por sí sólo, ni mucho menos el interés y el cálculo,
hubieran bastado para producir el descubrimiento; y fue providencial que en el
descubridor se juntasen aquellas tan distintas cualidades de místicos, hombre
de ciencia experimental hasta cierto grado; hombre de sentimiento poético y de
inmenso amor a la naturaleza, y logrero genovés enamorado locamente del oro”.
Ha dicho LOPE DE VEGA que
“Sobrenatural es la misma del Descubrimiento, aunque lograda en apariencia, por
medios puramente humanos”.
Y MARCELINO MENÉNDEZ Y
PELAYO, expresó: “La colonización, en la cual sembramos a manos llenas,
religión, ciencia y sangre, para recoger más tarde, larga cosecha de
INGRATITUDES y DESLEALTADES”.
LA OBRA MISIONERA DE ESPAÑA puede sintetizarse
en los siguientes tópicos:
1) ESPAÑA descubrió, conquistó,
pobló, civilizó y evangelizó a casi toda las Américas y Filipinas.
2) Dio al INDIO dignidad y la
igualdad en el trato y derechos.
3) Creó naciones sanas y
fuertes, cosa que ninguna otra RAZA conquistadora realizó.
4) Miles y miles de los mejores
individuos y personas de España (misioneros y soldados con la cruz y la
espada), nutrieron estos pueblos con su SANGRE, SABER, CIENCIA y SACRIFICIOS.
5) Siendo ESPAÑA en aquella
época, el centro de mayor cultura y la nación que marchaba a la cabeza en
teología, filosofía, artes, letras, ciencias, fueron los virreinatos, naciones
de igual, y a veces superior civilización, que los mejores países europeos, de
Asia y de la misma América ANGLOSAJONA.
6) Los misioneros y la Iglesia Católica, Apostólica y
Romana fueron el vehículo primordial de la dignidad nacional y la cultura
greco-romana y cristiana QUE LOGRARON LOS REINOS Y NACIONES AMERICANOS.
POR ESO, DON RUBÉN DARIO,
POETA DEL DESTINO NACIONAL HISPANOAMERICANO, dedicó 87 poemas a la ardiente
tierra americana, en cuyo numen dejó sembrada la semilla de una honda
preocupación vernácula que no conoció complacencias ni se prestó a
falsificaciones históricas. Como observa RAÚL JASSEN: cuando tenía ¡14
años!, había escrito, con motivo de la muerte del General MÁXIMO JEREZ,
abanderado de la unidad centroamericana, estos versos:
“Despierta y canta, humilde
musa mía,
Al héroe sin igual que hallo
la muerte
Lejos del suelo de su patria
un día,
A quien su gloria resplandores
vierte;
Brinda a mi corazón grata
poesía;
Dame, ruego, un laúd, no
estés inerte…
¡Quiero, en un eco de mi voz
inquieta,
De La UNIÓN ensalzar al gran
profeta!”
Cuando deja su NICARAGUA
natal, tierra siempre azotada y sufriente, se establece en El SAN SALVADOR, y
allí, en 1883 escribe su “Oda a SIMÓN BOLÍVAR”, siendo él mismo, quien la
recita el día del homenaje al soñador de la UNIDAD AMERICANA, extensa obra
que concluye:
“Separatistas, ufanos
La risa podéis soltar;
Mas saber: aquel cantar
Será el verbo de
mañana”.
Fue un hombre sólo, un POETA
con mayúsculas, aquél que al corazón del vasallaje colonial, económico y
político, religioso y cultural, de todos los signos e ideologías,
totalitario-colectivista o bien su contraparte sinárquica, totalitario-individualista,
usando el antiguo y acerado poder de la lengua de CASTILLA, en el mismo en que
el Presidente ROOSEVET exclamaba, EBRIO DE PODER:
¡I TOOK PANAMÁ!
“ES CON VOZ DE LA
BIBLIA O VERSO DE WALT WHITMAR,
QUE HABRÍA QUE LLEGAR HASTA
TI, CAZADOR!
PRIMITIVO Y MODERNO, SENCILLO
Y COMPLICADO,
CON UN ALGO DE WASHINGTON Y
CUATRO DE NEMROD.
