“Debéis sobrevivir y mantener la fe en el corazón.
El mundo, cuando yo haya desaparecido, tendrá necesidad
todavía de la idea que ha sido y será la más audaz, la más original y la más
mediterránea y europea de las ideas. La historia me dará la razón”.
Editó:
Lic. Gabriel Pautasso
“El fascismo es un ir directo a las cosas…” (Henri Massi)
*REVOLUCIONES NACIONALES DEL SIGLO XX*
I –
FASCISMO
« Espero realmente que, en su táctica
revolucionaria, MUSSOLINI sea más ágil que un elefante y más moderno que
CÉSAR”.
- LA REVOLUCIÓN FASCISTA EN EL
PODER
Bien
conocido es el concepto vertido muchas veces por MUSSOLINI, acerca de que los
años que precedieron a la SOBRE DE
ROMA fueron años durante los cuales las necesidades de la pura acción no
condesdían con las indagaciones teoréticas. « Se
sabía morir », se dijo reiteradas veces. Había fe y acción; la
teoría se iría ensayando progresivamente.
El
fascismo en su período de formación tenía un carácter teórico circunstancial de
« antiestado ». La proclama del partido dada al día siguiente
del Congreso de ROMA (Escritos y discursos, cit., t. II, p. 295) anunciaba que
se estaría con el Estado si éste seguía las tradiciones nacionales y si era
capaz de imponer a toda costa su voluntad; que se substituiría al Estado toda
vez que éste no supiera combatir la disgregación de la solidaridad
nacional y que se aprestaría a atacarlo, si él cayera en manos que
amenazaren el porvenir del país. De la substancia de esta proclama, publicada
en Gerarchia el 25 de junio de 1922
en un artículo importante, resulta claro que : « El Fascismo PUEDE
ABRIR LA PUERTA CON
LA LLAVE DE LA LEGALIDAD, PERO TAMBIÉN
PUEDE SER COMPELIDO A DERRIBAR LA PUERTA CON
EL GOLPE DE ESPADA DE LA
INSURRECCIÓN ».
Mientras
esa oportunidad se presentaba, MUSSOLINI fue activamente preparando el terreno,
tanto en el aspecto político habilidosamente fue ganando aquellos apoyos para
la toma del poder. Entre estos figuraba en primer lugar el Rey. Para lograrlo,
MUSSOLINI se valió de distinguidos monárquicos, que ya militaban en el fascismo
o fuera de él simpatizaban con el movimiento. Entre otros podemos nombrar a DE
VECCHI, FEDERZONI, CORRADINI. La acción reservada de estos personajes fue muy
efectiva para ganar el amparo del monarca, y este factor fue decisivo para el
triunfo de la empresa.
Además
la oratoria de MUSSOLINI se dirigía al mismo objetivo: a exponer la disposición
fascista favorable a la monarquía si la misma se mostraba al fascismo. Pocas
horas antes de la insurrección armada contra el Gobierno, MUSSOLINI
afirmaba: “El régimen unitario de la vida italiana se apoya sólidamente en
la monarquía italiana, por sus orígenes, por el desenvolvimiento de su
historia, no puede oponerse a las que son tendencias de la nueva fuerza
nacional”.
También
en el plano militar organizó MUSSOLINI su estrategia. Para ello contaba
con numerosos militares en las propias filas del movimiento fascista y con slogans apropiados para las fuerzas
armadas victoriosas en la Gran Guerra
(1914-1918). En el discurso de CREMONA (22 de septiembre de 1922), MUSSOLINI se
dirige claramente a esta institución, destacando la naturaleza militar del
Fascismo: “Es del Piave, es de Vittorio Venetto, es de la victoria
gloriosísima, aunque mutilada por una diplomacia incapaz, de donde han partido
nuestras banderas. Es de las orillas del Piave desde donde hemos iniciado la
marcha, que no podrá detenerse hasta que haya alcanzado la meta suprema: ROMA”.
(Ibídem, p. 350).
En
efecto, la complacencia y la adhesión de los altos jefes del Ejército fue el
segundo factor decisivo en el triunfo de la revolución fascista.
