Desde los primeros guevaristas-togliattianos a los últimos socialdemócratas gramscianos.
Por Gabriel S. P. Pautasso – Córdoba - Argentina
El pensador comunista italiano (Cerdeña) ANTONIO GRAMSCI se ha introducido en la cultura hispanoamericana hasta un grado tal que muchas que sus categorías analíticas integran el discurso teórico de los científicos sociales o cientistas sociales como se llama ahora a los sociólogos, a los historiadores, críticos e intelectuales en general y, hasta penetraron “técnicamente”, casi de manera abusiva, el lenguaje común de las formulaciones políticas de izquierda y democráticas.
¿Quién podría razonar sobre los grandes o pequeños problemas de todo orden de nuestros países o nuestra cotidiana realidad sociomórfica, sin apelar a palabras tales como hegemonía, bloque histórico, intelectuales orgánicos, crisis orgánica y revolución pasiva, guerra de posición o guerra de movimiento, sociedad civil y sociedad política, estado ampliado, protagonismo negro, transformismo?
Pero es innegable que la extrema proliferación del vocabulario en clave gramsciana indica un fenómeno cultural que rebasa los límites y el ámbito, siempre restringido, del mundo académico para involucrar al más amplio de la política y de sus lenguajes.
Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la primera tentativa, en ciertos modo, “orgánica” (GRAMSCI dixit) de incorporación del pensamiento de GRAMSCI a la cultura política de la izquierda y neoliberal, surgió en el interior del Partido Comunista en la Argentina de VICTORIO CODOVILLA. En fin, HÉCTOR P. AGOSTI fue, de hecho, en los años cincuenta, el punto de referencia de un movimiento intelectual tendencialmente gramsciano.
Para una aproximación al problema, podríamos trazar una coordinada de la difusión y el itinerario de GRAMSCI en la América hispánica, introduciendo dos fechas límite:
1.- Desde la publicación de los llamados “Cuadernos de la Cárcel” en Buenos Aires por la Editorial Lautaro, en 1950, dirigida por HÉCTOR P. AGOSTI y traducida por G. MONER en 339 pp., siguiendo “Literatura y vida nacional”, prefacio de HÉCTOR P. AGOSTI, Editorial, 1952 en 336 pp. y después, “El materialismo histórico y la filosofía de BENEDETTO CROCE”, traducción de I. FLAMBAUM, Editorial, 1958 en 260 pp. y, por último, en 1960, “Los intelectuales y la organización de la cultura”, traducción de R. SCIHIARRETA, Editorial Lautaro en 181 pp., transcurre una década entera, completa de contacto con el pensamiento, la obra y los escritos del pensador sardo comunista.
2.- Hasta la realización del Seminario de Morelia sobre “Hegemonía y alternativas políticas en América Latinas”, México, 1980: treinta años de adoctrinamiento gramsciano en la América hispánica (1950-1980).
Como antecedente de esta última reunión, en septiembre de 1978, la Universidad Nacional Autónoma de México, realizó un coloquio dedicado exclusivamente a GRAMSCI, con la participación de CHRISTINE BUCI-GLUKSMANN, MARÍA ANTONIANETA MACCIOCHI, GIUSEPPE VACA (PCI) y el argentino JUAN CARLOS PORTATIERO (VC), uno de los “guevaristas-togliattianos” del grupo cordobés “Pasado y Presente”, a partir de 1963.
Estas fechas explican, en esencia, la trayectoria del pensamiento gramsciano en la América hispánica, a lo que se añade el origen y desarrollo del Foro de San Pablo, San Pablo, Brasil, con la revista “América Libre” editada en 1992, en Rosario, junio 1992, en un evento que conmemoraba el aniversario del “compañero” ERNESTO CHE GUEVARA “que es el inspirador de nuestra propuesta”. Por otra parte, el Foro de Sao Paulo se maneja con la troika soviética LULA, FIDEL y CHAVEZ, a la que se suma la Teología de la Liberación TL, con GUSTAVO GUTIERREZ MERINO, LEONARDO BOFF y MIGUEL D´ESCOTO…y porque no, FERNANDO CARDENAL S.J., hermano del trapense ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, etc., etc. Veáse, revista “América libre”, nº 3 y 4; revista “Benengeli”del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana y de RICARDO DE LA CIERVA, “Oscura rebelión en la Iglesia” – Jesuitas, teología de la liberación, carmelitas, marianistas y socialistas: la denuncia definitiva, Plaza & Janés, 1987, Barcelona, 791 pp, y en “Jesuitas, Iglesia y marxismo”, 1986.