ERES LOS ESTADOS UNIDOS,
ERES EL FUTURO INVASOR
DE LA AMÉRICA INGENUA QUE TIENE
SANGRE INDÍGENA,
QUE AÚN REZA A JESUCRISTO Y
AÚN HABLA EN ESPAÑOL.
Precursor de la UNIDAD AMERICANA, en piezas
como:
“UNÁNSE, BRILLEN, SECÚNDENSE
TANTOS VIGORES DISPERSOS.
¡FORMEN TODOS UN SOLO HAZ DE
ENERGÍA ECUMÉNICA!
¡SANGRE DE HISPANIA FECUNDA,
SÓLIDAS, ÍNCLITAS RAZAS,
MUESTREN LOS DONES
PRETÉRITOS, QUE FUERON ANTAÑO SU
TRIUNFO!
(“Salutación del optimista”,
en “Cantos de vida y esperanza”).
Develador profundo del
espíritu hispanoamericano, en:
“RUEGA POR NOSOTROS,
HAMBRIENTOS DE VIDA,
CON EL ALMA A TIENTAS, CON LA
FE PERDIDA,
LLENOS DE CONGOJAS Y FALTOS DE
SOL,
POR ADVENEDIZAS ALMAS DE
MANGA ANCHA,
QUE RIDICULIZAN EL SER DE LA MANCHA,
EL SER GENEROSO Y EL SER
ESPAÑOL!
RUEGA GENEROSO, PIADOSO,
ORGULLOSO,
RUEGA CASTO, PURO, CELESTE,
ANIMOSO;
POR NOS INTERCEDE, SUPLICA
POR NOS,
PUES YA CASI ESTAMOS SIN
SAVIA, SIN BROTE,
SIN ALMA, SIN VIDA, SIN LUZ,
SIN QUIJOTE,
SIN PIES, Y SIN ALAS, SIN
SANCHO Y SIN DIOS…
(“Letanía de Nuestro Señor
Don QUIJOTE”).
DON RUBÉN DARÍO, EL POETA DE AMÉRICA Y SU
DESTINO, cansado de ruindades, muere en
medio de terribles angustias y dolores del cuerpo y del alma, en el pálido
amanecer del 5 DE FEBRERO DE 1916, a siete años del
centenario, mientras la UNIDAD
AMERICANA DE LOS PUEBLOS Y NACIONES HISPANOAMERICANOS, sigue
siendo un brillante utopía, disfrazada por falsas integraciones y nuevos
ordenes Mundiales, de oscuros desarrollismos y viejos socialismos modelos siglo
XXI, SIN PATRIA, SIN SOBERANÍA, SIN TRADICIÓN.
No se advierte de modo alguno
“EL ESPLENDOR DE LA RAZA”,
mientras nosotros, los hispanoamericanos, ya sin siquiera la causa de las
MALVINAS, TAN MANOSEADAS y TERGIVERSADAS, SEGIREMOS IMPLORANDO CON LAS PALABRAS
CON DON RUBÉN DARIO, A NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE, PARA ALCANZAR LA CONCRECIÓN DE LOS ANTIGUOS
IDEALES DE UNIDAD, LIBERTAD, SOLIDARIDAD Y GRANDEZA PARA LA
TIERRA DE LAS AMÉRICAS DE LOS REYES
CATÓLICOS, SAN MARTÍN, BOLIVAR, ARTIGAS, SUCRE, O´HIGGINS, MORELOS, JEREZ Y
TANTOS de NUESTROS HÉROES.
LICENCIADO GABRIEL PAUTASSO
Diario Pampero Cordubensis
Instituto Emerita Urbanus
OFRENDA
“LA PLUMA NON
EMBOTA EL FIERRO DE LA LANZA NI
FACE FLOJA LA ESPADA EN
LA MANO DEL
CABALLERO”.
A la memoria sagrada y
perpetua de los jóvenes camaradas hispanos de América, Filipinas y Portugal que
en voluntariado fervoroso y heroico cayeron combatiendo sobre nuestras viejas
tierras solares de España en defensa de la
Idea Bella y Redentora de la HISPANIDAD durante las
rudas y difíciles jornadas militares y guerreras de nuestra Cruzada.