Lograda
la simpatía del monarca, de las fuerzas armadas y en general de los sectores
civiles nacionalistas. MUSSOLINI orientó su trabajo a los fines de desacreditar
al gobierno FACTA. Hizo creer a los partidos políticos que el Fascismo aspiraba
a llegar al poder por vías legales, y que en última instancia se conformaría
con entrar a formar parte de un gobierno de coalición. Así, de esta manera
disimulaba la preparación del levantamiento que ya estaba en gestación.
De mayo
a octubre, mes en que se produce la insurrección fascista, tenemos un
período de preparación y entrenamiento de la milicia, período en que las
Fuerzas Armadas fascistas se mantienen en constante movilidad. El método
consistía en hacer converger sobre una ciudad las fuerzas de diversas
localidades vecinas, ocuparla total o parcialmente, dominar a las fuerzas
adversarias, llevar a cabo el castigo o venganza de sus adversarios y luego
retirarse. Esta fue la suerte de muchísimas ciudades italianas como FERRARA,
BOLOGNA, LIORNA (donde las fuerzas fascistas estuvieron dirigidas por el
almirante CIANO, GENOVA y MILÁN, ciudades donde fueron asaltadas los diarios
socialistas Il Lavoro y AVANTI! (véase GRAMSCI y la plana mayor
del PCI) respectivamente. MUSSOLINI exaltaba estos hechos con frases
elocuentes. En Escritos y discursos, II,
p. 352-53: “…las escuadras del Fascismo milanés han ido al asalto del Avanti!, como hubieran ido al asalto de
una trinchera austríaca. Han debido saltar los muros, destrozar alambradas,
hundir las puestas, hacer frente al plomo candente que los asaltados disparaban
con sus armas. Esto es heroísmo. Esto es violencia. Esta es la violencia que yo
apruebo, que yo exalto. Esta es la violencia del Fascismo milanés. Y el
Fascismo italiano, hablo a los fascistas de toda Italia, debería hacerla suya…
¡Han sido unos héroes nuestros amigo!... Su violencia, santa y moral. Nosotros
les exaltamos, les recordamos, les vengaremos. No podemos aceptar la moral
humanitaria, la moral tolstoniana, la moral de los esclavos. Nosotros en
tiempos de guerra adoptamos la fórmula socrática: “SUPERAR EN EL BIEN A LOS AMIGOS, SUPERAR EN EL MAL A LOS ENEMIGOS”.
Como
las palabras de MUSSOLINI apuntaban ya al hecho armado, constituían una
invitación al ejercicio de la fuerza contra todos los enemigos.
Las
experiencias de esos meses fueron de gran valor para la información de los
estrategas del fascismo. Estos informes relevaban gran debilidad del gobierno
de ROMA, que además nunca llegó a tener una idea clara del peligro existente.
Demostraban también el grado de preparación de las milicias para llevar a cabo
el plan de dominar las principales ciudades italianas para conquistar el poder
por la senda de la sublevación. El 29 de septiembre se reunió en Roma la
dirección del Partido para decidir el acto final de la insurrección. Se
establecieron los principios básicos, reconocimiento de la monarquía,
neutralidad del ejército, levantamiento de las milicias fascistas que disponían
de suficiente fuerza para cumplir con su misión; división de la población
italiana en tres clases bien definidas: A) los indiferentes que se quedarían en
sus casas a esperar, B) los simpatizantes, que podrían circular libremente y C)
los enemigos, “y éstos que no circularán”.
El
establecimiento de la fecha se dejó para otra reunión posterior. Se verá la
determinación en un discurso de principios de octubre de 1922 pronunciado en
Milán, MUSSOLINI explica una vez más el propósito: “el conflicto es entre
Nación y Estado. Italia no es un Estado, Italia es una Nación. Pero la Nación debe darse un Estado”.
(Ib., p. 329).
El 16
de octubre los jefes del Partido bajo la dirección de MUSSOLINI se reunieron
finalmente en Milán. En esta reunión se acordó marcha sobre ROMA: se
fijó la fecha del 21 de octubre que luego se retrasó hasta el 28 del mismo
mes. Se constituye un cuadrumvirato compuesto por MIGUEL BIANCHI, ITALO
BALBO, EMILIO DE BONO y CÉSAR MARÍA DE VECCHI, que habría de asumir los
plenos poderes para la dirección del levantamiento. Asistieron también a la
reunión en Milán, además, por supuesto, de MUSSOLINI, los generales FARA y
CECCHERINI.