El encuentro de Morelia, en México de 1980, se convirtió en punto de referencia de cientistas sociales y dirigentes políticos de izquierda, que acuerdan la actualidad, pertinencia y presencia de las categóricas gramscianas en materia de estrategia política y cultural para “el análisis de las condiciones de CAMBIO de las sociedades americanas”, según sus organizaciones y promotores.
El objetivo estratégico era el pensamiento de GRAMSCI fuera por todos admitido como el instrumento ideológico para experimentar “una forma de trabajar en la teoría que contribuyera a suturar la brecha abierta entre el análisis de la realidad y las propuestas teóricas y políticas de TRANSFORMACIÓN”. Léase: REVOLUCIÓN.
El aparente extraño título de esta comunicación tiene explicación a partir del neomarxista inglés de la Nueva Izquierda – PERRY ANDERSON -, quien, en lo que se refiere al marxismo occidental “actual”, enumera los siguientes lineamientos de pensamiento: “marxistas gramscianos y togliattianos, marxistas hegelo-existencialistas, marxistas neopositivistas, freudodonizantes, estructuralizantes…” (“Praxis, materialismo, y estructuralismo”, Editorial Fontanella, Barcelona, 1973, p. 18).
Por otra parte, se halla suficientemente demostrada la evidencia del origen guevarista-togliattiano de este singular intelectual marxista gramsciano de Córdoba, por el testimonio de uno sus principales inspiradores ideológicos ideológicos, quien afirma:
“…éramos una mezcla rara de guevaristas togliattianos. Si alguna vez esta combinación fue posible, nosotros la expresamos”. En la revista “Punto de Vista”, nº 29, Buenos Aires, 1887, p. 10. JOSE MARÍA ARICO.
Por lo tanto, se debe resaltar el papel decisivo de PALMIRO TOGLIATTI en la difusión, dirección e instrumentación del pensamiento de ANTONIO GRAMSCI en Italia, primero y, después – como estrategia revolucionaria – en Occidente y, especialmente, en la América hispánica. Para ello, remitimos al esclarecedor testimonio del socialista español J. IGNACIO LACASTA, en su obra “Revolución socialista e Idealismo en GRAMSCI”, editorial Revolución, Madrid, 1981, quien el página 80, escribe:
“TOGLIATTI había celosamente en Moscú los originales de GRAMSCI de los Cuadernos. Y en 1938, durante su estancia en Barcelona, comienza a estudiar las fotocopias a fondo, para iniciar lo que notable acierto, denomina GIORGIO BOCCA, la “OPERACIÓN GRAMSCI”. (Subrayado nuestro). Aún hay algo más significativo, que es el método empleado por PALMIRO TOGLIATTI para dar a conocer el pensamiento de GRAMSCI. No se trata de una exposición cronológico ni de conjunto de su obra, ni en vinculación con las condiciones históricas en que ésta se produce. Es una publicación exclusivamente temática, de los temas que le interesan a TOGLIATTI. De este modo, hasta 1956, en que verán a la luz los escritos de GRAMSCI, la visión de TOGLIATTI sobre la producción gramsciana será únicamente “cultural” o “ideológica”. Y GRAMSCI será utilizado así para la política – cada vez más reformistas – del P.C.I., sirviendo directamente “al crecimiento cultural del Parido y a su propaganda” (p. 80-81, o. cit.).
En una palabra, el GRAMSCI de TOGLIATTI fue el GRAMSCI revisado y recortado, el GRAMSCI democrático, amable, humanista, que sirve para las amplias alianzas y no anima la formación de movimientos que se coloquen a la izquierda del P.C.I. Un joven GRAMSCI mutilado que servirá para los dos objetivos reformistas de la política del P.C.I. : “para conseguir gradualmente la hegemonía POLTICA, y que, al mismo tiempo, se asegura la hegemonía CULTURAL.
En ese panorama, GRAMSCI – tributario de algunas notas distintivas del marxismo occidental – se aparta de otros en algunos aspectos esenciales: no fue un FILÓSOFO, estudio científicamente un material empírico, dedicó a la reflexión política todas sus energías y, cuando se ocupó de las superestructuras CULTURALES, lo hizo – a contramano de la tendencial preferencia por las elaboraciones estéticas – para entender su eficacia en el orden social, es decir, también como un PROBLEMA POLÍTICO.