Dedico estas palabras,
pensado en la guerra y escrito en la paz vigilante, con la intención de
fortalecer el sentido de la gran unidad hispánica que las tremendas
circunstancias del mundo reclaman con urgencia angustiosa.
¡EN PIE EL MUNDO HISPÁNICO!
¡ARRIBA ESPAÑA!
¡VIVA LA PATRIA!
GRANDEZA DEL
MUNDO HISPÁNICO
Todo lo que España quiere es que reine el máximo de
compenetración dentro de la comunidad hispánica, considerada por los españoles
como una entidad indivisible, en la que España vivirá en perfecta inteligencia
con pueblos iguales en derechos, con pueblos independientes y soberanos de la América española.
Si América siente la atracción y fascinación de España, España
está totalmente atraída y fascinada por América.
Generalísimo
FRANCO, caudillo de España
Conozco la mano de Dios en esta obra que emprendemos. ¿Es
posible que desampare una empresa en la que se que ha declarado tantas veces
nuestro capitán? ¡A LAS ARMAS, AMIGOS, Y LA COSTUMBRE DE VENCER!
HERNAN CORTES,
de la España Imperial
España es una encina medio sofocada por la hiedra…
La obra de ESPAÑA, LEJOS DE SER RUINAS Y POLVO, es una
fábrica a medio hacer…o, si se quiere, una flecha caída a mitad del camino, que
espera el brazo que la recoja y lance al blanco, o una sinfonía interrumpida
que está pidiendo los músicos que sepan continuarla…
El ideal hispánico está en pie. Lejos de ser agua pasaba,
no se superará mientras quede en el mundo un solo hombre que se sienta
imperfecto.
Hispánicos son todos pueblos que deben a la civilización
o ser a los pueblos hispanos de la Península. Hispanidad
es el conjunto que a todos los abarca.
RAMIRO DE MAEZTU
España ES TROZO, parte de la Hispanidad, juntamente
con las naciones hermanas de América, INDEPENDIENTES, SOBERANAS Y LIBRES.
RAMÓN SERRANO SUÑER
Solo ahora algunos hombres vuelven a buscar afanosos un
principio unificador que pueda restaurar en el mundo la deshecha ecumenidad. Si
cualquier día la Humanidad
comprende tal restauración, entonces, sin duda, ESPAÑA, la de los frutos
tardíos del Renacimiento, tendrá algo que hacer en el abnegado camino de ese
ideal
R. MENÉNDEZ PIDAL
La unidad y la grandeza del mundo hispanicoamericano se
fundamenta primordialmente en lazos espirituales indestructibles…Formemos ahora
los Estados Unidos españoles de América del Sur, para contrapesar los
Estados Unidos del Norte.
J. VAZQUEZ DE MELLA
La historia no es profecía; pero el estudio de las edades
pasadas deja entrever muchas veces las probabilidades futuras, y cuando a
través de todas las crisis, en medio de los ambientes más sistemáticamente
adversos, observamos que el heroísmo peninsular supo vencerlo todo con
indomable energía, estamos obligados a creer que el papel de apósteles de las
futuras ideas está reservado a los que fueron los apósteles del antiguo ideal
católico.
ANGEL GAVINET
Los imperialismos enemigos nos quieren disociar, nos
tienen dispersos y enemistades y sembrados de odios. El grande Imperio
Cátolico-Hispano está disperso en veintidós fraccionados, y dos más del otro
del Atlántico. Y, a pesar de esta tarea secular de degradación, llevada a cabo
con una saña implacable y respondida en nosotros mismos con una inconsciencia
que da grima; a pesar de todo, el Imperio está allí, allí existe, no lo han
podido destruir. Y nuestro deber es devolverle su vigor.
LAUREANO GÓMEZ
En la
Historia de España la Historia del pasado, del presente y del futuro;
sobre todo, la Historia
del futuro gloriosamente imprevisto.
IGNACIO B.
ANZOATEGUI
El odio, removiendo la ciénaga pasional de nuestra
absurda leyenda, enturbió las conciencias que parecían más serenas y oscureció
los entendimientos que se consideraban más despejados. Una ola de mentiras, de
calumnias, de absurdas acusaciones, de insultos, de denuestos, se abatió sobre
ESPAÑA.
JULÍAN JUDERÍAS
La extranjerización de nuestras almas es la razón de
nuestra decadencia.