PERUGGIA
debía ser la sede del alto mando. Para ultimar los detalles y dar una muestra
anticipada de poderío, el 24 de octubre se reúne un gran congreso de
afiliados en Nápoles. MUSSOLINI, que acaba de establecer con los “cuadrumviros”
la fecha definitiva de la empresa, sin revelar el casi secreto, anunció con
lenguaje expresivo: “Nosotros hemos llegado al punto en que el arco despide
la flecha, o la cuerda demasiado estirada se rompe”. Se organizó un gran un
gran desfile del ejército civil de MUSSOLINI que ostentó una organización
notable, se revela que hasta había escuadras a caballo y escuadras de
ciclistas. A la cabeza del desfile (60.000 hombres) marchaban los fascistas de
las “tierras rescatadas” entre los vivas a FIUME y a DALMACIA, y se efectúo finalmente
una concentración en la plaza San Ferdinando, en el centro de Nápoles. La
finalidad aparente de esta concentración era celebrar el congreso anual del
partido, pero el motivo secreto era concentrar cuarenta mil hombres
ESCUADRISTAS que asegurasen el Sur y cortasen todo lo posible auxilio a ROMA,
que horas después habría de ser atacada desde el Norte. Mientras se realizaban
todos estos preparativos bélicos, MUSSOLINI continuaba entrevistándose con los
políticos de la situación, dándoles a entender que estaba dispuesto a tomar
parte del Gobierno y dar una solución, dentro del orden constitucional, a la
situación creada por el ambiente de CRISIS. Todo era, una cortina de humo para
ocultar las verdaderas intenciones del movimiento fascista de recurrir a las
armas para su escala al poder. Disuelto el Congreso de Nápoles, MUSSOLINI
regresa a MILÁN desde donde dirigiría la acción. Los cuadrumviros se instalan
en PERUGGIA. El día 25 de octubre de 1922 se dio en FLORENCIA a los comandantes
de zona la última orden. El día se movilizaron los “príncipes” y los “triarios”
simultáneamente en toda Italia. Se mandó también al ministro FACTA la invitación a dimitir. En Peruggia los
cuadrumviros lanzan una proclama que había sido redactada por MUSSOLINI en la
que decía: “Nada debe tener la burguesía productora, el fascismo quiere
imponer una disciplina sola a la
Nación y ayudar a todas las fuerzas que acrecienten el poder
de expansión económica y el bienestar de la misma”; nada temer la gente de
trabajo, “UNA SOLA PASIÓN NOS INFLAMA: CONTRIBUIR A LA GRANDEZA DE LA PATRIA”.
Comenzó
la marcha de las columnas hasta llegar a los puntos de reunión que se habían
designado, a 30 o 40 Km de la capital. Estos puntos eran: SANTA MARINELLA y
MONTEROTONDO, para las legiones que llegaban del norte y del centro, al mando
del marqués PERRONE, los generales FARA y CECCHERINI; TÍVOLI, para las de los
ABRUZOS, con GUISEPPE GOTAI, GIÁCOMO ACERBO y el cónsul GIANNANTONI; y se
constituyó una reserva en FOLIGNO, a las órdenes del general ZAMBONI.
La
marcha se efectuaba sin mayor resistencia. Sólo algunos grupos sin organización
tiroteaban esporádicamente a los fascistas. Las ciudades principales del norte
y del centro del país habían sido previa y rápidamente ocupadas por las fuerzas
revolucionarias apoderándose de todos los nervios principales de la
administración: correos, telégrafos, y teléfonos, prefecturas, etc.
MUSSOLINI
hizo pública su PROCLAMA, la cual se dirigía expresamente al Ejército y la
policía para pedirles que se abstuvieran de intervenir en la lucha,
asegurándoles que las ESCUADRAS FASCISTAS se dirigían contra los políticos y no
contra el Ejército. “El Ejército, reserva y salvaguardia suprema de la Nación, no debe participar
en la lucha. El Fascismo renueva su altísima admiración al Ejército de Vittorio
Veneto. No contra los agentes de la fuerza pública marcha el Fascismo, sino
contra la clase política de incapaces y de ineptos que en cuatro años no han
sabido dar un gobierno a la nación”. (Escritos
y discursos, II, p. 373-74).