En consecuencia, sí nos importa plantar cómo y por qué GRAMSCI se interesa por la Historia. La reflexión del teórico marxista se inscribe, en ese punto, en un doble debate: contra el fatalismo económico de KARL KAUTSKY y de NIKOLAY BUJARIN, y contra el idealismo de BENETTO CROCE y de GEORGE SOREL. En esta contienda ideológica, GRAMSCI plantea la relación dialéctica entre pasado y presente – tal es el título utilizado para nominar al grupo de intelectuales marxistas de Córdoba – y se ubica en un plano inequívoco.
“La Historia nos interesa por razones políticas, no objetivas” Q. C. III, 1723.
Es decir, como medio de conocimiento del presente que hay que transformar o conservar. En esta orientación, “Si escribir historia significa hacer historia del presente, un gran libro de historia es aquél que en el presente ayuda a las fuerzas en desarrollo a ser más conscientes de sí mismas y, por tanto, más concretamente” Q. C. III, 1983-4.
Más aún:
“Si el político es un historiador (no sólo en el sentido de que hace de que hace historia, sino en el sentido de que operando en el presente interpreta el pasado), el historiador es siempre historia contemporánea, es decir, política” Q. C. II, 1242.
Esta, la política, a su vez es entendida como “historia en acto” pág. 67 o en acción, según la traducción, Q. C. II, 1242.
Ahora bien, la recurrencia a la historia no significa que ésta sea la única explicación de una sociedad. Para GRAMSCI, una sociedad se estudia articulando tres elementos constitutivos: la economía, la política y la filosofía. Cada uno de ellos da cuenta de un fenómeno central: la economía, del valor; la política, de la relación entre el Estado y la sociedad civil; la filosofía, de la praxis. “o sea, de la relación entre la voluntad humana (superestructura) y la estructura económica”. MH, 97; CC, 3, 158.
Por lo tanto, para GRAMSCI, la ciencia unitaria de los fenómenos es la ciencia de la política, la que engloba a las otras ciencias sociales. Es que, para él, la Política no se reduce al ámbito del Estado y de los Partidos, sino que debe ser objeto de análisis en todos los niveles…
GRAMSCI propone que:
“…el análisis sociológico debe ser reformulado como política, vale decir, en los términos de acción para cambiar el mundo y no únicamente para interpretarlo. De ello se deriva que la política no es sólo instrumental. No es simplemente un medio para alcanzar un fin distinto de ella”.
O, si se prefiere, como dice el propio GRAMSCI:
“Todo es política, incluso la filosofía, o las filosofías, y la única “FILOSOFÍA” es la HISTORIA EN ACCIÓN, ES DECIR, LA VIDA MISMA” MH, 91; CC, 3, 173-4.
El interés de GRAMSCI por la historia no es un interés académico, ni tampoco un recurso para alivianar la dureza de la vida cotidiana en la cárcel. Se ocupoa de ella porque:
“La historia es verificación del pasado, actuación del presente y previsión del futuro”.
De allí su esencial atención a la historia de Italia, en especial al período clave en la formación del Estado nacional italiano: IL RESORGIMIENTO.
Para dar respuesta a las preguntas que le plantea ese proceso histórico, GRAMSCI se ve en la necesidad de elaborar nuevas categorías, pues en la tradición teórica en la que él se sitúa – el marxismo – ellas son escasas y/o insuficientes. Así aparecen – acuñadas o reformuladas por él – conceptos como CRISIS ORGÁNICA, HEGEMONÍA, SISTEMA HEGEMÓNICO, SOCIEDAD CIVIL, SOCIEDAD POLÍTICA, ESTADO, DICTADURA, BLOQUE HISTÓRICO, TRANSFORMISMO, REVOLUCIÓN PASIVA, CESARISMO, CLASE FUNDAMENTAL, AUXILIARES Y SUBALTERNAS, entre otras. GRAMSCI puede, con ellas, reconstruir los tramos significativos - a su juicio – de la historia italiana, particularmente, IL RENACIMIENTO e IL RISORGIMIENTO, y descubrir en ellas opciones, posibilidades de acción alternativas para las clases sociales, en especial las clases subalternas.