MENÉNDEZ Y PELAYO
…La alta virtud resucita
Que a la hispana progenie hizo dueña de siglos…
…¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue
músculos
Y que al alma española juzgue óptera, ciega y tullida?...
…Unánse, brillen, secundase tantos vigores dispersos.
Formen todos un
haz d energía ecuménica.
Un Continente y otro, renovando viejas prosapias
En espíritu unidas, en espíritu y ansias y lenguas,
Ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos
himnos…
…¡Tened cuidado, aún vive la América española!
¡Hay mil cachorros sueltos del león español!...
…mientras la onda cordial aliente un sueño.
mientras haya una viva pasión, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,
una América oculta que hallar, vivirá ESPAÑA.
¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombre hablaremos inglés?
¿Ya no hay hombres hidalgos ni bravos caballeros?
¿Callaremos ahora para llorar después?
RUBÉN DARÍO
Españoles y americanos tenemos los mismos abuelos, y el
habernos quedado los peninsulares con la casa solariega no nos autoriza a mirar
con ojos protectores a los descendientes de hermanos de nuestros abuelos, que
en América han sabido hacer surgir vástagos altos, robustos y fuertes.
EUGENIO VEGAS
LATAPIE
Pasaron los siglos del olvido y las horas de ingratitud.
Nosotros, los argentinos, tus hijos predilectos, hemos labrado en el
frontispicio de nuestras universidades una leyenda de imperial resonancia, una
leyenda de filial gratitud y de solar hogareño que dice: “¡NO SE PONGA JAMÁS EL SOL DE NUESTRA CULTURA HISPÁNICA!
En la noche de Navidad de 1949 (-2009: 60 años) LAUS DEO.
General JUAN D.
PERÓN
*CAMISA AZUL*
“GARANTÍA SOY DE
LA ESPAÑA INMORTAL
QUE TRIUNFARÁ”…Así dice la canción. Pero estos
tiempos de vergonzosas claudicaciones nuestra camisa azul, aquella que sirvió
de uniforme y sudario a tantos de miles de españoles, se va sustituyendo
paulatinamente por el blanco, más blanco, lavar y poner, de cualquier
detergente más o menos biodegradante.
Es como un reflujo análogo al de los años 40 pero a la
inversa. Entonces en los basureros de todos los barrios aparecieron bastante
camisas rojas abandonadas con apresuramiento. Lo que era natural. Lo anómalo
fue admitir que la camisa azul fuese salvoconducto apresurado que cualquiera se colocaba encima y, con
ella, a buscar influencia y amigos importantes con los que conseguir
puestecillo de cualquier Ministerio. Las consecuencias las estamos todos
viendo.
JOSÉ ANTONIO se anticipó:
“Veremos cuánto se apresuran a ponerse camisas azules.
Pero las primeras, las de las horas difíciles, no se confundirán con estas
camisas retrasadas” (Arriba, 16.5.35).
“Mientras los semiseñoritos viciosos de las milicias
socialistas remedan desfiles marciales con sus camisas rojas, nuestras camisas
azules, bordabas con las flechas y el yugo de las grandes días, son
secuestradas por los esbirros de Casares y sus poncios” (“Carta a los
Militares” desde la cárcel Modelo de Madrid, 4.5.36).
QUE UN FALANGISTA VISTA LA CAMISA AZUL, CON EL YUGO, LAS
FLECHAS Y EL HAZ, ES LO OBLIGADO, PERO DE MODO ESPECIAL EN TODOS LOS ACTOS POLÍTICOS Y PATRIÓTICOS. QUE
LOS NO FALANGISTAS VISTAN CAMISA BLANCA O DE
COLOR QUE MÁS LE AGRADE, PARECE COMPRENSIBLE. CADA CUAL ES CADA CUAL. Y
LOS FALANGISTAS SON ESTO ESO: LOS
FALANGISTAS.
*DIARIO PAMPERO CORDUBENSIS
INSTITUTO EREMITA URBANUS
Córdoba de la Nueva
Andalucía, septiembre de 2009
¡VIVA LA
PATRIA! gspp.*
Nueva edición: 12 de octubre de 2012. SAN WILFRIDO, Obispo y Confesor
A PROPOSITO DEL DÍA
DE LA RAZA