Al fin,
el Gobierno FACTA cayó en la cuenta de la gravedad del momento. Decidió hacer
frente a la situación, decretando el estado de sitio. A LAS NUEVE de la noche
del 27, FACTA se presentó en palacio para pedir al rey la firma del decreto. El
rey se negó nuevamente. Durante el soberano había consultado con los supremos
jefes del ejército, general DIAZ y almirante TAHON di REVEL, los cuales no se
mostraron favorables a una acción militar contra el fascismo. La estrategia
fascista había conseguido sus fines: el tácito apoyo del ejército.
En el
último momento existió un intento de formar un Gobierno con SALANDRA como
primer ministro, el cual ofrecería varias carteras al Fascismo, un Gobierno de
coalición. Pero MUSSOLINI, consciente de su poder y de la situación, se negó
rotundamente.
Al día
siguiente, 30 de octubre de 1922, el rey llamaba a MUSSOLINI para
entregarle el poder y rogarle la formación de un Gabinete. MUSSOLINI se dirige
al Quirinal y ante el rey manifiesta gravemente: “TRAIGO A VUESTRA MAJESTAD LA
ITALIA DE VITTORIO VENETTO, CONSAGRADA POR LA NUEVA VICTORIA”. (El Partido Nacional Fascista (Ed. Valecchi,
p. 41).
El
mismo 30 más de cien mil camisas negras, reunidos en Villa Borghese eran
revistas por MUSSOLINI, y rindiendo su homenaje ante el altar de la Patria tributaron honores
ante el Soldado Desconocido; desfilaron durante cinco horas ante el Quirinal en
presencia del rey, que estaba acompañado por el general ARMANDO DIAZ, Duque de la Victoria, y por el
almirante TAHON di REVEL, Duque del Mar. El día 31 circulaba por toda ITALIA la
orden de desmovilización. Los fascistas vencedores volvían a sus casas. (G.
VOLPE. p. 119).
NERIO
N. BONIFATI
Afirma CURZIO
MALAPARTE en su erudita “Técnica del golpe de Estado”, La insurrección no
hacía más que derribar al Gobierno. Ni el estado de sitio, ni la situación
fuera de la ley de MUSSOLINI, ni la resistencia armada hubieran podido hacer
fracasar, en 1922, el golpe de Estado fascista.
-
Debo a MUSSOLINI – decía GIOLITTI – el haber aprendido que no es contra
lo que debe defenderse un Estado, sino contra su táctica.
-
Y él confesaba sonriendo que había sido incapaz de aprovechar esta
lección.
(MUSSOLINI
Y EL GOLPE DE ESTADO FASCISTA, p, 184)
+SALMO+
*DESDE LA
PRISIÓN*
La obra
de los malvados es perecedera,
Los
ídolos de plata que ellos mismos elevaron
Se
derrumbarán un día sobre su base de arena,
Y la
noche caerá sobre soñadas formas.
Oh,
señor, tú sabes que, tumbados sobre la paja
Nosotros,
a quienes han aherrojado detrás de estos cerrojos,
Nosotros,
para quienes los soldados de estas fuertes murallas
Hacen
sonar, en los corredores, sus botas claveteadas.
Oh,
señor, tú que, tumbados sobre la paja
O sobre
el duro cemento de las prisiones sin tragaluz,
Hemos
sabido guardar en nosotros, costara lo que costara,
La
esperanza, sin desfallecer, en días más hermosos.
Hemos
hecho acopio de las viejas ternuras,
Hemos
dibujado sobre el yeso de las paredes
Los
mágicos retratos de nuestra santa juventud
Y
nuestros corazones sin remordimientos saben que aún son puros.
La
necedad, fuera, se baña en la sangre roja,
Y el
enemigo, ya, se cree inmortal,
Pero
sólo él cree, aún, en su largo reinado
Y
nuestros barrotes, señor, no tapan el cielo. *
*Roberto
Brasillach, poemas de Fresnes.*
*¡OH
TEMPORA, O MORES” de 1944 A
2010. ¡VAE VICTIS!*
*EDITÓ:
gabrielsppautasso@yahoo.com.ar
DIARIO
PAMPERO Cordubensis
INSTITUTO
EREMITA URBANUS
Córdoba
de la Nueva
Andalucía
SOPLA
EL PAMPERO. ¡VIVA LA PATRIA!
¡LAUS DEO TRINITARIO! ¡VIVA HISPANOAMÉRICA! gspp.*