HÉCTOR P. AGOSTI, prominente y destacado miembro dirigente del P.C.A. , fue quien dirigió la publicación de los “Cuadernos de la Cárcel” o “Cartas de la Cárcel” de la Editorial Lautaro del P.C.A. en 1950, desde Buenos Aires, y comprometió a varios intelectuales cordobeses del grupo marxista-leninista “PASADO y PRESENTE” (como el nombre de un segmento de la obra de GRAMSCI), A QUIENES PUEDE CONSIDERARSE HISTÓRICAMENTE COMO LOS PRIMEROS O PIONEROS GUEVARISTAS-TOGLIATTIANOS, según la termología de la “Nueva Izquierda” o “New Left”, en la tarea de traducirlos, anotarlos, prologarlos, iniciando, de esa manera, según dirtectivas del P.C.A., un movimiento intelectual o político comunista al que consideramos como el primer manifiesto comunista gramsciano de América y uno de los primeros del mundo, dentro de la estrategia revolucionaria diseñada y planificada por el Movimiento Comunista Internacional IC, a partir de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta. A TRAVÉS de su labor como director de “Cuadernos de Cultura” – PUBLICACIÓN DEL P.C.A – dedicada a temas de CULTURA y temas teóricos, en su condición de consejero de algunas editoriales de izquierda vinculadas a la organización partidaria y como director del semanario “Nuestra Palabra” entre 1958 y 1960. AGOSTI abrió una ventana a la cultura proletaria marxista italiana, cuyo contenido era manifiestamente GRAMSCIANO y TOGLIATTIANO.
La conferencia de PALMIRO TOGLIATTI sobre “El antifascismo de ANTONIO GRAMSCI”, publicada en 1953 por “Cuadernos de Cultura”, proyectar una orientación de lectura de los textos de GRAMSCI que significaban un aporte decisivo y primordial para la elaboración de la teoría marxista leninista de la cultura y por tenían un singular interés para los argentinos y cordobeses por la similitud de algunos problemas, según la visión del P.C.A. de la formación nacional de la cultura y de sus comunes fuentes liberales, esto es, en Italia, el Resorgimiento; en la Argentina, la llamada Organización Nacional de la línea Mayo-Caseros 1810-1852.
En 1962, y con motivo del artículo escrito por el intelectual OSCAR DEL BARCO titulado “Notas sobre ANTONIO GRAMSCI y el problema de la objetividad” - a quien debemos considerar como uno de los ideólogos de “PASADO y PRESENTE” y uno de los fundadores de la corriente de pensamiento guevaristas-togliattiana en Córdoba junto a: JOSÉ MARÍA ARICÓ, ANIBAL ARCONDO, HÉCTOR Naún SCHMUCLER, CARLOS S. ASSADOURIAN, FRANCISCO JOSÉ DELICH, LEÓN ROZITCHNER, CONRADO EGGERS LANG y más todavía, enviado a “Cuadernos de Cultura” para su publicación, se produjo – en el seno de la comisión de cultura del P.C.A. – una ardua discusión.
El tema era, por supuesto, el concepto gramsciano de objetividad, distinto de las concepciones filosóficas de LENIN y en relación con las tesis de FEUERBACH sobre MARX.
En 1962 y, como se venía proyectando desde 1956, ocurrió la quiebra la homogeneidad ideológica y doctrinaria del mundo comunista – conflicto chino-soviética, autonomización del PC italiano, etc., y expansión castro-comunismo y de la estrategia de la LUCHA ARMADA en América hispánica.
Frente a la alternativa de una renovación ideológica y política de resultados inciertos para el futuro destino de la organización – pues le colocaba ante magros
Resultados de una fragmentación que quizás no podría-.
La dirección del P.C.A. eligió encerrarse en la defensa extrema de las posiciones más stalinistas.
El aura de herejía que siempre rodeo a GRAMSCI se extenderá. En adelante, a otras figuras del comunismo italiano y, en particular, al propio PAMIRO TOGLIATTI.
Cuando en 1963 el grupo de choque de intelectuales cordobeses que dio origen a la experiencia de “PASADO y PRESENTE”, título que rememora una de las partes en que fue estructurado la obra de GRAMSCI, “PASSATTO e PRESENTE”, fue expulsado del P.C.A., y a esta sanción le siguieron otras que colocaron fuera del comunismo argentino a la mayoría de su sector universitario de Córdoba, y a grupos de choque de estudiantes e intelectuales de Buenos Aires, Rosario y Mendoza, se cerró por largos años la fugaz y controvertida presencia de ANTONIO GRAMSCI entre los comunistas.
GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 305
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Por Gabriel S. P. Pautasso – Córdoba - Argentina
El pensador comunista italiano (Cerdeña) ANTONIO GRAMSCI se ha introducido en la cultura hispanoamericana hasta un grado tal que muchas que sus categorías analíticas integran el discurso teórico de los científicos sociales o cientistas sociales como se llama ahora a los sociólogos, a los historiadores, críticos e intelectuales en general y, hasta penetraron “técnicamente”, casi de manera abusiva, el lenguaje común de las formulaciones políticas de izquierda y democráticas.
¿Quién podría razonar sobre los grandes o pequeños problemas de todo orden de nuestros países o nuestra cotidiana realidad sociomórfica, sin apelar a palabras tales como hegemonía, bloque histórico, intelectuales orgánicos, crisis orgánica y revolución pasiva, guerra de posición o guerra de movimiento, sociedad civil y sociedad política, estado ampliado, protagonismo negro, transformismo?
Pero es innegable que la extrema proliferación del vocabulario en clave gramsciana indica un fenómeno cultural que rebasa los límites y el ámbito, siempre restringido, del mundo académico para involucrar al más amplio de la política y de sus lenguajes.
Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la primera tentativa, en ciertos modo, “orgánica” (GRAMSCI dixit) de incorporación del pensamiento de GRAMSCI a la cultura política de la izquierda y neoliberal, surgió en el interior del Partido Comunista en la Argentina de VICTORIO CODOVILLA. En fin, HÉCTOR P. AGOSTI fue, de hecho, en los años cincuenta, el punto de referencia de un movimiento intelectual tendencialmente gramsciano.
Para una aproximación al problema, podríamos trazar una coordinada de la difusión y el itinerario de GRAMSCI en la América hispánica, introduciendo dos fechas límite:
1.- Desde la publicación de los llamados “Cuadernos de la Cárcel” en Buenos Aires por la Editorial Lautaro, en 1950, dirigida por HÉCTOR P. AGOSTI y traducida por G. MONER en 339 pp., siguiendo “Literatura y vida nacional”, prefacio de HÉCTOR P. AGOSTI, Editorial, 1952 en 336 pp. y después, “El materialismo histórico y la filosofía de BENEDETTO CROCE”, traducción de I. FLAMBAUM, Editorial, 1958 en 260 pp. y, por último, en 1960, “Los intelectuales y la organización de la cultura”, traducción de R. SCIHIARRETA, Editorial Lautaro en 181 pp., transcurre una década entera, completa de contacto con el pensamiento, la obra y los escritos del pensador sardo comunista.
2.- Hasta la realización del Seminario de Morelia sobre “Hegemonía y alternativas políticas en América Latinas”, México, 1980: treinta años de adoctrinamiento gramsciano en la América hispánica (1950-1980).
Como antecedente de esta última reunión, en septiembre de 1978, la Universidad Nacional Autónoma de México, realizó un coloquio dedicado exclusivamente a GRAMSCI, con la participación de CHRISTINE BUCI-GLUKSMANN, MARÍA ANTONIANETA MACCIOCHI, GIUSEPPE VACA (PCI) y el argentino JUAN CARLOS PORTATIERO (VC), uno de los “guevaristas-togliattianos” del grupo cordobés “Pasado y Presente”, a partir de 1963.
Estas fechas explican, en esencia, la trayectoria del pensamiento gramsciano en la América hispánica, a lo que se añade el origen y desarrollo del Foro de San Pablo, San Pablo, Brasil, con la revista “América Libre” editada en 1992, en Rosario, junio 1992, en un evento que conmemoraba el aniversario del “compañero” ERNESTO CHE GUEVARA “que es el inspirador de nuestra propuesta”. Por otra parte, el Foro de Sao Paulo se maneja con la troika soviética LULA, FIDEL y CHAVEZ, a la que se suma la Teología de la Liberación TL, con GUSTAVO GUTIERREZ MERINO, LEONARDO BOFF y MIGUEL D´ESCOTO…y porque no, FERNANDO CARDENAL S.J., hermano del trapense ERNESTO CARDENAL MARTÍNEZ, etc., etc. Veáse, revista “América libre”, nº 3 y 4; revista “Benengeli”del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana y de RICARDO DE LA CIERVA, “Oscura rebelión en la Iglesia” – Jesuitas, teología de la liberación, carmelitas, marianistas y socialistas: la denuncia definitiva, Plaza & Janés, 1987, Barcelona, 791 pp, y en “Jesuitas, Iglesia y marxismo”, 1986.
El encuentro de Morelia, en México de 1980, se convirtió en punto de referencia de cientistas sociales y dirigentes políticos de izquierda, que acuerdan la actualidad, pertinencia y presencia de las categóricas gramscianas en materia de estrategia política y cultural para “el análisis de las condiciones de CAMBIO de las sociedades americanas”, según sus organizaciones y promotores.
El objetivo estratégico era el pensamiento de GRAMSCI fuera por todos admitido como el instrumento ideológico para experimentar “una forma de trabajar en la teoría que contribuyera a suturar la brecha abierta entre el análisis de la realidad y las propuestas teóricas y políticas de TRANSFORMACIÓN”. Léase: REVOLUCIÓN.
El aparente extraño título de esta comunicación tiene explicación a partir del neomarxista inglés de la Nueva Izquierda – PERRY ANDERSON -, quien, en lo que se refiere al marxismo occidental “actual”, enumera los siguientes lineamientos de pensamiento: “marxistas gramscianos y togliattianos, marxistas hegelo-existencialistas, marxistas neopositivistas, freudodonizantes, estructuralizantes…” (“Praxis, materialismo, y estructuralismo”, Editorial Fontanella, Barcelona, 1973, p. 18).
Por otra parte, se halla suficientemente demostrada la evidencia del origen guevarista-togliattiano de este singular intelectual marxista gramsciano de Córdoba, por el testimonio de uno sus principales inspiradores ideológicos ideológicos, quien afirma:
“…éramos una mezcla rara de guevaristas togliattianos. Si alguna vez esta combinación fue posible, nosotros la expresamos”. En la revista “Punto de Vista”, nº 29, Buenos Aires, 1887, p. 10. JOSE MARÍA ARICO.
Por lo tanto, se debe resaltar el papel decisivo de PALMIRO TOGLIATTI en la difusión, dirección e instrumentación del pensamiento de ANTONIO GRAMSCI en Italia, primero y, después – como estrategia revolucionaria – en Occidente y, especialmente, en la América hispánica. Para ello, remitimos al esclarecedor testimonio del socialista español J. IGNACIO LACASTA, en su obra “Revolución socialista e Idealismo en GRAMSCI”, editorial Revolución, Madrid, 1981, quien el página 80, escribe:
“TOGLIATTI había celosamente en Moscú los originales de GRAMSCI de los Cuadernos. Y en 1938, durante su estancia en Barcelona, comienza a estudiar las fotocopias a fondo, para iniciar lo que notable acierto, denomina GIORGIO BOCCA, la “OPERACIÓN GRAMSCI”. (Subrayado nuestro). Aún hay algo más significativo, que es el método empleado por PALMIRO TOGLIATTI para dar a conocer el pensamiento de GRAMSCI. No se trata de una exposición cronológico ni de conjunto de su obra, ni en vinculación con las condiciones históricas en que ésta se produce. Es una publicación exclusivamente temática, de los temas que le interesan a TOGLIATTI. De este modo, hasta 1956, en que verán a la luz los escritos de GRAMSCI, la visión de TOGLIATTI sobre la producción gramsciana será únicamente “cultural” o “ideológica”. Y GRAMSCI será utilizado así para la política – cada vez más reformistas – del P.C.I., sirviendo directamente “al crecimiento cultural del Parido y a su propaganda” (p. 80-81, o. cit.).
En una palabra, el GRAMSCI de TOGLIATTI fue el GRAMSCI revisado y recortado, el GRAMSCI democrático, amable, humanista, que sirve para las amplias alianzas y no anima la formación de movimientos que se coloquen a la izquierda del P.C.I. Un joven GRAMSCI mutilado que servirá para los dos objetivos reformistas de la política del P.C.I. : “para conseguir gradualmente la hegemonía POLTICA, y que, al mismo tiempo, se asegura la hegemonía CULTURAL.
En ese panorama, GRAMSCI – tributario de algunas notas distintivas del marxismo occidental – se aparta de otros en algunos aspectos esenciales: no fue un FILÓSOFO, estudio científicamente un material empírico, dedicó a la reflexión política todas sus energías y, cuando se ocupó de las superestructuras CULTURALES, lo hizo – a contramano de la tendencial preferencia por las elaboraciones estéticas – para entender su eficacia en el orden social, es decir, también como un PROBLEMA POLÍTICO.
En consecuencia, sí nos importa plantar cómo y por qué GRAMSCI se interesa por la Historia. La reflexión del teórico marxista se inscribe, en ese punto, en un doble debate: contra el fatalismo económico de KARL KAUTSKY y de NIKOLAY BUJARIN, y contra el idealismo de BENETTO CROCE y de GEORGE SOREL. En esta contienda ideológica, GRAMSCI plantea la relación dialéctica entre pasado y presente – tal es el título utilizado para nominar al grupo de intelectuales marxistas de Córdoba – y se ubica en un plano inequívoco.
“La Historia nos interesa por razones políticas, no objetivas” Q. C. III, 1723.
Es decir, como medio de conocimiento del presente que hay que transformar o conservar. En esta orientación, “Si escribir historia significa hacer historia del presente, un gran libro de historia es aquél que en el presente ayuda a las fuerzas en desarrollo a ser más conscientes de sí mismas y, por tanto, más concretamente” Q. C. III, 1983-4.
Más aún:
“Si el político es un historiador (no sólo en el sentido de que hace de que hace historia, sino en el sentido de que operando en el presente interpreta el pasado), el historiador es siempre historia contemporánea, es decir, política” Q. C. II, 1242.
Esta, la política, a su vez es entendida como “historia en acto” pág. 67 o en acción, según la traducción, Q. C. II, 1242.
Ahora bien, la recurrencia a la historia no significa que ésta sea la única explicación de una sociedad. Para GRAMSCI, una sociedad se estudia articulando tres elementos constitutivos: la economía, la política y la filosofía. Cada uno de ellos da cuenta de un fenómeno central: la economía, del valor; la política, de la relación entre el Estado y la sociedad civil; la filosofía, de la praxis. “o sea, de la relación entre la voluntad humana (superestructura) y la estructura económica”. MH, 97; CC, 3, 158.
Por lo tanto, para GRAMSCI, la ciencia unitaria de los fenómenos es la ciencia de la política, la que engloba a las otras ciencias sociales. Es que, para él, la Política no se reduce al ámbito del Estado y de los Partidos, sino que debe ser objeto de análisis en todos los niveles…
GRAMSCI propone que:
“…el análisis sociológico debe ser reformulado como política, vale decir, en los términos de acción para cambiar el mundo y no únicamente para interpretarlo. De ello se deriva que la política no es sólo instrumental. No es simplemente un medio para alcanzar un fin distinto de ella”.
O, si se prefiere, como dice el propio GRAMSCI:
“Todo es política, incluso la filosofía, o las filosofías, y la única “FILOSOFÍA” es la HISTORIA EN ACCIÓN, ES DECIR, LA VIDA MISMA” MH, 91; CC, 3, 173-4.
El interés de GRAMSCI por la historia no es un interés académico, ni tampoco un recurso para alivianar la dureza de la vida cotidiana en la cárcel. Se ocupoa de ella porque:
“La historia es verificación del pasado, actuación del presente y previsión del futuro”.
De allí su esencial atención a la historia de Italia, en especial al período clave en la formación del Estado nacional italiano: IL RESORGIMIENTO.
Para dar respuesta a las preguntas que le plantea ese proceso histórico, GRAMSCI se ve en la necesidad de elaborar nuevas categorías, pues en la tradición teórica en la que él se sitúa – el marxismo – ellas son escasas y/o insuficientes. Así aparecen – acuñadas o reformuladas por él – conceptos como CRISIS ORGÁNICA, HEGEMONÍA, SISTEMA HEGEMÓNICO, SOCIEDAD CIVIL, SOCIEDAD POLÍTICA, ESTADO, DICTADURA, BLOQUE HISTÓRICO, TRANSFORMISMO, REVOLUCIÓN PASIVA, CESARISMO, CLASE FUNDAMENTAL, AUXILIARES Y SUBALTERNAS, entre otras. GRAMSCI puede, con ellas, reconstruir los tramos significativos - a su juicio – de la historia italiana, particularmente, IL RENACIMIENTO e IL RISORGIMIENTO, y descubrir en ellas opciones, posibilidades de acción alternativas para las clases sociales, en especial las clases subalternas.
HÉCTOR P. AGOSTI, prominente y destacado miembro dirigente del P.C.A. , fue quien dirigió la publicación de los “Cuadernos de la Cárcel” o “Cartas de la Cárcel” de la Editorial Lautaro del P.C.A. en 1950, desde Buenos Aires, y comprometió a varios intelectuales cordobeses del grupo marxista-leninista “PASADO y PRESENTE” (como el nombre de un segmento de la obra de GRAMSCI), A QUIENES PUEDE CONSIDERARSE HISTÓRICAMENTE COMO LOS PRIMEROS O PIONEROS GUEVARISTAS-TOGLIATTIANOS, según la termología de la “Nueva Izquierda” o “New Left”, en la tarea de traducirlos, anotarlos, prologarlos, iniciando, de esa manera, según dirtectivas del P.C.A., un movimiento intelectual o político comunista al que consideramos como el primer manifiesto comunista gramsciano de América y uno de los primeros del mundo, dentro de la estrategia revolucionaria diseñada y planificada por el Movimiento Comunista Internacional IC, a partir de los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta. A TRAVÉS de su labor como director de “Cuadernos de Cultura” – PUBLICACIÓN DEL P.C.A – dedicada a temas de CULTURA y temas teóricos, en su condición de consejero de algunas editoriales de izquierda vinculadas a la organización partidaria y como director del semanario “Nuestra Palabra” entre 1958 y 1960. AGOSTI abrió una ventana a la cultura proletaria marxista italiana, cuyo contenido era manifiestamente GRAMSCIANO y TOGLIATTIANO.
La conferencia de PALMIRO TOGLIATTI sobre “El antifascismo de ANTONIO GRAMSCI”, publicada en 1953 por “Cuadernos de Cultura”, proyectar una orientación de lectura de los textos de GRAMSCI que significaban un aporte decisivo y primordial para la elaboración de la teoría marxista leninista de la cultura y por tenían un singular interés para los argentinos y cordobeses por la similitud de algunos problemas, según la visión del P.C.A. de la formación nacional de la cultura y de sus comunes fuentes liberales, esto es, en Italia, el Resorgimiento; en la Argentina, la llamada Organización Nacional de la línea Mayo-Caseros 1810-1852.
En 1962, y con motivo del artículo escrito por el intelectual OSCAR DEL BARCO titulado “Notas sobre ANTONIO GRAMSCI y el problema de la objetividad” - a quien debemos considerar como uno de los ideólogos de “PASADO y PRESENTE” y uno de los fundadores de la corriente de pensamiento guevaristas-togliattiana en Córdoba junto a: JOSÉ MARÍA ARICÓ, ANIBAL ARCONDO, HÉCTOR Naún SCHMUCLER, CARLOS S. ASSADOURIAN, FRANCISCO JOSÉ DELICH, LEÓN ROZITCHNER, CONRADO EGGERS LANG y más todavía, enviado a “Cuadernos de Cultura” para su publicación, se produjo – en el seno de la comisión de cultura del P.C.A. – una ardua discusión.
El tema era, por supuesto, el concepto gramsciano de objetividad, distinto de las concepciones filosóficas de LENIN y en relación con las tesis de FEUERBACH sobre MARX.
En 1962 y, como se venía proyectando desde 1956, ocurrió la quiebra la homogeneidad ideológica y doctrinaria del mundo comunista – conflicto chino-soviética, autonomización del PC italiano, etc., y expansión castro-comunismo y de la estrategia de la LUCHA ARMADA en América hispánica.
Frente a la alternativa de una renovación ideológica y política de resultados inciertos para el futuro destino de la organización – pues le colocaba ante magros
Resultados de una fragmentación que quizás no podría-.
La dirección del P.C.A. eligió encerrarse en la defensa extrema de las posiciones más stalinistas.
El aura de herejía que siempre rodeo a GRAMSCI se extenderá. En adelante, a otras figuras del comunismo italiano y, en particular, al propio PAMIRO TOGLIATTI.
Cuando en 1963 el grupo de choque de intelectuales cordobeses que dio origen a la experiencia de “PASADO y PRESENTE”, título que rememora una de las partes en que fue estructurado la obra de GRAMSCI, “PASSATTO e PRESENTE”, fue expulsado del P.C.A., y a esta sanción le siguieron otras que colocaron fuera del comunismo argentino a la mayoría de su sector universitario de Córdoba, y a grupos de choque de estudiantes e intelectuales de Buenos Aires, Rosario y Mendoza, se cerró por largos años la fugaz y controvertida presencia de ANTONIO GRAMSCI entre los comunistas.
GRATIAS AGAMUS DOMINO DEO NOSTRO!
Editó Gabriel Pautasso
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO PAMPERO Cordubensis nº 305
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